Somos EuroTaller

Queridos clientes, amigos y seguidores, desde el uno de marzo de este año pertenecemos a la Red de Talleres más importante y mejor valorada de nuestro país. Pensamos que la integración en Eurotaller nos aportará todo lo necesario para poder día a día mejorar y dar mejor servicio a nuestros clientes. Siempre hemos dado prioridad a nuestra formación pero las nuevos avances en el sector de la automoción hacen que sea necesario estar adheridos a Eurotaller nos aporte todo lo necesario para intentar ser uno de los mejores Talleres Multimarca, puede sonar prepotente, pero no podemos perder el tren, hoy en día estar interconectados, el control remoto de las averías el Pass-Thru son una realidad. Pronto podremos realizar un seguimiento de la avería a distancia si es necesario. El siglo XXI ha llegado al automóvil a toda velocidad, cargado de novedades constantes y Automoción Miraflores está ahí para satisfacer las demandas de sus clientes.

A continuación comentamos algunos de los valores de Eurotaller

Eurotaller «Cuida el motor de tu vida».

EuroTaller es la Red de Talleres de los clientes contentos. La que más puntos de servicio pone a tu disposición en toda España. Con una decidida orientación a la excelencia, al trabajo bien hecho y el trato cercano. Para proporcionarte la mejor experiencia posible en el mantenimiento y reparación de tu vehículo.

Sea cual sea la marca de tu coche. Sea cual sea la naturaleza de la intervención: electromecánica, mecánica rápida o chapa y pintura. De toda confianza. Con garantía nacional. Y los medios técnicos más competitivos. Con el recambio original de las primeras marcas que montan los fabricantes de vehículos. Para que circules seguro. Para que tu coche minimice su impacto medioambiental. Y, sobre todo, para que nada estropee ese plan tuyo llamado vida.

Nos mueve la Excelencia. En Calidad y Servicio. Nuestra razón de ser es proporcionarte una experiencia de taller que colme y supere tus expectativas: nos gusta la sonrisa de los clientes contentos. Tu sonrisa.

Porque en tu coche llevas lo que más quieres. Porque en tu vehículo das grandes conciertos. O porque en tu coche conduces recuerdos. En definitiva, porque en tu coche vives grandes momentos y no queremos que nada los estropee. Por eso, EuroTaller “Cuida el motor de tu vida”.

Somos innovación y tecnología al servicio de tu movilidad. Un compromiso de servicio que se sustenta en la mejor competencia técnica del mercado. En la cualificación y formación continua y útil de los operarios y gerentes de la Red. En la productividad y eficiencia de la maquinaria de diagnosis y reparación utilizada. Y en la máxima calidad del recambio empleado en cada intervención.

Que te ofrecemos:

Garantía Nacional

Decir EuroTaller es decir Movilidad. Es decir “Garantía Nacional”. Para que nada estropee ese plan tuyo llamado vida. Y porque la verdadera avería es no poder hacer las cosas que más te gustan. Tienes nuestra palabra. Nuestro compromiso. El de nuestra “Garantía Nacional”. Que cubre todas las reparaciones y mantenimientos en cualquiera de nuestros 850 talleres de la Red.  Para que todo marche bien, EuroTaller “Cuida el motor de tu vida”.

Garantía de Origen

Más fácil y cómodo en el EUROTALLER más cercano, y sin perder la garantía de origen.

De acuerdo con la reglamentación europea, el mantenimiento y las reparaciones ahora también puedes hacerlas en EUROTALLER, sin perder la garantía de origen. Tráiganos su vehículo y disfrute de un servicio con todas las garantías.
Ver reglamentación europea 

Ventajas de EUROTALLER

Así de sencillo. Así de claro. Cualquiera que sea la marca del coche con la garantía en vigor del constructor, ahora EUROTALLER puede realizar todas las intervenciones necesarias, y usted conserva todos los beneficios de esa garantía.

  • Piezas originales en todas las reparaciones (con la misma calidad que las utilizadas durante el montaje del vehículo).
  • Personal formado y capacitado al máximo nivel.
  • Calidad profesional en cada intervención.
  • Garantía en la mano de obra.

Rapidez, eficacia, seguridad.

  • Presupuestos gratuitos sin compromiso.
  • Posibilidad de un coche de sustitución.
  • Posibilidad de Financiación en su reparación.

NUESTROS PROVEEDORES

EuroTaller, la Red líder de Talleres Multimarca, trabaja con los más importantes Fabricantes.

 

EuroTaller, cuestión de confianza.

 

 

Invierno ¿Cómo llevamos nuestro equipaje?

Bien para escaparte a la pista de esquí, bien para hacer algo de turismo rural, cualquier excusa es buena para romper con la monotonía de la semana.

Y para que no tengas que renunciar a ninguno de tus hobbies, recordamos  las mejores opciones que tenemos para transportar nuestro equipaje.

Antes de nada: ¿no te basta con el maletero?

Es el primer recurso. Es el espacio propio del interior del coche dedicado para el transporte de los objetos personales de los ocupantes. Aunque como su propio nombre indica, generalmente están diseñados para guardar maletas, y poco más. Las capacidades pueden estar entre los escasos 100 litros de un compacto urbano hasta los casi 2.000 litros de un gran monovolumen.

En muchos modelos, se pueden ganar unos cuantos litros extra abatiendo los asientos traseros. Así que si viajas solo o en pareja, comprueba que tu coche lo permite y consigue así más espacio para tus pertenencias.

Lo más básico: baca o barras de techo

A menos que dispongamos de un vehículo con un maletero realmente grande, lo más normal si practicamos deportes de invierno (u otros como el surf o el ciclismo) es que tengamos que tirar de barras de techo o bacas (éstas últimas son las tradicionales transversales). Son el elemento fundamental para utilizar otros accesorios de trasporte como portaesquíes o portabicicletas, así como si queremos llevar equipaje adicional, bien al aire o en un cofre.

Antes de adquirir cualquier tipo de barra y kit de instalación, debemos tener en cuenta qué tipo de techo tiene nuestro coche, pues dependiendo de la marca, modelo y versión podemos encontrarnos con railings, puntos de fijación, perfiles en T… Lo mejor en estos casos en consultar directamente con el vendedor.

Ten en cuenta que tanto las propias barras como por supuesto llevar equipaje en ellas afecta a la aerodinámica de nuestro coche y aumenta el consumo de combustible. Además existen unas reglas de circulación muy específicas: que los objetos vayan bien sujetos y no vayan sueltos o arrastrándose, que no sobresalgan a lo largo y a lo ancho de las dimensiones del vehículo, señalizarlo en caso contrario…

Cofres o baúles de techo

The functional roof box for all your needs.

Los más viajeros optarán por un cofre de techo, que nos podrán dar una capacidad de almacenaje extra de entre 300 y más de 600 litros y un máximo de 70 kilos, según modelo. Nuevamente lo mejor es consultar con un profesional en base a las características de nuestro vehículo y a nuestras propias necesidades, pues además podemos usar un baúl para guardar nuestros esquíes o combinarlo con otras opciones de transporte como un portabicicletas.

También podemos escoger entre cofres de lona, más fáciles de guardar pero más ruidosos, y los rígidos, más caros pero con mejor aerodinámica

Al igual que con el tema de la baca, aunque no existe en general límite de velocidad para circular con ellos, sí contamos con ciertas premisas que debemos seguir cuando viajamos con un cofre en el techo: ser prudentes con la velocidad, repartir bien el peso, anticiparte en las frenadas…

Cómo llevar nuestros esquíes y tablas de snowboard

 

Si somos practicantes habituales de deportes de invierno, lo más normal es que usemos portaesquíes para transportar nuestro equipo. Y en este caso contamos con más opciones para su transporte.

Lo más tradicional es usar un portaesquíes de techo acoplado a las barras o a la baca que ya llevamos en nuestro vehículo. Los podemos encontrar de diferentes materiales y con distintas formas de cierre, y con tamaños para tan sólo un par de esquíes o para varios pares si viajamos acompañados.

Una opción más cómoda, y preferente si no contamos con barras, son los portaesquíes magnéticos, que se acoplan directamente al techo de nuestro coche. En este caso tenemos que tener en cuenta que existen modelos con diferentes niveles de adherencia, y por tanto, con diferentes velocidades máximas recomendadas por los fabricantes (generalmente, desde 90 km/h).

También existen portaesquíes acoplables a la bola de remolque o a la rueda de repuesto trasera de los vehículos que lo monten (generalmente los 4×4 y SUV). Con ellos, podemos transportar varios pares de esquíes o tablas en posición vertical en la parte posterior de nuestro coche, por lo que el rozamiento con el aire será mucho menor y por lo tanto el consumo de combustible.

¿Y si queremos llevar nuestra bicicleta?

 

En caso de que queramos llevar con nosotros nuestra bicicleta (o incluso varias) también contamos con varias opciones. Lo más sencillo podría ser llevarla en el maletero, si contamos con uno con el espacio suficiente. Podemos elegir entre guardarla con las ruedas desmontadas o llevarlas sin desmontar abatiendo los asientos traseros, si la configuración de nuestro coche nos lo permite. En este caso, recuerda siempre llevar la bicicleta bien sujeta con cinchas, pues aunque la normativa no es clara en cuanto a sanciones, sí puede golpearnos con fuerza en caso de accidente.

Al igual que los esquíes, también podemos optar por llevar nuestra bicicleta en el techo. Existen diversos modelos de portabicicletas que se acoplan a las barras, aunque por lo general consisten en llevarlas de pie y sujetas tanto por el cuadro para que vayan bien firme, como por las ruedas para que no basculen. Por otro lado, aunque obviamente no podemos llevar una bicicleta guardada en un cofre, sí existen modelos de éstos que permiten espacio para llevar ambas cosas.

Por último, también podemos encontrar soluciones para llevar nuestra bicicleta en la parte trasera. Además de los que se acoplan a la bola del remolque o a la rueda de repuesto trasera, para aquellos vehículos que no cuentan con alguna de estas cosas también podemos contar con portabicicletas de portón que aprovechan el propio cierre de nuestro maletero. Es una de las opciones más cómodas y económicas, pero tendrás que tener en cuenta las consideraciones obvias de seguridad: no sobrepasar el ancho de nuestro vehículo, no tapar las luces ni la matrícula, etc.

La última solución: remolques

 

Es la opción más drástica, y obligatoria si realmente tenemos necesidades mayores de transporte (un animal de gran tamaño, una barca o incluso otro vehículo). Ten en cuenta que incluso con los modelos más pequeños, tipo carretilla abierta, cambian las reglas del juego totalmente, pues ya hemos pasado a dirigir un conjunto de vehículos: podremos tener que pasar la ITV, respetar una velocidad máxima de 80 km/h en autovía y 70 km/h en carreteras convencionales, e incluso obtener un permiso de conducir superior si superamos los 750 kilos de peso.

Es una opción que deberíamos evitar si podemos, aunque si realmente tenemos la necesidad de usar uno tampoco debería suponernos un mayor problema que planificarlo con mayor antelación. Una solución intermedia muy práctica es contar con un cofre trasero acoplado a la bola, que aunque más limitado de espacio, da más libertad pues no se considera remolque.

Bola extra: ¿y si tenemos mascota?

Lo primero que debemos tener claro es que nuestra mascota no es una mercancía que podemos transportar de cualquier manera, sino un miembro más de nuestra familia, con sus propias necesidades. Aunque obviamente no podemos llevarlo atado a un cinturón de seguridad sin más, como una persona adulta.

La forma de transportar un animal en nuestro coche depende principalmente de su tipología (si es un pájaro, irá obviamente en su jaula) pero también de su tamaño. De forma muy básica podemos decir que los gatos y los perros de pequeño tamaño deberán ir en un transportín, colocados en el suelo de los asientos traseros.

si nuestro can es de mayor tamaño, podemos optar por llevarlo en la parte trasera bien sujeto con arneses especiales al cinturón de seguridad; o en el maletero si éste es abierto (nunca jamás si es cerrado), separado con rejas o redes de la zona de los pasajeros y si es posible, también de las propias maletas.

En general, debemos conocer bien las reglas para viajar con nuestra mascota, pero también usar nuestro sentido común: nuestra mascota debe ir bien sujeta, pero también bien segura para que, en caso de cualquier eventualidad, sufra el menor daño posible.

Cómo poner las cadenas para la nieve

A continuación os explicamos cómo afrontar aquellas situaciones en las que la nieve nos sorprende y nos obliga a usar cadenas de nieve en nuestro coche, exponiéndonos con pasos sencillos, cómo hemos de colocarlas.

También nos recuerda que con ellas puestas no podemos superar los 50 km/h y que se han de retirar de forma inmediata cuando no hay nieve, de lo contrario, romperemos las cadenas y/o dañaremos los neumáticos.

Las cadenas de nieve nacieron hace 113 años con la finalidad de incrementar la tracción de las ruedas sobre firmes nevados o embarrados y dicho concepto no ha evolucionado con el paso de los años ya que, hoy día, seguimos usando aquéllos mismos dispositivos, junto con otros más evolucionados y cómodos de instalar como cadenas de tela y cadenas mixtas.

La colocación de las cadenas de nieve es una situación que suele producir cierto estrés al parecernos un proceso complejo que, sin embargo, no lo es tanto.

¿En qué ruedas se colocan las cadenas de nieve?

Las cadenas de nieve han de ser colocadas en las ruedas motrices de nuestro vehículo (si no sabemos cuáles son, debemos consultar el manual, allí vendrá debidamente explicado).

  • Si el coche es de tracción delantera, deberás colocarlas en las ruedas delanteras
  • Si el coche es de propulsión trasera, deberás colocarlas en las ruedas traseras
  • Si el coche dispone de tracción integral, debemos tener en cuenta que existe una amplia variedad de sistemas de tracción, por lo que lo más recomendable es consultar el manual del vehículo –donde aparece debidamente explicado– o bien ponerte en contacto con tu concesionario para que te asesoren sobre cómo proceder.

¿Cómo se colocan las cadenas de tela?

Las cadenas o fundas de tela son las más sencillas y rápidas de colocar.

Para instalar estas cadenas/fundas, tan sólo necesitas 8 minutos si sigues estos consejos:

Desenrolla las fundas de nailon, para comprobar que las montas en el sentido correcto.

  1. Coloca la funda, hazlo como si estuvieras vistiendo al neumático, para ello comenzarás por la parte superior, acoplando debidamente el tejido a la banda de rodadura y flancos del neumático, después estirarás la misma por toda la superficie de la rueda.
  2. Suelta freno, cuando hayamos completado el punto 3, soltaremos freno de mano para que avance unos centímetros, de esta manera la funda será pisada por la rueda y podrás completar el montaje de la funda de nailon, tirando de ella hasta cubrir la totalidad del neumático.
  3. Colocación concéntrica de la rueda, aunque pueda parecer que la funda no está concéntrica a la rueda, lo único que debemos hacer es iniciar la marcha para que ella sola se reajuste.

IMPORTANTE:

  • Estas cadenas/fundas de nieve deben quitarse en el preciso instante que no haya nieve, de lo contrario, en apenas 500 m de circulación sin nieve, estas se habrán roto.
  • Después de cada uso, deben ser lavadas siguiendo las indicaciones del fabricante.

¿Cómo se ponen las cadenas de nieve clásicas?

Las cadenas de nieve clásicas son las que más tiempo necesitan para ser colocadas
Para instalar estas cadenas, necesitamos alrededor de 20 minutos siguiendo estos consejos:

Su bajo precio, es de lo más atractivo, estas son las cadenas que nacieron hace 113 años y que todavía seguimos usando. El montaje resulta más complicado y engorroso respecto a las cadenas más modernas.

  1. Estirarlas sobre el suelo, de esta manera nos aseguramos que la cadena no está enrollada en cualquiera de sus tramos.
  2. Estirar el cable de acero. Esta es la parte más incómoda ya que has de estirar el cable de acero detrás de la rueda y enganchar dicho mecanismo; no podrás evitar ensuciarte las manos.
  3. Seguir estirando la cadena sobre la banda de rodadura del neumático. Una vez realizado, debes desplazar el vehículo unos centímetros para que la rueda ‘pise’ sobre los eslabones y termina de cubrir la rueda con la cadena.
  4. Enlaza los enganches con los tensores. Aunque no lo parezca, resulta intuitivo saber que va con qué, ya que, una vez que la cadena esté colocada correctamente, sólo habrá una forma de que encajen todos a la vez.
  5. Este es el aspecto de la rueda con la cadena montada, estas cadenas al contar con tensores automáticos se ajustarán a la rueda en cuanto se inicie la marcha, aunque conviene recorrer unos 25 m y bajarse del vehículo para volver a tensar, si fuera necesario, antes de continuar con la marcha.

IMPORTANTE:

  • Estas cadenas de nieve tienen el inconveniente de arañar las llantas con facilidad.

Cadenas de nieve mixtas

Las cadenas de nieve mixtas precisan de poco tiempo para ser colocadas
Para instalar estas cadenas, necesitamos alrededor de 12 minutos siguiendo estos consejos

Estas cadenas combinan la facilidad del montaje de las cadenas/fundas de nailon con la eficacia de las cadenas de nieve clásica (con eslabones).

  1. Estirar las cadenas sobre el suelo, de esta manera comprobaremos que no se ha formado nudos. Estas cadenas tienen eslabones para la banda de rodadura, la parte que viste los neumáticos son de nailon y la parte que cubre la llanta es de material textil.
  2. Coloca el aro de nailon por detrás de la rueda, una vez realizado se deberá ir extendiendo el resto de la cadena por toda la banda de rodadura del neumático.
  3. Desliza el coche unos centímetros, de esta manera la cadena se situará sobre los eslabones y permitirá que puedas terminar de estirar la cadena sobre la rueda.
  4. Si la parte textil no queda totalmente centrada, debemos circular unos metros para que se ajuste sola, una vez comprobada su debida colocación, iniciaremos la marcha.

RECUERDA:

  • Debemos retirar las cadenas cuando no haya nieve en la carretera, de lo contrario, los eslabones de estas cadenas que son especialmente agresivos con la goma del neumático, terminarán por dañarlos.

 

Los puntos obligatorios a revisar antes de afrontar un viaje en invierno

 

Los consejos de invierno para el coche se repiten año tras año, pero justamente cada año el mal tiempo del invierno saca de la carretera a muchos conductores y sus respectivos coches. Para evitar que esta época del año te pase factura, conviene recordar estos puntos de revisión que protegerán tu coche en invierno.

  1. Revisa la batería (y cámbiala si es necesario)     Con los cambios bruscos de temperatura, especialmente con el frío, la vida de la batería puede verse afectada. Más aún, con los consumidores eléctricos que montan los vehículos actuales, que prácticamente no dejan de demandar energía en ningún momento.

    Por eso es importante revisar el estado de la batería en los talleres disponemos de máquinas que no diagnostican el estado de la misma. Una batería debe de ser comprobada con herramientas especificas, puede estar bien de voltaje pero tener poco capacidad de almacenamiento, como ocurre con los móviles, por lo que dispondremos de poca potencia de arranque, además la densidad de la misma se merma mucho con temperaturas bajas.

     

     

  2. Comprueba los niveles de líquidos del coche: refrigerante, aceite, lavaparabrisas y frenos

 

Realiza estas mediciones con el motor frío y suelo llano

El líquido refrigerante tiene que estar entre las marcas de máximo y mínimo, igual que ocurre con el nivel del líquido de frenos. Si te toca rellenar líquido refrigerante, espera a que el motor esté frío. Si alguno de los dos niveles se ve demasiado bajo, no te conformes con rellenar el líquido, puesto que en principio esos niveles deberían mantenerse mínimamente estables. Además, en el caso de los frenos es recomendable sustituir el líquido y evitar así mezclas.

Para medir el nivel de aceite, extrae la varilla, límpiala con un trapo e insertala de nuevo en su orificio. Al extraerla de nuevo verás por dónde está llegando el aceite, entre las marcas de máximo y mínimo de la varilla. Si debes añadir aceite, abre el tapón y echa aceite lubricante del mismo tipo que lleva tu motor, según marque el manual de instrucciones.

En cuanto al líquido lavaparabrisas, no hay nivel que medir. Simplemente echa líquido en el depósito hasta que llegue al cuello, antes del tapón. Es más recomendable usar un lavaparabrisas comercial, basado en etilenglicol, aunque sea de marca blanca, que una simple mezcla de agua y detergente, ya que el etilenglicol es un dio que, como hace el alcohol, se evapora fácilmente al rociar el parabrisas. De esta manera no se compromete tanto la visibilidad durante la conducción como lo hace una simple base acuosa.

  1. Examina los limpiaparabrisas

Unas escobillas de limpiaparabrisas que no limpian el cristal, que hacen un ruido exagerado en mojado o que dejan cerco por donde pasan son unas escobillas que están pidiendo la jubilación a gritos. Si además presentan rotura en el filo de goma, olvídate. Cámbialas inmediatamente. Y, cuando tengas las escobillas nuevas montadas, evita usar el limpiaparabrisas en seco o cuando el cristal esté cubierto de hielo. Te durarán mucho más.

  1. Inspecciona los neumáticos

Revisar los neumáticos en invierno es vital para garantizar la adherencia del vehículo al asfalto y para evitar, en lo posible, pérdidas de control debido a un mal estado de las cubiertas. Controla en frío la presión de inflado, verifica que la profundidad del dibujo o escultura de la banda de rodadura no sea inferior a 3 milímetros (un valor de seguridad muy superior a los mínimos 1,6 milímetros exigibles por ley) y supervisa que la goma no presenta cortes o deformaciones.

Si en cualquier época del año esta es una actividad cotidiana, en invierno cobra mayor importancia, debido a las mayores exigencias a que se ven sometidos los neumáticos en la carretera.

  1. Considera comprar un juego de neumáticos de invierno o unas cadenas para la nieve

Los neumáticos de invierno no sólo son un aliado contra la nieve o el hielo, sino que incluso bajo el sol demuestran un mejor comportamiento frente a los neumáticos de verano, cuando las temperaturas son inferiores a 7 ºC.

Si no es el caso en tu zona porque las temperaturas no son tan bajas por lo general, pero igualmente vives en un lugar donde existe riesgo de nevadas aunque sea de forma esporádica considera comprar unas cadenas y aprende a montarlas de forma anticipada, sobre suelo seco y en buenas condiciones de tiempo, siguiendo las indicaciones del fabricante. En el peor de los casos, se pasarán el invierno metidas en el maletero, pero siempre a punto por si te hacen falta.

  1. Revisa el sistema de alumbrado

En cuanto a las luces del coche en invierno, vale lo dicho sobre los neumáticos. Son importantes durante todo el año, pero en invierno son cruciales ya que tenemos menos horas de luz natural, así que asegúrate de que funcionan todas.

No dudes en cambiar dos bombillas de un mismo tipo, por ejemplo las correspondientes a la luz de cruce, cuando se funda la primera. Al fin y al cabo, la misma antigüedad tiene la lámpara de la derecha que la lámpara de la izquierda. Y si tu coche es de esos que odiamos los mecánicos porque para cambiar una bombilla hay que desmontar medio coche, razón de más para que aproveches la visita a tu taller de confianza. También aprovecha el viaje al taller si por cualquier causa sospechas que los haces de luz no están correctamente alineados, y así evitarás deslumbrar a los demás, ver a menor distancia de lo que corresponde… o ambas a la vez.

  1. Comprueba el sistema de frenado

Observa la zona del depósito del líquido de frenos, así como los conductos que salen de él. Si el material está reseco, esto puede ser indicativo de que es necesario cambiarlos. Si ves líquido por debajo o en la zona de las ruedas, es posible que tu coche esté perdiendo líquido de frenos.

Tanto las pastillas como los discos de los frenos sufren desgaste con el uso. Analiza ese desgaste con la ayuda de una linterna, prestando atención a la superficie de los discos, y aprovecha para verificar que no existen desperfectos o suciedad excesiva en ellos. En caso de duda, o si notas frenadas irregulares o tactos extraños al presionar el pedal, acude al taller para que realicen una revisión completa del sistema.

  1. Revisa el botiquín

Un botiquín para coche debe contener:

  • gasas esterilizadas,
  • vendas elásticas,
  • guantes de vinilo,
  • alcohol o agua oxigenada,
  • tijeras,
  • pinzas,
  • imperdibles,
  • esparadrapo,
  • algodón y apósitos, conocidos popularmente como tiritas.

En invierno conviene llevar a bordo del coche:

Siempre debes de llevar un cargador de teléfono móvil y el depósito de combustible lo mas lleno posible.

  • rascador de hielo para el parabrisas,
  • manta térmica, útil para auxiliar heridos y por si realizas operaciones en condiciones adversas tales como montar cadenas sobre la nieve,
  • guantes de goma, por si tienes que montar cadenas o quitar nieve,
  • linterna, y pilas de repuesto o bien una linterna de dinamo.
  • agua y algún alimento energético (barritas de cereales o frutos secos).
  1. Prepara el coche para pasar la noche en la calle

Pasar el invierno en la calle es algo que no le sienta bien a nadie. Pero como no todo el mundo tiene a su disposición un lugar a cubierto donde guardar su vehículo, conviene preparar el coche para pasar la noche en la calle.

Lo que sí se recomienda es lavar el coche con mayor frecuencia en invierno, sobre todo si ha nevado y en tu municipio se ha utilizado sal para el asfalto. Por otra parte, si en tu zona hiela intenta que las escobillas no queden en contacto con el parabrisas durante la noche, por ejemplo colocando una sábana que cubra el cristal y los retrovisores, dejando por encima los limpiaparabrisas.

Evita circular con el coche  sin tener visibilidad suficiente.

Arrancar el coche en invierno un poco antes de lo normal es un remedio que quizá no sea muy ecológico, pero nos puede ayudar a mejorar la seguridad. Antes de emprender la marcha, pon en marcha el motor para que se vaya calentando y así conseguir que funcione la calefacción o el climatizador, que utilizarás para desempañar los cristales del coche.

Por otra parte, si se ha helado el parabrisas y la capa de hielo es gruesa, mientras esperas a que la calefacción haga su efecto con el desempañado de cristales puedes rociar el parabrisas por su cara exterior con simple alcohol etílico (alcohol de botiquín) y de esta manera el hielo se descongelará con mayor facilidad.

  1. Todo a punto antes de salir con frío y mal tiempo

Es importante que con mal tiempo te plantees los desplazamientos de un modo más preventivo que de costumbre. Así, se recomienda llevar el depósito de carburante lleno siempre que sea posible, ropa de abrigo preparada e incluso el cargador del móvil a punto por si surgiera cualquier imprevisto.

Presta atención a la información de carreteras que en España suministran organismos como DGT, RACC y otros a través de la radio, y planifica tus viajes dejando un mayor margen de tiempo por si sucede cualquier contingencia.

Una vez en ruta, permanece atento a la carretera y no te agobies con la hora de llegada. Mantén la tranquilidad en todo momento. Si el tiempo empeora, evita pasar puertos de montaña de noche, no improvises rutas que no conoces y no te adentres por carreteras menos transitadas, en previsión de cualquier problema que pueda surgir.

Y piensa, que lo importante es llegar.

Como conducir con nieve, hielo o lluvia en invierno

Los factores climatológicos comprometen el agarre y la estabilidad del vehículo

¿Conduce usted igual de noche que de día? ¿Cuando llueve o en un día soleado? ¿En verano o en invierno? No debería. Durante el invierno es importante recordar unas sencillas pautas de obligado cumplimiento para garantizar su seguridad y la de los que comparten la vía.

Una de las claves al volante, especialmente con mal tiempo, es la suavidad. Cuanto más fino vaya, más cómodo estarán los ocupantes, y menos riesgo de sufrir un accidente. Y es que el hielo y el agua (y el propio frío) hacen que el coche pueda resbalar y salirse de la calzada. Además, se necesitan más metros para parar el vehículo. En verano, a 120 km/h detener completamente un automóvil exige 105 metros; mientras que sobre mojado serían entorno a 150 y con nieve unos 300. Por ello compruebe siempre el estado de su coche. En esta época, sobre todo ruedas, frenos, limpiaparabrisas y luces.

Respecto a los frenos hay que tener en cuenta que no solo deben estar en condiciones adecuadas antes de iniciar la marcha. También debemos acordarnos de secarlos cada vez que pasemos por un charco o balsa de agua. Es fácil, lo habrá hecho miles de veces después de lavar el coche. Pise lenta y profundamente el pedal de freno hasta el fondo. Si lo hace durante la marcha, no olvide mirar por los espejos que no tiene ningún otro vehículo pegado y hágalo siempre con mucho cuidado. Dos o tres pequeñas frenadas le asegurarán que las pastillas se sequen, por la fricción, y recuperen todo su agarre.

Otro detalle es no accionar el pedal sobre las marcas de la carretera. Si es ciclista o motero ya le habrán dado algún disgusto. Los pasos de cebra, la propia raya de separación de los carriles son muy resbaladizos si están mojados. Evite iniciar la frenada sobre la pintura. Si no tiene ABS sea todavía más cuidadoso.

Eso sí, estas líneas son su mejor medida de seguridad con niebla. Encienda las luces antiniebla, reduzca la velocidad y úselas como referencia, tanto la del centro como la que marca el borde de la carretera.

Además de la suavidad, una máxima es la distancia. Que corra el aire. Dese margen para reaccionar. En invierno la visibilidad es menor, nubes, niebla, menos horas de luz, nieve… todo cuesta más; hasta detenerse. Así que lleve las luces de cruce encendidas todo el día. Ayude a que los demás le vean, incluso de día.

Para que sea usted el que ve bien, el truco está en mantener el parabrisas limpio. Normalmente si orienta la salida de aire acondicionado hacia la luna delantera solucionará el problema. El compresor de los climatizadores modernos les permite hacerlo con la calefacción en marcha. Sin embargo, algunos dispositivos no funcionan cuando en la calle hay menos de 4 grados así que mejor tener limpio el cristal.

La propia DGT, hace años, recomendaba frotar una patata en el vidrio para evitar que se empañara. Si quiere probarlo… También hablaba de echar refresco de cola en los limpias para que el plástico estuviera más dúctil. La botica de la abuela.

Finalmente, aunque parezca contradictorio con lo anterior, sus manos deben ser firmes. Controle el vehículo con suavidad pero agarre el volante con firmeza. Si el coche hace algo que no es lo previsto, deberá domarlo. También es recomendable, si tiene tiempo y los fondos necesarios, realizar algún curso de perfeccionamiento en condiciones extremas. Los clubes de automovilistas y algunas marcas convocan periódicamente estas jornadas. Aprender a controlar un derrape, y saber cómo mantener la calma, puede marcar una gran diferencia.

 

“Ninguna aseguradora puede obligarte a reparar el coche en un taller concreto”

Cuando por daños propios de todo riesgo o terceros tenemos que dar parte de un siniestro a la compañía aseguradora, cada día es más común que las estas  nos intenten convencer de que llevemos el coche a reparar a un taller en concreto que ellos nos indican. Para recordar  y aclarar que en la mayoría de los casos somos libres de elegir taller a continuación podéis leer este artículo avalado por uno de los principales fabricantes de pinturas.

La red de talleres especialistas en chapa y pintura Certified First, promovida por el fabricante de pinturas PPG (a través de sus marcas Nexa Autocolor, Max Meyer y PPG), explica en su blog que “en España hay libre elección de taller”.

Se refieren a las posibles derivaciones de vehículos por parte de las compañías aseguradoras a algunos talleres en concreto, fundamentalmente los que están dentro de su red de concertados.

¿Tiene el usuario derecho a elegir taller? “Puedes. Y debes. Porque, aparte de temas burocráticos y económicos con el seguro, es la calidad de la reparación de chapa o el trabajo de pintar el coche lo que deberías valorar por encima de todo”, responden tajantes.

Así, “los automovilistas”, dicen, “podemos elegir libremente el taller en el que queremos que se repare nuestro coche, ya sea por un problema mecánico o por un problema de chapa y pintura. ¿Las razones? Las nuestras: razones prácticas como que el taller está cerca de casa o del trabajo, razones de confianza etc”.

“En general, ninguna aseguradora puede obligarte a reparar el coche en un taller concreto o de su red de talleres concertados”, puntualizan.

Aun así, explican también que existe la posibilidad de que las compañías añadan en la póliza a los usuarios una cláusula en la que queda reflejado que las reparaciones deben realizarse en ciertos talleres concertados a los que la compañía redirige los vehículos que asegura para ser reparados, así como estas compañias tambien tienen que tratar correctamente a sus empleados ya que si no abogados de ayuda al trabajador Atlanta podrían levantar denuncias por esto. Por eso, señalan que “para ahorrarse disgustos en el futuro, es uno de los puntos que conviene muy mucho revisar antes de contratar una póliza de seguros”.

“Recuerda que la elección es tuya. Y que tú y tu coche os merecéis una reparación de máxima calidad y de máxima confianza. Cuidado con buscar el taller de chapa y pintura más barato: ahorrarte unos euros puede suponer que la reparación y la pintura de tu coche no queden a la altura de tus exigencias”, concluyen.

 

 

He puesto el combustible equivocado al repostar

Casi 100.000 conductores se equivocan cada año al llenar el depósito del coche, según el Race, pudiendo provocar averías mecánicas muy serias en el sistema de alimentación, bombas y filtros del vehículo, en el caso de no parar a tiempo.

A continuación os indicamos como actuar en el caso de poner diesel en lugar de gasolina y viceversa,

En el primero de los casos los usuarios pueden notar ruidos raros al arrancar el coche, tirones, expulsión de humo blanco o paro del motor. Todas estas señales son síntomas claros de que es urgente acudir a un taller mecánico para solventar el problema.

Los profesionales del taller, deberán vaciar el depósito y limpiar conductos, tubos y piezas por donde haya circulado el gasoil con productos específicos y maquinaria especializada. Además, tendrán que cambiar el filtro de combustible y las bujías.

En el caso de que los daños hayan sido mayores, pueden haberse visto afectados los inyectores, la bomba inyectora, la bomba de combustible, el catalizador o algún otro elemento del motor.

Si el conductor se da cuenta antes de arrancar el motor que se ha equivocado de combustible, debe avisar a la propia estación de servicio, ya que, en ocasiones, suelen tener un extractor que vacía el depósito para después poder repostar con el combustible apropiado.

Pero si no tienen esta herramienta, el usuario deberá llamar a su seguro para que una grúa lo lleve hasta un taller donde extraer el combustible.

En los casos en los que se pone gasolina en lugar de diesel, los problemas pueden ser muy graves, ya que el gasoil tiene una función de engrase que la gasolina no tiene, aunque el arranque será menos brusco y hasta que no se oigan ruidos extraños y una parada en seco el usuario no se dará cuenta de lo que ocurre. En esta ocasión, los sistemas que más sufren son el filtro o la bomba de inyección, que deberán ser inmediatamente sustituidos.

El propietario del vehículo nunca debe extraer el mismo el combustible, ya que es necesaria una protección adecuada y un mantener  unas pautas por seguridad y del entorno además de no dañar componentes delicados.

Recordar que es de suma importancia poner atención a la hora de repostar, sobre todo cuando un conductor puede llevar varios tipos de vehículos distintos, incluso motos,

Si alguna vez prestas o te prestan un coche o alquilas, debes de informarte del combustible que lleva el vehículo.

Recuerda siempre hay que vaciar y limpiar los conductos y sustituir el filtro de combustible, aunque el motor nos se haya puesto en marcha, muchos coches disponen de una bomba eléctrica que funciona con solo dar el contacto.

 

 

La seguridad activa

Son los sistemas que velan por nuestra seguridad, y cada día son más, y mucho más sofisticados. Los sistemas de seguridad activa del coche son aquéllos que trabajan para reducir el riesgo de sufrir un accidente. Los frenos puede ser el más evidente de todos los sistemas de seguridad activa, y siendo sistemáticos listaríamos decenas de sistemas (con sus respectivos y múltiples nombres y denominaciones).

Vamos a centrar en los diez sistemas de seguridad activa más conocidos o habituales en los coches. Obviaremos los sistemas de serie en el coche como los frenos, la dirección o los amortiguadores y nos centraremos en los elementos que han sido diseñados para mejorar la seguridad activa.

Los neumáticos

¿No decíamos que nos centraríamos en los sistemas específicos, y no en los que se equipan como parte integral del coche? Pues precisamente por ello: los neumáticos son el principal sistema de seguridad activa porque forman el único punto de contacto entre el coche y el asfalto. Y además, evolucionan constantemente para ofrecer la mayor adherencia, la menor distancia de frenado y la mejor estabilidad en curva.

Son el sistema de seguridad activa más importante, canónico diríamos, y curiosamente es al que se le dedica menos atención. Conviene mantenerlos en el mejor estado posible, con una presión de inflado correcta, porque solo así trabajará al 100% de su capacidad.

Antibloqueo de frenos

El antibloqueo de frenos es más conocido como ABS, y su principal función es evitar que los neumáticos patinen durante una frenada fuerte. Sucede que, sin ABS, una frenada fuerte puede implicar que el coeficiente de rozamiento entre el neumático y el asfalto (o la superficie que sea) sea inferior a la adherencia máxima.

Esto quiere decir que en ocasiones ejercemos tanta fuerza sobre el sistema, que directamente el freno bloquea la rueda y el neumático deja de rodar, deslizándose sobre la calzada. Para evitarlo, el ABS detecta qué rueda está sufriendo deslizamiento y libera presión del sistema de frenos. De este modo, los neumáticos siempre están en contacto con la calzada y la eficacia de la frenada es infinitamente mejor, salvo en alguna ocasión excepcional.

Asistencia a la frenada de emergencia

El sistema de asistencia a la frenada de emergencia, o BAS, es bastante sencillo de entender. En colaboración con el ABS, el sistema detecta cuando estamos efectuando una frenada de emergencia (por la velocidad en la que soltamos el acelerador para pisar a fondo el freno, por ejemplo), y hace los cálculos necesarios para ejercer la mayor potencia de frenado posible en cada momento. Un conductor que presencie cómo en el coche de delante suyo «entra» el BAS, verá cómo los pilotos de freno se encienden intermitentemente. Ver video de caso real.

Dirección asistida

La dirección asistida es uno de esos sistemas de seguridad activa «de incógnito». Puede parecer que es un sistema que proporciona mayor comodidad al conductor, pues para maniobrar a menudo no es necesario ser el primo de Hércules, pero lo cierto es que los avances en la dirección asistida sirven, aparte de para mejorar la comodidad al volante, para proporcionar mayor seguridad y un guiado preciso a alta velocidad.

Los sistemas principales de dirección asistida son el hidráulico, el electrohidráulico y el eléctrico, aunque este último es el más extendido hoy en día.

Control de tracción

El control de tracción, o TCS, es un sistema de seguridad activa que trabaja para que los neumáticos de las ruedas motrices se mantengan en contacto con la calzada sin patinar. Esto puede ser, por ejemplo, arrancando en una pendiente deslizante o en cualquier situación en la que necesitemos tracción, pero el firme deslice. No hay que confundirlo con el control de estabilidad.

El TCS comparte sensores con el ABS, pues necesita saber el estado de cada rueda: si empieza a patinar o no. Además, es un sistema que funciona con cada rueda de forma independiente, y por decirlo de una forma sencilla, si una rueda empieza a deslizar, simplemente la frenará de alguna manera para neutralizar ese patinazo.

Control de estabilidad

El control de estabilidad trata de mantener al coche en la trayectoria correcta, actuando sobre el conjunto de las cuatro ruedas (motrices o no). Gracias a tres tipos de sensores (ángulo de dirección, velocidad de giro de cada rueda y ángulo de giro y aceleración transversal), la unidad de control del ESP comprueba los datos unas 25 veces por segundo.

 

El ESP actúa comparando la trayectoria elegida (ángulo de dirección) con la real (ángulo de giro y dirección transversal), y contrastando las dos con los datos de velocidad de giro de cada rueda. Eso da una visión muy clara de si el conductor tiene el control del coche o no, pues normalmente tanto el ángulo de dirección como el ángulo de giro deben coincidir, y las ruedas no deben de deslizar. La función del ESP es corregir cualquier irregularidad para conseguir adaptar el ángulo de giro real al deseado.

Suspensión activa

La suspensión activa se encarga de gestionar y controlar de forma independiente la amortiguación en cada una de las ruedas. El objetivo: maximizar el contacto del neumático con la calzada en cada momento, mejorando la estabilidad y la adherencia del coche, independientemente del piso. Si nos fijamos bien, la importancia de que los neumáticos estén en contacto con el suelo y no patinen es crucial, y para ello se diseñan varios de los sistemas de seguridad más conocidos.

El sistema funciona a partir de los datos recogidos por varios conjuntos de sensores (en ruedas y amortiguadores, sensores giroscópicos) y controla los amortiguadores (con sistemas neumáticos o hidráulicos en su interior), cuya función es variar la dureza del amortiguador.

Aunque hay personas que verán este sistema de seguridad como algo intrusivo con su conducción, lo cierto es que al avisador de cambio involuntario de carril es un gran avance. El sistema avisa al conductor cuando éste, de forma inadvertida, se sale de la trayectoria del carril por el que circula e invade un carril adyacente. En algunos sistemas se puede llegar a notar un movimiento en el volante que indica que nos hemos pasado de la raya (y nunca mejor dicho). Este sistema salva vidas porque previene al conductor de invadir el carril contrario en una carretera secundaria, por ejemplo, y el sistema acústico de aviso es suficiente como para poner alerta al más despistado de los conductores.

Detección y aviso de circulación en sentido contrario

En línea con el sistema anterior, el aviso de circulación en sentido contrario es bastante intuitivo. Simplemente el sistema detecta que estamos circulando por un carril de sentido prohibido. ¿Cómo lo hace? Puede ser de muchas formas, como consultando información del GPS. Sistema práctico para despistados, y que puede salvar muchas vidas en el caso de que se de algún despiste en la incorporación a alguna autovía (que, realmente, existen incorporaciones que pueden llevar a error).

Detección de ángulo muerto

Interesante sistema de seguridad el que representa la detección del ángulo muerto. Es un problema grande cuando viajamos por autovía o autopista y, ante una maniobra como por ejemplo el adelantamiento, tenemos una zona de visión hacia atrás completamente ciega. En casos muy particulares puede ser que, cuando decidimos cambiar de carril y comprobamos que «no hay nada por detrás», haya justo un vehículo cualquiera adelantándonos. En ese caso, si no disponemos de sistema de detección de ángulo muerto lo más probable es que colisionemos.

 

Revisión de Otoño

@AutomociónMiraflores aconseja verificar todos los elementos en todas las revisiones. Pero con la llegada del otoño, conviene incidir en algunos de ellos de suma importancia que se pueden haber deteriorado en los últimos meses .

– Neumáticos: su agarre es muy importante, especialmente cuando aparece la lluvia. Si la profundidad de su dibujo es menor de 3 mm., se deben cambiar. Si es inferior a 1,6 mm., es obligatorio que se sustituyan para no exponerse a un accidente y a una multa. Tampoco hay que olvidar comprobar su presión.

– Luneta térmica trasera: que no se haya utilizado desde Semana Santa no quiere decir que funcione. Hay que intentar probarla en un lugar en el que haga más frío fuera que dentro del vehículo para que se forme vaho. Si no funciona, se debe acudir al taller de confianza.

– Sistema limpiaparabrisas: siempre es importante circular con él en buen estado porque una tormenta inoportuna nos puede sorprender en cualquier momento del año. El paso del verano y los impactos con los insectos suelen hacer estragos en este elemento. En otoño es fundamental que funcione correctamente por la aparición de las lluvias. Se deber revisar el funcionamiento de las escobillas y asegurarse de que se dispone de suficiente líquido lavaparabrisas.

– Faros: las noches se alargan, los días encogen y las horas de luz disminuyen. Además, el mal tiempo afectará a nuestra visibilidad y a la del resto de usuarios de la vía. Se va a hacer un uso intensivo del sistema de alumbrado del coche en los próximos meses, así que se deben comprobar las luces de carretera, las de cruce, las de posición, las de freno, la de marcha atrás y los intermitentes. Además la incorporación desde hace unos años de los materiales plásticos a llevado a que algunos faros se deterioren de forma prematura debido a los rayos UV. Por lo que será necesario restaurarlos.

– Niveles: aceite de motor y refrigerante deben estar en buen estado y al nivel necesario. La calidad y el índice de protección  ante congelaciones suele ser el gran olvidado.

– Batería: si se observa algo sospechoso en los bornes o la batería tiene más de cinco años, conviene que pasarse por el taller de confianza para que compruebe su estado. Hoy en día las batería no avisan al conductor pero la mayoría de los talleres disponen de sistemas de comprobación muy fiables.

 

Cajas de cambio automáticas

Desde luego no una novedad, pero cada día hay más.

Aunque con años de retraso respecto a otras zonas, los conductores de nuestro país  poco a poco descubren las ventajas de los cambios automáticos y apuestan por ellos. Pero, ¿cuál elegir? ¿Sufren más averías? ¿Son más interesantes que las cajas manuales? Respondemos a estas cuestiones.

El cambio automático moderno como tal tiene su principal desarrollo tras la Segunda Guerra Mundial al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos. Allí, una red viaria con cien veces más rectas que curvas, unos coches grandes y cómodos y un bajo precio del combustible fueron factores clave para el triunfo de este tipo de transmisión, los principales sistemas están diseñados por este país. Especialmente famosas fueron la Hydramatic, Powerglide, Turbodrive o Dynaflow, aunque casi todas basadas en el modelo originario de Borg-Warner.

En el viejo continente, sin embargo, la orografía, las carreteras y los modelos de coches usados durante la mayor parte del siglo XX invitaban a prescindir de automatismos que “nos venían grandes” a favor de cajas de cambios manuales convencionales, más ligeras, rápidas y fáciles de adaptar a nuestras circunstancias. Mientras éstos prácticamente copaban el mercado y poco a poco iban ganando relaciones (4, 5, 6 y hasta 9 marchas en la actualidad) los otros, los llamados “DRNP” por algunos (por las siglas que aparecían en sus mandos) quedaban reservados para modelos de lujo y representación.

Cambio automático o manual: cuestión de gustos.

La mayoría de fabricantes se han puesto las pilas sobre estos sistemas y han empezado a ofertar automatismos para prácticamente toda su gama, y si en un principio la respuesta del mercado fue tímida, en los últimos años se le ha perdido el miedo, y en países tan reticentes como en nuestro no falta demasiado para que la balanza en ventas de unos y otros se iguale.

Hay que decir que de momento, a la hora de la tasación y valoración, si bien contar con un cambio automático sólo incrementa un 2% de media el precio del coche, el hecho de no disponer de él en determinados segmentos (berlinas medias grandes y todo terrenos) significa una pérdida de hasta el 10% de su valor.

¿Qué cajas de cambio automáticas existen?

Ahora bien, más allá de “lo que nos apetezca” tener… ¿conviene optar por un coche con transmisión automática de segunda mano?

Bueno, primero conviene analizar las opciones con las que nos vamos a encontrar en el mercado. En una retrospectiva de quince años hasta ahora, lo que nos ofrecerán, sin entrar en tecnicismos y atendiendo a la generalidad, será básicamente esto:

  • Cajas automáticas por convertidor de par. (Tiptronic, Steptronic…) Las más habituales. Son relativamente simples, duras y fiables. En función de la edad del coche las encontraremos de 5, 6 y 7 velocidades (las más modernas y que sustituyen el convertidor de par para el arranque por un embrague más sencillo).
  • CMP o ETG(PSA, Renault…). Esto es una Caja Manual Pilotada. Para entendernos, es como una caja convencional manual pero con un mecanismo encargado de embragar, desembragar y accionar el cambio por nosotros. Su funcionamiento resulta de inicio “raro”, pero es cuestión de costumbre.
  • CVT o Cambio Variable Automático(Toyota, Lexus… aunque el primero que la adaptó fue Volvo). En realidad no es una caja de cambios en sí. Son dos poleas unidas por una correa en V que varía su extensión y recorrido según las necesidades de aceleración. Lo más parecido a un variados de un Scooter. Las relaciones de marcha pueden ser infinitas, por ello el escalonamiento se realiza de manera artificial.
  • Doble Embrague(DSG, DPK…). Es la más moderna y compleja. Es una caja de cambios partida en dos. Por un lado las marchas pares y por otro las impares, girando todas ellas en dos embragues diferentes. Son muy rápidas y suaves y las que mejor se adaptan a todo tipo de conducción.

Dicho esto… ¿Cuál elegir? Tal vez por agrado de uso y versatilidad, la de doble embrague sería la opción más apropiada, sin embargo, personalmente con una buena caja por convertidor de par me doy por más que satisfecho.

¿Son fiables las cajas de cambio automáticas?

De cara a la fiabilidad y según datos del TUV alemán y del AAA británico, todas están muy igualadas en su conjunto, siendo las del convertidor de par las que más averías reportan dada su mayor difusión. Sin embargo, las averías más graves están en las CVT y Doble Embrague, siendo necesaria en un gran porcentaje de casos la sustitución completa de la unidad. Parece que la mejor parada es la CMP, pero claro, no es automática al uso, lo que sí implica que sufre el mismo desgaste que una caja manual convencional.

Kit de mantenimiento

Cuidar la transmisión automática es importante.

Por cierto, a menos que el daño haya sido realmente catastrófico, no os creáis eso que seguramente os dirán en más de un concesionario de que “las cajas de cambio automáticas no se reparan, se cambian”, porque no es verdad. Otra cosa es que al final, salga más cara una caja reparada que una nueva…

Las averías más frecuentes, en todas, vienen provocadas por un mantenimiento descuidado y un mal uso continuado. Lo primero hace referencia al incorrecto nivel de lubricación de la caja, esto es, su nivel de aceite (que en mis tiempos mozos llamaban “valvulina”). Aquí se viene abajo el mito de que “una caja de cambios no precisa de mantenimiento”. Sí lo precisa, poco, pero lo tiene.

Lo segundo habla de lo mismo por lo que se rompen todas las cajas sean automáticas o no: apurar marchas sin haber alcanzado la temperatura óptima, hacer patinar el embrague en demasía, manejar el mando sin cuidado del seguro, conducir dando patadas al acelerador más que pisándolo suavemente…

Caja cambio pilotada

Cómo comprobar el estado de una caja de cambios automática

¿Y cómo detectamos que el coche usado que nos quieren vender tiene la caja de cambios «tocada»? Hay tres indicadores sencillos a los que hay que atender. El primero es el ruido. Si suena como a tornillos sueltos en aceleración… cuidado, esa caja puede estar empezando a devorarse a sí misma y tal vez haya esquirlas de metal en su mecanismo. Esto se ve fácil al cambiarle el aceite y ver si arroja trocitos de metralla.

El segundo indicador es el resbalamiento a la hora de cambiar de marcha. Que al subir o bajar de una relación a otra el motor se revolucione primero para luego bajar subrepticiamente una vez que engancha la marcha… Todo parece indicar que ese “pseudoembrague” no atraviesa por su mejor momento…

Por último lugar, la entrada brusca de las relaciones en marcha (en maniobras de aparcamiento muchas cajas automáticas no son todo lo sutiles que nos gustaría). Esto básicamente se debe a un fallo en la unidad electrónica de gestión de la caja y por regla general, tiene fácil solución.

Añado un cuarto factor y es el de comprobar que tiene todas las revisiones pasadas y no se ha escatimado en cuidados con ella.

En definitiva, el cambio automático es un accesorio moderno y atractivo, fiable y duradero como cualquier otro, y que incluso en su uso aporta un cierto halo de lujo, pero sobre todo de comodidad. Y el hecho de poder contar con él desde utilitarios a modelos de supe lujo le suma interés. Si te apetece, piérdele el miedo y escoge uno para descubrir sus bondades y defectos.

También os digo que la mayoría de los que optan por un cambio automático, nunca vuelven al cambio manual.  Será por algo.

Fuente: Autocasión