Los puntos obligatorios a revisar antes de afrontar un viaje en invierno

 

Los consejos de invierno para el coche se repiten año tras año, pero justamente cada año el mal tiempo del invierno saca de la carretera a muchos conductores y sus respectivos coches. Para evitar que esta época del año te pase factura, conviene recordar estos puntos de revisión que protegerán tu coche en invierno.

  1. Revisa la batería (y cámbiala si es necesario)     Con los cambios bruscos de temperatura, especialmente con el frío, la vida de la batería puede verse afectada. Más aún, con los consumidores eléctricos que montan los vehículos actuales, que prácticamente no dejan de demandar energía en ningún momento.

    Por eso es importante revisar el estado de la batería en los talleres disponemos de máquinas que no diagnostican el estado de la misma. Una batería debe de ser comprobada con herramientas especificas, puede estar bien de voltaje pero tener poco capacidad de almacenamiento, como ocurre con los móviles, por lo que dispondremos de poca potencia de arranque, además la densidad de la misma se merma mucho con temperaturas bajas.

     

     

  2. Comprueba los niveles de líquidos del coche: refrigerante, aceite, lavaparabrisas y frenos

 

Realiza estas mediciones con el motor frío y suelo llano

El líquido refrigerante tiene que estar entre las marcas de máximo y mínimo, igual que ocurre con el nivel del líquido de frenos. Si te toca rellenar líquido refrigerante, espera a que el motor esté frío. Si alguno de los dos niveles se ve demasiado bajo, no te conformes con rellenar el líquido, puesto que en principio esos niveles deberían mantenerse mínimamente estables. Además, en el caso de los frenos es recomendable sustituir el líquido y evitar así mezclas.

Para medir el nivel de aceite, extrae la varilla, límpiala con un trapo e insertala de nuevo en su orificio. Al extraerla de nuevo verás por dónde está llegando el aceite, entre las marcas de máximo y mínimo de la varilla. Si debes añadir aceite, abre el tapón y echa aceite lubricante del mismo tipo que lleva tu motor, según marque el manual de instrucciones.

En cuanto al líquido lavaparabrisas, no hay nivel que medir. Simplemente echa líquido en el depósito hasta que llegue al cuello, antes del tapón. Es más recomendable usar un lavaparabrisas comercial, basado en etilenglicol, aunque sea de marca blanca, que una simple mezcla de agua y detergente, ya que el etilenglicol es un dio que, como hace el alcohol, se evapora fácilmente al rociar el parabrisas. De esta manera no se compromete tanto la visibilidad durante la conducción como lo hace una simple base acuosa.

  1. Examina los limpiaparabrisas

Unas escobillas de limpiaparabrisas que no limpian el cristal, que hacen un ruido exagerado en mojado o que dejan cerco por donde pasan son unas escobillas que están pidiendo la jubilación a gritos. Si además presentan rotura en el filo de goma, olvídate. Cámbialas inmediatamente. Y, cuando tengas las escobillas nuevas montadas, evita usar el limpiaparabrisas en seco o cuando el cristal esté cubierto de hielo. Te durarán mucho más.

  1. Inspecciona los neumáticos

Revisar los neumáticos en invierno es vital para garantizar la adherencia del vehículo al asfalto y para evitar, en lo posible, pérdidas de control debido a un mal estado de las cubiertas. Controla en frío la presión de inflado, verifica que la profundidad del dibujo o escultura de la banda de rodadura no sea inferior a 3 milímetros (un valor de seguridad muy superior a los mínimos 1,6 milímetros exigibles por ley) y supervisa que la goma no presenta cortes o deformaciones.

Si en cualquier época del año esta es una actividad cotidiana, en invierno cobra mayor importancia, debido a las mayores exigencias a que se ven sometidos los neumáticos en la carretera.

  1. Considera comprar un juego de neumáticos de invierno o unas cadenas para la nieve

Los neumáticos de invierno no sólo son un aliado contra la nieve o el hielo, sino que incluso bajo el sol demuestran un mejor comportamiento frente a los neumáticos de verano, cuando las temperaturas son inferiores a 7 ºC.

Si no es el caso en tu zona porque las temperaturas no son tan bajas por lo general, pero igualmente vives en un lugar donde existe riesgo de nevadas aunque sea de forma esporádica considera comprar unas cadenas y aprende a montarlas de forma anticipada, sobre suelo seco y en buenas condiciones de tiempo, siguiendo las indicaciones del fabricante. En el peor de los casos, se pasarán el invierno metidas en el maletero, pero siempre a punto por si te hacen falta.

  1. Revisa el sistema de alumbrado

En cuanto a las luces del coche en invierno, vale lo dicho sobre los neumáticos. Son importantes durante todo el año, pero en invierno son cruciales ya que tenemos menos horas de luz natural, así que asegúrate de que funcionan todas.

No dudes en cambiar dos bombillas de un mismo tipo, por ejemplo las correspondientes a la luz de cruce, cuando se funda la primera. Al fin y al cabo, la misma antigüedad tiene la lámpara de la derecha que la lámpara de la izquierda. Y si tu coche es de esos que odiamos los mecánicos porque para cambiar una bombilla hay que desmontar medio coche, razón de más para que aproveches la visita a tu taller de confianza. También aprovecha el viaje al taller si por cualquier causa sospechas que los haces de luz no están correctamente alineados, y así evitarás deslumbrar a los demás, ver a menor distancia de lo que corresponde… o ambas a la vez.

  1. Comprueba el sistema de frenado

Observa la zona del depósito del líquido de frenos, así como los conductos que salen de él. Si el material está reseco, esto puede ser indicativo de que es necesario cambiarlos. Si ves líquido por debajo o en la zona de las ruedas, es posible que tu coche esté perdiendo líquido de frenos.

Tanto las pastillas como los discos de los frenos sufren desgaste con el uso. Analiza ese desgaste con la ayuda de una linterna, prestando atención a la superficie de los discos, y aprovecha para verificar que no existen desperfectos o suciedad excesiva en ellos. En caso de duda, o si notas frenadas irregulares o tactos extraños al presionar el pedal, acude al taller para que realicen una revisión completa del sistema.

  1. Revisa el botiquín

Un botiquín para coche debe contener:

  • gasas esterilizadas,
  • vendas elásticas,
  • guantes de vinilo,
  • alcohol o agua oxigenada,
  • tijeras,
  • pinzas,
  • imperdibles,
  • esparadrapo,
  • algodón y apósitos, conocidos popularmente como tiritas.

En invierno conviene llevar a bordo del coche:

Siempre debes de llevar un cargador de teléfono móvil y el depósito de combustible lo mas lleno posible.

  • rascador de hielo para el parabrisas,
  • manta térmica, útil para auxiliar heridos y por si realizas operaciones en condiciones adversas tales como montar cadenas sobre la nieve,
  • guantes de goma, por si tienes que montar cadenas o quitar nieve,
  • linterna, y pilas de repuesto o bien una linterna de dinamo.
  • agua y algún alimento energético (barritas de cereales o frutos secos).
  1. Prepara el coche para pasar la noche en la calle

Pasar el invierno en la calle es algo que no le sienta bien a nadie. Pero como no todo el mundo tiene a su disposición un lugar a cubierto donde guardar su vehículo, conviene preparar el coche para pasar la noche en la calle.

Lo que sí se recomienda es lavar el coche con mayor frecuencia en invierno, sobre todo si ha nevado y en tu municipio se ha utilizado sal para el asfalto. Por otra parte, si en tu zona hiela intenta que las escobillas no queden en contacto con el parabrisas durante la noche, por ejemplo colocando una sábana que cubra el cristal y los retrovisores, dejando por encima los limpiaparabrisas.

Evita circular con el coche  sin tener visibilidad suficiente.

Arrancar el coche en invierno un poco antes de lo normal es un remedio que quizá no sea muy ecológico, pero nos puede ayudar a mejorar la seguridad. Antes de emprender la marcha, pon en marcha el motor para que se vaya calentando y así conseguir que funcione la calefacción o el climatizador, que utilizarás para desempañar los cristales del coche.

Por otra parte, si se ha helado el parabrisas y la capa de hielo es gruesa, mientras esperas a que la calefacción haga su efecto con el desempañado de cristales puedes rociar el parabrisas por su cara exterior con simple alcohol etílico (alcohol de botiquín) y de esta manera el hielo se descongelará con mayor facilidad.

  1. Todo a punto antes de salir con frío y mal tiempo

Es importante que con mal tiempo te plantees los desplazamientos de un modo más preventivo que de costumbre. Así, se recomienda llevar el depósito de carburante lleno siempre que sea posible, ropa de abrigo preparada e incluso el cargador del móvil a punto por si surgiera cualquier imprevisto.

Presta atención a la información de carreteras que en España suministran organismos como DGT, RACC y otros a través de la radio, y planifica tus viajes dejando un mayor margen de tiempo por si sucede cualquier contingencia.

Una vez en ruta, permanece atento a la carretera y no te agobies con la hora de llegada. Mantén la tranquilidad en todo momento. Si el tiempo empeora, evita pasar puertos de montaña de noche, no improvises rutas que no conoces y no te adentres por carreteras menos transitadas, en previsión de cualquier problema que pueda surgir.

Y piensa, que lo importante es llegar.

Como conducir con nieve, hielo o lluvia en invierno

Los factores climatológicos comprometen el agarre y la estabilidad del vehículo

¿Conduce usted igual de noche que de día? ¿Cuando llueve o en un día soleado? ¿En verano o en invierno? No debería. Durante el invierno es importante recordar unas sencillas pautas de obligado cumplimiento para garantizar su seguridad y la de los que comparten la vía.

Una de las claves al volante, especialmente con mal tiempo, es la suavidad. Cuanto más fino vaya, más cómodo estarán los ocupantes, y menos riesgo de sufrir un accidente. Y es que el hielo y el agua (y el propio frío) hacen que el coche pueda resbalar y salirse de la calzada. Además, se necesitan más metros para parar el vehículo. En verano, a 120 km/h detener completamente un automóvil exige 105 metros; mientras que sobre mojado serían entorno a 150 y con nieve unos 300. Por ello compruebe siempre el estado de su coche. En esta época, sobre todo ruedas, frenos, limpiaparabrisas y luces.

Respecto a los frenos hay que tener en cuenta que no solo deben estar en condiciones adecuadas antes de iniciar la marcha. También debemos acordarnos de secarlos cada vez que pasemos por un charco o balsa de agua. Es fácil, lo habrá hecho miles de veces después de lavar el coche. Pise lenta y profundamente el pedal de freno hasta el fondo. Si lo hace durante la marcha, no olvide mirar por los espejos que no tiene ningún otro vehículo pegado y hágalo siempre con mucho cuidado. Dos o tres pequeñas frenadas le asegurarán que las pastillas se sequen, por la fricción, y recuperen todo su agarre.

Otro detalle es no accionar el pedal sobre las marcas de la carretera. Si es ciclista o motero ya le habrán dado algún disgusto. Los pasos de cebra, la propia raya de separación de los carriles son muy resbaladizos si están mojados. Evite iniciar la frenada sobre la pintura. Si no tiene ABS sea todavía más cuidadoso.

Eso sí, estas líneas son su mejor medida de seguridad con niebla. Encienda las luces antiniebla, reduzca la velocidad y úselas como referencia, tanto la del centro como la que marca el borde de la carretera.

Además de la suavidad, una máxima es la distancia. Que corra el aire. Dese margen para reaccionar. En invierno la visibilidad es menor, nubes, niebla, menos horas de luz, nieve… todo cuesta más; hasta detenerse. Así que lleve las luces de cruce encendidas todo el día. Ayude a que los demás le vean, incluso de día.

Para que sea usted el que ve bien, el truco está en mantener el parabrisas limpio. Normalmente si orienta la salida de aire acondicionado hacia la luna delantera solucionará el problema. El compresor de los climatizadores modernos les permite hacerlo con la calefacción en marcha. Sin embargo, algunos dispositivos no funcionan cuando en la calle hay menos de 4 grados así que mejor tener limpio el cristal.

La propia DGT, hace años, recomendaba frotar una patata en el vidrio para evitar que se empañara. Si quiere probarlo… También hablaba de echar refresco de cola en los limpias para que el plástico estuviera más dúctil. La botica de la abuela.

Finalmente, aunque parezca contradictorio con lo anterior, sus manos deben ser firmes. Controle el vehículo con suavidad pero agarre el volante con firmeza. Si el coche hace algo que no es lo previsto, deberá domarlo. También es recomendable, si tiene tiempo y los fondos necesarios, realizar algún curso de perfeccionamiento en condiciones extremas. Los clubes de automovilistas y algunas marcas convocan periódicamente estas jornadas. Aprender a controlar un derrape, y saber cómo mantener la calma, puede marcar una gran diferencia.

 

He puesto el combustible equivocado al repostar

Casi 100.000 conductores se equivocan cada año al llenar el depósito del coche, según el Race, pudiendo provocar averías mecánicas muy serias en el sistema de alimentación, bombas y filtros del vehículo, en el caso de no parar a tiempo.

A continuación os indicamos como actuar en el caso de poner diesel en lugar de gasolina y viceversa,

En el primero de los casos los usuarios pueden notar ruidos raros al arrancar el coche, tirones, expulsión de humo blanco o paro del motor. Todas estas señales son síntomas claros de que es urgente acudir a un taller mecánico para solventar el problema.

Los profesionales del taller, deberán vaciar el depósito y limpiar conductos, tubos y piezas por donde haya circulado el gasoil con productos específicos y maquinaria especializada. Además, tendrán que cambiar el filtro de combustible y las bujías.

En el caso de que los daños hayan sido mayores, pueden haberse visto afectados los inyectores, la bomba inyectora, la bomba de combustible, el catalizador o algún otro elemento del motor.

Si el conductor se da cuenta antes de arrancar el motor que se ha equivocado de combustible, debe avisar a la propia estación de servicio, ya que, en ocasiones, suelen tener un extractor que vacía el depósito para después poder repostar con el combustible apropiado.

Pero si no tienen esta herramienta, el usuario deberá llamar a su seguro para que una grúa lo lleve hasta un taller donde extraer el combustible.

En los casos en los que se pone gasolina en lugar de diesel, los problemas pueden ser muy graves, ya que el gasoil tiene una función de engrase que la gasolina no tiene, aunque el arranque será menos brusco y hasta que no se oigan ruidos extraños y una parada en seco el usuario no se dará cuenta de lo que ocurre. En esta ocasión, los sistemas que más sufren son el filtro o la bomba de inyección, que deberán ser inmediatamente sustituidos.

El propietario del vehículo nunca debe extraer el mismo el combustible, ya que es necesaria una protección adecuada y un mantener  unas pautas por seguridad y del entorno además de no dañar componentes delicados.

Recordar que es de suma importancia poner atención a la hora de repostar, sobre todo cuando un conductor puede llevar varios tipos de vehículos distintos, incluso motos,

Si alguna vez prestas o te prestan un coche o alquilas, debes de informarte del combustible que lleva el vehículo.

Recuerda siempre hay que vaciar y limpiar los conductos y sustituir el filtro de combustible, aunque el motor nos se haya puesto en marcha, muchos coches disponen de una bomba eléctrica que funciona con solo dar el contacto.

 

 

La seguridad activa

Son los sistemas que velan por nuestra seguridad, y cada día son más, y mucho más sofisticados. Los sistemas de seguridad activa del coche son aquéllos que trabajan para reducir el riesgo de sufrir un accidente. Los frenos puede ser el más evidente de todos los sistemas de seguridad activa, y siendo sistemáticos listaríamos decenas de sistemas (con sus respectivos y múltiples nombres y denominaciones).

Vamos a centrar en los diez sistemas de seguridad activa más conocidos o habituales en los coches. Obviaremos los sistemas de serie en el coche como los frenos, la dirección o los amortiguadores y nos centraremos en los elementos que han sido diseñados para mejorar la seguridad activa.

Los neumáticos

¿No decíamos que nos centraríamos en los sistemas específicos, y no en los que se equipan como parte integral del coche? Pues precisamente por ello: los neumáticos son el principal sistema de seguridad activa porque forman el único punto de contacto entre el coche y el asfalto. Y además, evolucionan constantemente para ofrecer la mayor adherencia, la menor distancia de frenado y la mejor estabilidad en curva.

Son el sistema de seguridad activa más importante, canónico diríamos, y curiosamente es al que se le dedica menos atención. Conviene mantenerlos en el mejor estado posible, con una presión de inflado correcta, porque solo así trabajará al 100% de su capacidad.

Antibloqueo de frenos

El antibloqueo de frenos es más conocido como ABS, y su principal función es evitar que los neumáticos patinen durante una frenada fuerte. Sucede que, sin ABS, una frenada fuerte puede implicar que el coeficiente de rozamiento entre el neumático y el asfalto (o la superficie que sea) sea inferior a la adherencia máxima.

Esto quiere decir que en ocasiones ejercemos tanta fuerza sobre el sistema, que directamente el freno bloquea la rueda y el neumático deja de rodar, deslizándose sobre la calzada. Para evitarlo, el ABS detecta qué rueda está sufriendo deslizamiento y libera presión del sistema de frenos. De este modo, los neumáticos siempre están en contacto con la calzada y la eficacia de la frenada es infinitamente mejor, salvo en alguna ocasión excepcional.

Asistencia a la frenada de emergencia

El sistema de asistencia a la frenada de emergencia, o BAS, es bastante sencillo de entender. En colaboración con el ABS, el sistema detecta cuando estamos efectuando una frenada de emergencia (por la velocidad en la que soltamos el acelerador para pisar a fondo el freno, por ejemplo), y hace los cálculos necesarios para ejercer la mayor potencia de frenado posible en cada momento. Un conductor que presencie cómo en el coche de delante suyo «entra» el BAS, verá cómo los pilotos de freno se encienden intermitentemente. Ver video de caso real.

Dirección asistida

La dirección asistida es uno de esos sistemas de seguridad activa «de incógnito». Puede parecer que es un sistema que proporciona mayor comodidad al conductor, pues para maniobrar a menudo no es necesario ser el primo de Hércules, pero lo cierto es que los avances en la dirección asistida sirven, aparte de para mejorar la comodidad al volante, para proporcionar mayor seguridad y un guiado preciso a alta velocidad.

Los sistemas principales de dirección asistida son el hidráulico, el electrohidráulico y el eléctrico, aunque este último es el más extendido hoy en día.

Control de tracción

El control de tracción, o TCS, es un sistema de seguridad activa que trabaja para que los neumáticos de las ruedas motrices se mantengan en contacto con la calzada sin patinar. Esto puede ser, por ejemplo, arrancando en una pendiente deslizante o en cualquier situación en la que necesitemos tracción, pero el firme deslice. No hay que confundirlo con el control de estabilidad.

El TCS comparte sensores con el ABS, pues necesita saber el estado de cada rueda: si empieza a patinar o no. Además, es un sistema que funciona con cada rueda de forma independiente, y por decirlo de una forma sencilla, si una rueda empieza a deslizar, simplemente la frenará de alguna manera para neutralizar ese patinazo.

Control de estabilidad

El control de estabilidad trata de mantener al coche en la trayectoria correcta, actuando sobre el conjunto de las cuatro ruedas (motrices o no). Gracias a tres tipos de sensores (ángulo de dirección, velocidad de giro de cada rueda y ángulo de giro y aceleración transversal), la unidad de control del ESP comprueba los datos unas 25 veces por segundo.

 

El ESP actúa comparando la trayectoria elegida (ángulo de dirección) con la real (ángulo de giro y dirección transversal), y contrastando las dos con los datos de velocidad de giro de cada rueda. Eso da una visión muy clara de si el conductor tiene el control del coche o no, pues normalmente tanto el ángulo de dirección como el ángulo de giro deben coincidir, y las ruedas no deben de deslizar. La función del ESP es corregir cualquier irregularidad para conseguir adaptar el ángulo de giro real al deseado.

Suspensión activa

La suspensión activa se encarga de gestionar y controlar de forma independiente la amortiguación en cada una de las ruedas. El objetivo: maximizar el contacto del neumático con la calzada en cada momento, mejorando la estabilidad y la adherencia del coche, independientemente del piso. Si nos fijamos bien, la importancia de que los neumáticos estén en contacto con el suelo y no patinen es crucial, y para ello se diseñan varios de los sistemas de seguridad más conocidos.

El sistema funciona a partir de los datos recogidos por varios conjuntos de sensores (en ruedas y amortiguadores, sensores giroscópicos) y controla los amortiguadores (con sistemas neumáticos o hidráulicos en su interior), cuya función es variar la dureza del amortiguador.

Aunque hay personas que verán este sistema de seguridad como algo intrusivo con su conducción, lo cierto es que al avisador de cambio involuntario de carril es un gran avance. El sistema avisa al conductor cuando éste, de forma inadvertida, se sale de la trayectoria del carril por el que circula e invade un carril adyacente. En algunos sistemas se puede llegar a notar un movimiento en el volante que indica que nos hemos pasado de la raya (y nunca mejor dicho). Este sistema salva vidas porque previene al conductor de invadir el carril contrario en una carretera secundaria, por ejemplo, y el sistema acústico de aviso es suficiente como para poner alerta al más despistado de los conductores.

Detección y aviso de circulación en sentido contrario

En línea con el sistema anterior, el aviso de circulación en sentido contrario es bastante intuitivo. Simplemente el sistema detecta que estamos circulando por un carril de sentido prohibido. ¿Cómo lo hace? Puede ser de muchas formas, como consultando información del GPS. Sistema práctico para despistados, y que puede salvar muchas vidas en el caso de que se de algún despiste en la incorporación a alguna autovía (que, realmente, existen incorporaciones que pueden llevar a error).

Detección de ángulo muerto

Interesante sistema de seguridad el que representa la detección del ángulo muerto. Es un problema grande cuando viajamos por autovía o autopista y, ante una maniobra como por ejemplo el adelantamiento, tenemos una zona de visión hacia atrás completamente ciega. En casos muy particulares puede ser que, cuando decidimos cambiar de carril y comprobamos que «no hay nada por detrás», haya justo un vehículo cualquiera adelantándonos. En ese caso, si no disponemos de sistema de detección de ángulo muerto lo más probable es que colisionemos.

 

Como maniobrar con remolque o caravana

A priori puede parecer muy complicado arrastrar el remolque o caravana con el coche, pero lo cierto es que es una tarea que solo precisa de algo de práctica y tomar unas precauciones básicas.land-rover-remolque-01_mp_27538
Algo de precaución


En realidad, el arrastrar un remolque con el coche es bastante sencillo, teniendo la precaución de abrirnos bien en las curvas y tomándole las medidas, mediante la práctica, al conjunto articulado que forman el remolque y el automóvil.
El problema real puede venir cuando sea necesario maniobrar marcha atrás, primero por un problema de visión, ya sea por su ángulo como por que veamos los contornos a través del retrovisor, de modo que se transforme la banda derecha en la izquierda y viceversa. Este cambio obliga a acostumbrase a las reacciones del remolque, siendo preferible practicar en espacios abiertos antes de hacerlo en lugares estrechos.
El procedimiento antes de ponernos en marcha, obliga previamente a comprobar que los retrovisores se encuentren convenientemente dirigidos para tener un total control visual de los contornos del remolque, sobre todo si éste es más ancho que el propio coche.
El circular hacia delante no representa mayor problema que comprobar que la anchura del carril por donde pasamos es suficiente para las medidas máximas del conjunto coche-remolque.
Otro aspecto a tener muy en cuenta es el tener cuidado a la hora de tomar una curva, pues nos obligará a abrirnos hacia la parte exterior de la misma más de lo habitual antes de girar, pues el remolque tiende a «cortar camino», cerrando su giro excesivamente.

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La mayor dificultad, la marcha atrás


Sin duda, el gran problema vendrá cuando debamos circular marcha atrás, puesto que las maniobras adquieren una mayor complicación, al resultar muy diferentes las reacciones de ambos elementos.
De modo simplificado, debemos tener en cuenta que marcha atrás, si la parte trasera del coche se mueve hacia su derecha, el remolque se dirigirá hacia su izquierda y viceversa.
Con esta norma básica, si necesitamos que el remolque se dirija hacia la derecha,  giraremos el volante hacia la izquierda y viceversa, dando más o menos vueltas si queremos que el ángulo de giro del remolque sea mayor o menor.
Resulta muy importante tener en cuenta que el giro no puede ser excesivamente cerrado para evitar que el brazo central del remolque quede aplastado contra el coche, forzando el anclaje del gancho y pudiendo dañar la carrocería.

Mi consejo es no sobrepasar de 35º si es posible, de esta manera corregiremos de forma rápida y sin brusquedad.

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La práctica es definitiva


Seguramente, las primeras veces que realicemos estas maniobras nos parecerán muy complicadas, Debemos recordar que a esta tarea casi siempre nos acompaña un corrillo de personas rodeando al coche y que, en realidad, solo nos despistan con sus consejos contradictorios.
En este caso la solución es tan sencilla como poner la marcha adelante, poner recto el conjunto coche-remolque y volver a encararnos en la dirección adecuada.
La conclusión final es que para moverse marcha atrás con el remolque sin problemas, lo mejor es realizar las maniobras con mucha calma y todo lo despacio que sea necesario pero, sobre todo, practicar todo lo posible para acostumbrarnos a las medidas y reacciones de nuestro remolque.

Uno de los consejos más importantes es un día festivo irse a una explanada asfaltada de polígono o centro comercial, limpia de obstáculos y practicar y practicar.

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¿Cómo actuar al volante en caso de riada o inundación?

Estos últimos días en parte de nuestra geografía, los conductores se han visto en esta desagradable y peligrosa  circunstancia.

Cuando nos vemos obligados a conducir ante condiciones meteorologías adversas, puede darse la circunstancia de que durante nuestro trayecto nos veamos sorprendidos por alguna acumulación de agua, pudiendo llegar incluso a producirse una riada o inundación en la calzada.cortada

Antes de iniciar nuestro trayecto y en el caso de lluvia intensa la primera precaución es la de  tratar de evitar  realizar nuestro desplazamiento por carreteras secundarias. En muchos casos estas, cuentan con ríos o cauces en sus cercanías  lo que hace que las probabilidades de inundación aumenten.

Si durante nuestro trayecto nos encontramos con un tramo de la calzada anegado,  debemos tomar como referencia edificaciones o postes de alumbrado para hacernos una idea de la profundidad del agua. Siendo siempre conscientes de de que esa será la profundidad mínima ya que podría haber hundimientos o baches en el firme de la calzada. De ser posible la mejor opción es siempre no cruzar y buscar una ruta alternativa.inun

Al atravesar un tramo con acumulación de agua, debemos circular a muy baja velocidad, con el motor acelerado en primera, para evitar que entre agua por el tubo de escape.

Con una profundidad de 30-45 cm nuestro vehículo  comienza a descontrolarse, si el agua sigue subiendo  a los 60 cm comenzara a ser arrastrado. Como referencia, debe abandonar  rápidamente  su vehículo si el agua llega por encima del eje o a la altura de  sus rodillas.whatsapp_image_2017-07-13_at_10.01.55_am

En estas circunstancias lo más probable es que no seamos capaces de abrir la puerta del coche por lo que deberemos abandonar el vehículo por medio de las ventanillas, asegurándonos de hacerlo por el lado menos expuesto a la corriente. En caso de no estar seguros de hacia donde debemos dirigirnos al salir del vehículo, podemos subir al techo para valorar la situación.

La mejor forma de evitar riesgos, es siempre la prevención y la planificación. En ante meteorología este manténgase informado y siga  las recomendaciones de las autoridades.

 

Cómo transportar la bici de forma legal y segura

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Desde el éxito  del Mountain Bike a principios hace 25 años , no es raro ver coches transportando bicicletas. Sí es raro verlas en el techo tumbadas y cogidas con pulpos como antaño y precisamente de eso va este artículo, de cómo se deben transportar en coche las bicicletas de forma segura y legal. bicicletas7

Para empezar hay que tener en cuenta que un coche no es un vehículo destinado al transporte de mercancías, así que deberíamos ir desechando esa imagen de familiares y cinco puertas con el maletero lleno hasta el techo y sin ningún tipo de red o reja de separación de carga. Eso es motivo de multa aunque lo veamos con frecuencia por nuestras carreteras.de interior

Vamos con las bicis. Primero la fórmula más barata, echar la o las bicis al maletero. Si el coche es grande y te caben sin abatir asientos (desmontando ruedas, claro), perfecto. Pero si ya tienes que abatirlos recuerda sujetarla con cinchas por tu seguridad y por si las moscas respecto a las multas, porque aunque la ley no es clara a este respecto sí se han dado casos de denuncias y, aunque luego puedas ganar si recurres no deja de ser un jaleo.

Pero es que, además de la posible bronca con el agente y de que se te amargue el día, piensa que una bici de 14 kilos te puede golpear con una fuerza de 500 kilos en un accidente a 56 km/h. No cuesta nada atarla y eso que te aseguras. Y tampoco debe obstaculizar los movimientos y la visibilidad del conductor, es decir, no vale si la rueda trasera te va empujando el cogote, por ejemplo.

Portabicicletas de techo

Pasamos a los portabicicletas que hay diferentes tipos. Empezamos por los de techo, los más comunes y económicos. Encontramos hasta tres tipos y todos ellos necesitan la instalación de barras de techo. Uno ya está casi en desuso y es el que soporta la bici al revés, ruedas arriba. Tiene un soporte para el sillín y ancla la bicicleta por el manillar. Es incómodo y genera muchas tensiones que pueden acabar averiando la bici. de techo

 El segundo tipo exige desmontar la rueda delantera. Sujeta la bicicleta por las punteras de la horquilla, donde se ancla normalmente la rueda, y la trasera se suele atar con un rastral de bicicleta. La ventaja es que ocupa muy poco y no daña ni marca la bicicleta, pero te obliga a llevar la rueda delantera en el maletero.

El tercer sistema es el más extendido, consta de un raíl sobre el que descansa la bicicleta completa y dos brazos (o uno) que sujetan la bicicleta por el cuadro. También hay que atar la rueda trasera para que la bicicleta no bascule hacia delante en las frenadas. Es más aparatoso que el otro (y caro) y suele arañar un poco el punto del cuadro donde contacta, pero no hay que desmontar nada ni restar carga al maletero.

Por altura no tendrás problema aunque tengas una furgoneta, la máxima permitida es de cuatro metros (vas sobrado), pero ojo a la anchura si llevas varias bicis porque la carga no puede sobrepasar el ancho del vehículo (incluidos los retrovisores). Y por largo, a no ser que tengas un Smart tampoco deberías tener problemas, pero que sepas que podría sobresalir por detrás hasta un 15% de la longitud total del coche (obligatorio señalarlo).de porton

Portabicicletas de portón

Muy extendidos por su bajo coste y comodidad para subir y bajar las bicis, aunque si vas a usarlo con frecuencia es un poco rollo porque lo suyo es desmontarlo cuando no se utiliza. Los hay que permiten el transporte de hasta cuatro bicicletas, pero es fácil arañarlas entre ellas y arañar también el coche con las bicis o con los anclajes del mismo portabicicletas. Además no se puede abrir el portón con las bicicletas cargadas.

V20

Ojo porque la carga no debe sobrepasar la anchura total del vehículo (incluidos retrovisores) y las modernas bicicletas de montaña con ruedas de 27,5 y 29 pulgadas en algunos casos se pueden pasar de ancho. Además no pueden tapar los pilotos y matrícula del coche y en la mayoría de los casos lo hacen, así que hay que instalar pilotos y matrícula auxiliares junto con una placa V20.

de bolaPortabicicletas de bola de remolque

Quizá los más caros pero también los más cómodos si se usan con frecuencia. Para empezar se necesita una bola de remolque, ya que sobre éste se ancla el portabicicletas. Son muy cómodos para subir y bajar las bicis, además ahora todos o casi todos se inclinan para dejar espacio y poder abrir el maletero incluso con las bicicletas cargadas.

El mayor problema es el coste total y que hay que desmontarlo cuando no se utiliza (y ocupa bastante aunque sea plegable). Ojo al maniobrar que el coche crece mucho con él instalado, a ver si vas a arrugar todas las bicis y ojo a la anchura total.

FlexPortabicicletas integrado

Opel es la única marca que cuenta con un portabicicletas integrado en sus vehículos. Es similar al de gancho de remolque pero integrado en el coche, no hay que montar y desmontar y tampoco necesita ese gancho. Se llama FlexFix y es lo más práctico con diferencia, claro que sólo lo tiene Opel, hay que pedirlo al comprar el coche y este sistema es incompatible con la instalación de un gancho de remolque.REMOLQUE PORTABICICLETAS

 Remolque

Si tienes espacio o necesitas llevar muchas bicicletas tu opción es un carrito, son casos aislados pero no inexistentes. Ya sabes, necesitas bola, el remolque, atar bien las bicis y espacio para poder almacenarlo cuando no lo usas. Una medida muy drástica pero indispensable para necesidades concretas.

 Importante: Recuerda que no es aconsejable colocar la bici boca abajo,  sobre todo las de frenos hidráulicos.

 

Fuente: Motorpasión

Cómo viajar con caravana

Recuerda que vas a pasar unos días de vacaciones, prepara bien todo y recuerda que no hay prisa.

Autocaravanas, camper, remolque, caravanas, carros tienda, tiendas de campaña… hay muchas opciones para los que desean disfrutar de sus vacaciones con total libertad y no depender de alquileres, hoteles o de ubicaciones urbanas. El camping te ofrece esa libertad que puedes entender a tu manera y aprovechar de muy diferentes formas, tienes para elegir.

Dependiendo del estilo de tus vacaciones te decantarás por una u otra opción. No referimos a  las caravanas, esos remolques que hacen las veces de vivienda  de vacaciones. Esto es lo qué debemos tener en cuenta a la hora de remolcar una.

Antes de salir de viaje…

Antes de salir debemos revisar no sólo el vehículo tractor (el coche o furgoneta que llevemos), también el remolque. El control de luces te puede ahorrar retrasos a la hora de salir de viaje, aunque debería ser algo rutinario y que se hiciese cada vez que enganchemos la caravana, ya que los contactos de la toma de corriente pueden fallar y, en muchos casos, se puede haber colado agua por algún piloto.Alko

Debemos revisar el estado de los neumáticos y su presión, el estado del enganche y todos los sistemas de seguridad así como el correcto cierre de la puerta, arcón delantero y laterales de la caravana. Estos remolques suelen estar mucho tiempo parados y nunca se sabe lo que les ha podido suceder.

Todo está en orden, llega el momento de preparar el equipaje y cargar la caravana. Es importante repartir el peso correctamente, cuanto más cerca del eje mejor y siempre manteniendo un equilibrio entre ambos lados y entre la parte delantera y trasera. En realidad debe recaer un poco más sobre la delantera, pero no mucho, para hacernos una idea es tan fácil como comprobar si podemos bascularla cogiendo la punta de la lanza con una mano (Aquí tienes una  explicación de la importancia del reparto de pesos).caravana 4

Recogemos las patas de la caravana, la enganchamos al coche, conectamos las luces (las comprobamos), el cable de seguridad, el estabilizador (si tenemos y si no está integrado en el propio enganche) ponemos los retrovisores suplementarios si queremos o si los necesitamos, pero aunque no estemos obligados a llevarlos porque con nuestro coche se vea lo mínimo marcado por ley (60 metros por detrás y 20 metros de anchura de la vía) sí son recomendables, quitamos el freno de estacionamiento de la caravana y nos ponemos en marcha.

Importantísimo no olvidarse puesto o a medio poner el freno de mano de la caravana, no sería el primer caso en el que salen ardiendo los frenos con el consiguiente peligro que conlleva. También es importante no olvidarse de lo que llevamos detrás enganchado, puede sonar a risa, pero a veces pasa y, nada más salir, te puedes llevar puesto un coche, señal de tráfico o valla al cerrarte demasiado en un giro.DSC_2833

Las maniobras son un punto delicado, pero con el paso de los kilómetros todo se aprende. Lo más importante es no tener prisa, no ponerse nervioso y pensar antes de actuar. Lo mismo se puede aplicar a la conducción en general, nada de prisas, es mejor ir lentos pero seguros. Los adelantamientos en carreteras de doble sentido serán muy, muy escasos y, en más de una ocasión, tocará quedarse detrás de un camión en autovía porque no nos ha dado tiempo a salir al carril izquierdo.

Velocidades máximas permitidas

Hay que diferenciar entre caravanas hasta 750 kilos y por encima de ese peso cuando hablamos de autovías y autopistas. Las primeras pueden ir a 90 km/h y las segundas a 80 km/h. En carreteras convencionales con un arcén de más de metro y medio la velocidad máxima permitida es de 80 km/h, si el arcén es menor la velocidad baja a 70 km/h y en población la máxima es de 50 km/h. (límites para España)

Puede parecer poco, pero la verdad es que la caravana tiene su peligro y por encima de 90 la cosa se complica y puede tener un desenlace fatal. De hecho hay circunstancias en las que toca reducir la velocidad aún más aunque el suelo esté completamente seco. El viento es un gran enemigo invisible y hay que estar atento a los cortes de viento para que el remolque no comience con un movimiento lateral que puede acabar fatal.caravana 3

Un coche potente nos ayuda a mantener una conducción más relajada y también a solucionar posibles situaciones de peligro, como los bandazos laterales, pero también puede provocar otras por culpa del exceso de velocidad (a veces inconscientemente).

Rodando con caravana

Para viajar con caravana hay que cambiar el chip y olvidarse de llegar con hora, el viaje durará lo que tenga que durar. Piensa que las prisas no sólo pueden acabar en accidente, también pueden acabar con la mecánica de tu coche. Los calentamientos son frecuentes por forzar el motor en largas subidas y los frenos pueden flaquear si bajamos rápido… Es decir, no se puede correr ni subiendo ni bajando.

La antelación es la clave, debemos realizar todos los movimientos con tiempo y suavidad, evitar las maniobras bruscas y/o apuradas, trazar con tiralíneas, intentar mantener un ritmo constante (el consumo se dispara y si conduces cambiando de ritmo, todavía más), aprovechar el final de las bajadas para ‘coger carrerilla’ y subir parte de la siguiente pendiente con facilidad, mantener una distancia de seguridad mucho mayor y mantener una atención constante.

Atención al sueño, que es otro gran enemigo. Es importante parar cada cierto tiempo para descansar, pero no conviene parar excesivas veces si no es necesario porque el viaje se puede volver eterno y el cansancio aumenta.

Conducir con caravana es apto para todos los públicos, no requiere unas dotes o habilidades especiales, pero sí tener las cosas claras. Lo de maniobrar es otro cantar, aquí los más habilidosos cuentan con ventaja, ya que dar marcha atrás con remolque no es fácil y menos cuando éste te quita gran parte de la visión.camper

Si eres de los que les gusta jugar puedes coger práctica y aparcar en sitios que, en principio, parecían imposibles. Si no es tu caso es tan fácil como desenganchar y mover la caravana a empujón. Es más, ahora existen movedores eléctricos (pequeños motores eléctricos en las ruedas) que te permiten aparcar la caravana con un mando a distancia y sin ningún esfuerzo ante la mirada atónita de los paisanos que tengas al lado.

Fuente: Motorpasión

ESP ¿Hay que quitar el control de estabilidad en la nieve?

Una discusión típica de barra de bar, o de foro, es si es mejor dejar o quitar el control de estabilidad del vehículo cuando se conduce sobre nieve. No te vamos a hacer esperar, la respuesta es que es mejor dejarlo conectado, pues se ha diseñado especialmente para ganar seguridad en situaciones de baja adherencia.invierno

Los fabricantes instalan el control de estabilidad para ayudar a evitar las pérdidas de trayectoria, lo que ocurre cuando las ruedas pierden la adherencia con el suelo, algo que es más fácil sobre nieve o hielo. No importa si conduces en carreteras secas, mojadas, con gravilla, en curvas o rectas, en pistas sin asfaltar, en carreteras nevadas o con hielo. Si el sistema detecta una diferencia de velocidad entre las distintas ruedas del vehículo, es decir, que una de ellas o varias han perdido adherencia, el control de estabilidad actuará para corregir la trayectoria.

Funcionamiento del control de estabilidad

El control de estabilidad, que marcas como Toyota llaman VSC (Vehicle Stability Control), mide a través de sensores –también usados por el ABS y el control de tracción- la velocidad instantánea de cada rueda. Cuando todas giran al mismo ritmo el vehículo entiende que todo va bien. Si una o varias ruedas comienzan a girar a distinto ritmo que las demás el vehículo detecta que hay un deslizamiento y de qué tipo es. Instantáneamente actúa cortando la potencia del motor y aplicando freno de forma independiente en las distintas ruedas.

Unas simples microfrenadas realizadas en décimas de segundo en ruedas seleccionadas, junto al corte momentáneo de la potencia son normalmente suficientes para que el vehículo recupere la trayectoria. En la mayoría de los casos el control de estabilidad funciona tan eficazmente que el deslizamiento se detiene incluso antes de que el conductor perciba una pérdida de trayectoria.neumaticos-invierno-5

De hecho, no hay un solo conductor en el mundo capaz de superar la eficacia y sutileza de un control de estabilidad en la nieve. Como mucho, algún piloto escandinavo sabrá usar los deslizamientos sobre la nieve para mantenerse dentro de la carretera rodando a toda velocidad, pero no todos podemos apellidarnos Kankkunen o Mäkkinen. Y ni siquiera ellos pueden retener esos deslizamientos como lo consigue un control de estabilidad y la razón es simple: con el pedal de freno no se pueden frenar las ruedas de forma independiente como lo hace un control de estabilidad en décimas de segundo.

No dejes de guiar el vehículo

Es importante recordar que el control de estabilidad trata siempre de recuperar la trayectoria que marca el conductor con el volante. El control de estabilidad no es mágico y si tras un bandazo de la carrocería apuntamos con el volante hacia la cuneta o hacia el carril contrario, el control de estabilidad hará todo lo posible para dirigirnos donde le indiquemos.

No hay que asustarse, pues el funcionamiento es muy intuitivo. Como entra en funcionamiento extremadamente rápido y pronto, los deslizamientos y bandazos acaban siendo mínimos y los sustos muy pequeños. No obstante, es importante conducir por la nieve con mucha prudencia y recordar que si entra en funcionamiento el control de estabilidad no hay que dudar, sino seguir dirigiendo el vehículo con el volante donde queremos ir.

La mejor forma de reducir un deslizamiento repentino sobre la nieve y ayudar al control de estabilidad cuando entra en funcionamiento es no sobrecorregir moviendo mucho el volante. Cuanto más giro apliquemos para corregir un deslizamiento, sea sobreviraje o subviraje, más trabajo le daremos al control de estabilidad (que quiere dirigirnos donde le indiquemos, recuerda) y más tardará en conseguir recuperar la trayectoria, con lo que recorreremos más metros sobre la nieve sin control.ESP

Una forma de no sobrecorregir es mirar hacia el punto más lejano que veamos de la carretera, y en una curva hacia la salida de ésta. Pero, sin duda, lo mejor es realizar cursos de conducción segura donde enseñan a sacar el máximo provecho a las ayudas electrónicas del vehículo en situaciones de emergencia.

Cuándo quitar los controles en la nieve

Tranquilo no nos hemos olvidado, es cierto que hay situaciones en la nieve en las que hay que quitar los controles. La primera es cuando se montan cadenas en el eje motriz para avanzar por un tramo nevado o helado, pero sólo si el vehículo da muestras de funcionamiento erróneo.

Las cadenas de eslabones aumentan el diámetro de la rueda y ésta necesita menos vueltas para recorrer una distancia que las ruedas sin cadenas. Esto puede confundir al sistema que puede pensar que se está produciendo un deslizamiento, cortando la potencia del motor y aplicando freno a las ruedas. Si con las cadenas montadas no se producen funcionamientos erráticos, no es necesario desconectarlo. Por ejemplo, con las fundas para nieve no suele ser necesario.cadenas coche_0

El otro momento en el que sí se puede probar a quitar los controles de tracción y estabilidad sobre nieve es cuando con ellos conectados no se consigue superar un obstáculo, una rampa o iniciar la marcha. Si el coche no avanza con la electrónica puesta, a lo mejor dejando que las ruedas derrapen y escarben un poco se encuentra la suficiente adherencia para salir de la dificultad. La mayoría de las veces tampoco funciona, pero si se consigue, en cuanto el coche recupere la tracción y pueda circular hay que volver a conectar las ayudas.

Fuente: Motorpasión

Consejos para circular con niebla

La niebla es uno de los contratiempos atmosféricos más inoportunos con los que el conductor tiene que lidiar con la llegada de las bajas temperaturas. Este fenómeno reduce la visibilidad y una mala praxis en el uso de las luces o de la señalización de nuestros movimientos pueden provocar accidentes. Además, muchos de los errores que cometemos cuando tenemos que enfrentarnos a la niebla son sancionables. Por lo que estad atentos a lo que os contamos a continuación.niebla

Aumentar la distancia de seguridad

En contra de lo que puedas pensar, circular pegado al coche de delante es peligroso en caso de niebla. Puedes pensar que así lo ves mejor y tienes un punto de referencia en mitad de la niebla, pero lo cierto es que así se aumenta el riesgo de colisión, al igual que en el día a día. Utiliza bien las luces y mantén la distancia de seguridad, ese es el mejor método para ubicarnos bien en la carretera en caso de niebla.niebla-de-la-manana-temprano-banco-paisajes-carretera-carreteras_121-62113

Utilizar las luces de cruce y de posición

¿Cuál es el error que normalmente cometemos al circular con niebla? Optar por poner las luces largas. Estas luces en contra de lo que puedas pensar, reducen la visibilidad pues se reflejan en la niebla, provocando un efecto rebote. Además, molestan a los conductores que puedan venir en sentido contrario. ¿Qué debes hacer? Es clave conocer las luces de tu coche y cuándo utilizarlas. Para empezar, hay que poner las luces de cruce y de posición, independientemente de que la niebla sea densa o no.

Las luces antiniebla han sido creadas especialmente para estas situaciones. La forma de proyectar la luz es diferente a las normales, ya que su haz de luz es ancho y plano con el objetivo de reducir al máximo la reflexión. Por ello también, se encuentran debajo de los faros o en la zona del parachoques. Mientras que la luz antiniebla delantera tiene un uso opcional, es decir, puedes usarla si lo precisas necesario, en caso de niebla, la luz antiniebla trasera solo puede utilizarse en caso de niebla densa, cuando verdaderamente nos tenemos que hacer ver. Debes mantenerte alerta, pues si molestan a otros conductores debes desconectarlas y, en caso de atasco tampoco pueden estar en funcionamiento. Su mal uso es una falta de circulación y te pueden multar por ello.A-8, AUTOVÍA DEL CANTÁBRICO. NUEVAS MEDIDAS DE SEGURIDAD.

Aumentar el nivel de alerta

La niebla nos puede sorprender haciendo la ruta de todos los días a la misma hora, aún así no dejes llevarte por la confianza y aumenta tu nivel de alerta. Aunque tú pienses que conoces bien el camino, la niebla puede dificultar el trayecto al que estas tan habituado y los peligros que puedes encontrar en un día normal pueden aumentar en el momento menos esperado. Recuerda que no es un día normal, y que no contarás con la visibilidad de un día soleado.

Adecuar la velocidad

De acuerdo a lo tratado anteriormente, no adecuar nuestra velocidad a la situación también es un peligro y una irresponsabilidad que a menudo cometemos en caso de niebla. Además, muchos conductores se desesperan cuando hay niebla, aumentando su velocidad para salir de la zona afectada por esta. Esto puede provocar muchos accidentes, ya que al no tener puntos de referencia debido a la mala visibilidad, el conductor puede ir más deprisa de lo que cree. La mejor solución es usar el acelerador con moderación y el freno siempre suave.

No te pares en el arcén

Cuando la niebla es muy densa, muchos habréis pensado en deteneros y volver a circular cuando la niebla se haya dispersado un poco. Es una decisión acertada, pero el error viene cuando optamos por pararnos en el arcén. En ese punto podemos provocar incidentes y molestar a otros conductores. Lo correcto es esperar a la siguiente estación de servicio o gasolinera.

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A menudo cuando la visibilidad empeora optamos, sin darnos cuenta, por ocupar más espacio del debido llegando a invadir el carril de al lado. Mantente alerta y ubicado en tu carril para evitar colisiones.

A continuación os dejamos este vídeo, en el que Toyota explica de forma clara y sencilla los consejos para conducir con niebla.