Aceite de caja de cambios automática, cuando y cómo cambiarlo

En una caja de cambios automática, de hecho, el aceite no sólo lubrica sino que también activa los accionamientos del embrague y proporciona refrigeración a altas rpm. Cuando el aceite envejece y no se ha cambiado durante demasiado tiempo, pierde viscosidad y la transmisión automática está más sujeta al desgaste e, inevitablemente, es más propensa a fallar.

Ya sea una transmisión automática de doble embrague, un convertidor de par, una caja de cambios robotizada o un tipo de CVT, el mantenimiento es esencial. La rotura de la transmisión automática, de hecho, suele estar asociada a un mantenimiento deficiente y, sobre todo, al descuido del cambio de aceite de la caja de cambios automática.

Es necesario cambiar el aceite de la transmisión automática, independientemente del tipo de caja de cambios. Así que veamos cuándo y cómo cambiar el aceite.

Aceite de la transmisión automática, ¿Cuándo cambiarlo?

No es fácil establecer un rango en términos de kilómetros, mucho depende del estilo de conducción, de las rutas tomadas y de la cantidad de lubricante que requiera esa relación en particular.

En general, los fabricantes de cajas recomiendan cambiar el aceite de la transmisión automática al menos dentro de los 60.000 km y nunca más allá de los 90.000 km. Después de estas horas de uso, el aceite tiende a perder calidad y ya no puede realizar sus funciones.

Cambiar el aceite de la transmisión automática, ¿Cuánto cuesta?

Cambiar el aceite de la transmisión automática implica costos muy variables. Los costos más altos se registran con marcas alemanas como BMW y Mercedes, costos más asequibles para fabricantes como Ford, Citroën y Renault, mientras que Skoda, Volkswagen y Audi se encuentran en la zona media.

Para cambiar el aceite de la caja automática, se recomiendan el procedimiento de «Dialisis», este tipo de realizar el cambio se realiza con una maquina en la que nos asegura el vaciado del 98% del fluido. El cambio por gravedad no es muy recomendable por no asegurar el vaciado total del aceite.

En promedio, el trabajo cuesta 350 euros. El costo puede ser mayor en razón de la cantidad de aceite pudiendo aproximarse a 500 € en cajas de 7 u 8 velocidades.

En Automoción Miraflores disponemos de todos las máquinas que permite cambiar el aceite de la transmisión automática. Antes de realizar un cambio de aceite, recomendamos realizar diagnosis y en algunos casos limpieza. De hecho, sería aconsejable no mezclar los residuos de aceite viejos con los nuevos. Para evitar este gasto, puede limpiar el circuito de la transmisión automática con aditivos especiales.

Es recomendable aprovechar la ocasión para también cambiar los aceite si va equipado de tracción 4 de transfer, Haldex y/o diferenciales.

No te abaniques, revisar el Aire Acondicionado algo más que confort.

¿Cuándo es preciso revisar el aire acondicionado?

Uno de los problemas más frecuentes en nuestro vehículo cuando empiezan a subir las temperaturas es que el sistema de aire acondicionado no consiga enfriar convenientemente el habitáculo. Una de la causas más frecuente por lo que esto sucede es que se haya perdido parte del gas refrigerante del circuito, aunque existen otras causas que pueden afectar a un incorrecto funcionamiento del sistema.

¿Por qué hay que recargar el Aire Acondicionado?

El circuito de aire acondicionado por el que fluye el gas refrigerante es un circuito estanco, por lo que no debiera hacer falta cargar el aire acondicionado ya que el gas refrigerante no se consume con su uso. Sin embargo, muchas veces debe reponerse el gas debido a que los coches son mecanismos sujetos a continuas vibraciones (incluso golpes), cambios bruscos de temperatura, dilataciones, vibraciones, en este circuito existen numerosas juntas que con el tiempo van disminuyendo su eficacia.

La constancia es fundamental para un buen mantenimiento

Los vehículos con un sistema de aire acondicionado deberían ser revisados al menos una vez al año por un profesional.

Cada año el sistema de climatizador puede perder hasta el 8% de su refrigerante. Además, hay piezas de desgaste por el uso que necesitan revisión. Por ejemplo, el filtro deshidratador. Este es responsable de extraer la humedad del refrigerante circulante y de reducir el desgaste mecánico. Su vida es limitada en el tiempo y cada dos años aproximadamente habría que reemplazarlo.

A principios de la primavera, antes de que haga mucho calor, es el mejor momento para revisar el aire acondicionado y todos los componentes relacionados.

Estación de reciclaje y recarga

Consejos útiles

Para evitar los olores desagradables del sistema, es recomendable apagarlo unos minutos antes de llegar al destino. De esta forma evitamos la humedad que es el ambiente preferido de las bacterias y hongos que causan los olores extraños al volver a conectarlo.

Aunque el filtro del polen parezca limpio, conviene cambiarlo cada año, pues las bacterias microscópicas anidan en él y conviene empezar de cero antes de la temporada fuerte de alergias en primavera.

También aprovechando la visita al taller aconsejamos realizar un tratamiento de desinfección del sistema de conductos y evaporador con Ozono.

Gas refrigerante para aire acondicionado: tipos

Si bien las fugas del gas refrigerante que fluye en los sistemas de aire acondicionado de los vehículos pueden deteriorar el aire acondicionado, no son el único elemento que influye en el deterioro del sistema. Una avería mecánica o eléctrica puede mermar la capacidad de climatización, o provocar que el habitáculo no se enfríe lo suficiente.

No todos los gases refrigerantes son iguales. Desde finales de los noventa se han estado utilizando gases fluorados como el R134a, con fama de muy contaminante. Supera al dióxido de carbono nada menos que 1.430 veces (según su GWP/PCA o potencial de calentamiento atmosférico).

Su contribución al cambio climático se viene advirtiendo desde 2002. Pero fue una directiva de la Unión Europea (UE) la que comenzó a vetarlo en 2006, debido precisamente a su impacto medioambiental: absorbía demasiada energía, aunque fuese poco tóxico e inflamable.

Fue entonces cuando entró en escena el conocido como R1234-YF, tetrafluoropropeno llamado a sustituir al R134a. Pese a sus debilidades -es un gas inflamable: así se acredita en sus etiquetas-, se ha impuesto como realidad en los vehículos fabricados a partir del 1 de enero de 2018, cuando entró en vigor la obligatoriedad de su utilización. Solo es compatible con sistemas de climatización diseñados para este gas.

Los talleres homologados y certificados deben de tener autorización para manipular estos tipos de gases, el 134 A es muy perjudicial para la atmosfera y el 1234 YF

Errores más habituales

PONER EL AIRE AL MÁXIMO

Encender el ventilador del aire acondicionado del coche al máximo nada más acceder al interior (y después de que el vehículo estuviese aparcado al sol durante varias horas) es uno de los errores más frecuentes que cometen muchos conductores. Antes de encender el aire a una potencia baja-media, lo conveniente es abrir las puertas del coche y bajar las ventanillas para ventilar un poco y empezar a bajar la temperatura del interior (un automóvil aparcado al sol durante horas en pleno verano puede alcanzar temperaturas de 60 grados o más).

BOTÓN DE RECIRCULACIÓN

Activar el botón de recirculación del aire acondicionado nada más acceder al vehículo lo único que puede favorecer es que los cristales se empañen por el propio cambio brusco de temperatura (entre el interior y los “grados de menos” que aporta el propio aire).

Según la DGT y según los técnicos de Seat, lo más recomendable es mantener seleccionada la opción Auto del sistema del aire acondicionado, ya que permite que «el flujo del aire se autorregule, sea más homogéneo y se haga un uso más eficiente».

NO ACTIVAR EL AIRE

No activar el aire en ciertos momentos del día en verano porque “hace fresquito” (por la mañana o durante la madrugada) es un error. Según los expertos, aunque la temperatura exterior no sea tan sofocantes, en verano siempre es conveniente activar aunque sea de forma suave el sistema del aire acondicionado del coche (se evitará que se empañe cuando se eleve la temperatura exterior).

DIFUSORES MAL ORIENTADOS

La mayoría de las veces no es una cuestión de temperatura, sino de la dirección en la que circula el aire dentro del habitáculo. Para conseguir un reparto adecuado del aire, desde el Centro Técnico de Seat se indica que «los difusores tienen que estar enfocados hacia arriba, no hacia la cara«. Con este gesto se consigue que el aire se reparta por todo el coche y llegue a todos los pasajeros de forma uniforme.

MAL MANTENIMIENTO DEL SISTEMA DEL AIRE ACONDICIONADO

Al igual que el aceite, los neumáticos o el líquido de frenos, el sistema de climatización también necesita un mantenimiento específico. Por este motivo, según los expertos, sería conveniente realizar una carga del aire cada dos o tres años, además de cambiar los correspondientes filtros cada 15.000 o 20.000 kilómetros, según las indicaciones genéricas establecidas en los libros de mantenimiento oficiales de los distintos fabricantes de coches.

¿Qué es el AdBlue y por qué?

Debido a la norma de emisiones Euro 6 que entró en vigor en 2014, todos los turismos con motor diésel son equipados en su tubo de escape con un catalizador del tipo SCR (Selective Catalytic Reduction). Se trata de un dispositivo que reduce drásticamente los gases contaminantes producidos por la combustión del gasóleo, en particular los óxidos de nitrógeno (NOx). 

Para conseguir neutralizar este gas nocivo para el medio ambiente antes de que se expulse por el escape, el catalizador SCR lo descompone en otros gases inocuos para el medio ambiente: nitrógeno (N) y vapor de agua (H2O). 

El proceso, sin embargo, necesita la utilización del AdBlue, que es un líquido compuesto por agua destilada y urea que se inyecta en el catalizadorEn él, por efecto del calor desprendido por los gases del escape, se transforma en amoniaco (NH3). Este es el elemento catalizador necesario para descomponer mediante una reacción química los dañinos óxidos de nitrógeno (NOx) en sustancias inofensivas para el medio ambiente (N y H2O). 

¿Cada cuánto hay que reponerlo? 

En Europa, todos los turismos diésel matriculados a partir de 2015 cumplen la normativa Euro 6 y disponen de un catalizador SCR que utiliza AdBlue para cumplir con su función. Para ello disponen de un depósito específico que se rellena por una boca situada al lado de la toma del depósito de gasolina y cuya capacidad depende del modelo de coche, por lo general entre 10 y 15 litros. 

Al igual que ocurre con el combustible, el AdBlue se va consumiendo a lo largo de los kilómetros y tiene una autonomía determinada, aunque muy variable dependiendo del modelo de coche. Hay algunos que llevan lo suficiente para hacer 5.000 kilómetros y otros que, con un depósito de AdBlue, llegan a superar los 20.000. 

En muchas ocasiones es el mecánico quien rellena el depósito de Adblue en las revisiones periódicas del vehículo, pero el conductor también debe estar pendiente de disponer de suficiente producto sin agotarlo. Y para evitarlo, los coches que lo necesitan disponen de un testigo en el cuadro de mandos que avisa de nivel bajo y se necesita reponerlo. 

Pese a que el aviso de repostar AdBlue se activa con mucha antelación, puede ocurrir que el conductor se olvide de hacerlo por descuido, en cuyo caso el coche no arrancará y tendrá que visitar el taller para revisar el sistema. 

También puede suceder que, con tiempo muy frio, el AdBlue del depósito se congele y no llegue al catalizador. En ese caso y para no provocar una avería por fallo del sistema es mejor esperar unos minutos con el motor al ralentí hasta que el producto se caliente vuelva a ser fluido para actuar con normalidad. 

El AdBlue se expende en unos surtidores especiales en las gasolineras, pero también se puede encontrar envasado en garrafas (5, 10 o 20 litros) en la propia tienda de la estación de servicio, en talleres y en las tiendas especializadas del sector del automóvil. 

BACTERIAS Y HONGOS EN EL GASÓLEO

Las nuevas normativas han obligado a modificar la formulación del combustible, favoreciendo el crecimiento y desarrollo de microorganismos en el gasóleo. 

El Biodiesel atrae hasta ocho veces más de humedad que el diesel normal. La humedad es una primera fuente de problemas potenciales. Cada vez es mayor el porcentaje de biodiesel que se añade al combustible diesel. También hay mucho menos azufre en el combustible que antes. Esto hace que el combustible pierda eficiencia y reduce la lubricación. Desde el punto de vista ambiental, la adición de biodiesel y la reducción de azufre en el combustible son desarrollos amigables con el medio ambiente. Sin embargo, en la práctica, el suministro de biodiesel y la reducción de azufre causa grandes problemas, lo que eventualmente puede conducir a la proliferación de bacterias en los tanques de combustible.

Además de la formulación, existen otros factores que condicionan el desarrollo de microorganismos en el gasoil, por ejemplo, la temperatura: existen rangos de temperatura que favorecen la aparición de bacterias, hongos y levaduras en el diésel pero sobretodo, las variaciones bruscas de temperatura (día – noche) hacen aumentar la condensación del agua, que se encuentra de forma natural emulsionada en el gasóleo y en el aire del interior de los tanques y depósitos de almacenamiento.

Siempre hay un porcentaje de humedad en el combustible . El Diesel puede incluir hasta un 0,02% de agua sin pérdida de calidad. Si hay más de 0,02% de humedad en el Diesel, el agua baja lentamente hasta el punto más bajo de su depósito de combustible.

Una humedad elevada reduce la lubricidad del combustible Diesel, y en última instancia, dará lugar al crecimiento de bacterias. Estas bacterias se deben retirar antes de que puedan colmatar el filtro de combustible. Si están obstruidos los filtros de combustible por completo el motor puede dar averías o peor todavía, provocar averías en el sistema de inyección con reparaciones de alto coste.

¿Como se puede diagnosticar la contaminación biológica?

No solamente un filtro obturado con un barro marrón-negro, sino también un descoloramiento del color natural, que es amarillo a un marrón-oscuro.

 

Síntomas de la contaminación microbiana. Síntomas de contaminación del diesel

  • Reemplazo frecuente de los filtros por filtros bloqueados
  • Limpieza frecuente y reemplazo de inyectores
  • Detención total del motor por falta de circulación del combustible
  • Desgaste prematuro de los anillos y revestimientos
  • Excesivo aireamiento o consumo de aceite para anillos dañados
  • Incremento en la quema de combustible – consumo muy alto
  • Decoloración del combustible : oscuro color caqui
  • Combustible tiene olor mal de sulfuro
  • Emisiones negras de escape – humo negro

Si su motor tiene alguna de estos síntomas puede estar trabajando con diesel CONTAMINADO!

Las Bacterias

  • Forman mantos espesos rápidamente.
  • Se alimentan de la energía potencial del combustible y reducen el poder calorífico y las propiedades lubricantes.
  • Excretan ácidos y gomas en todo el sistema, como sustancias de residuo.
  • Reducen los sulfatos a sulfuros, lo que crea un ambiente acídico.

    Efectos del gasóleo contaminado

    El efecto de las bacterias en los motores diesel
    Un motor a diésel necesita combustible limpio para que dure más, funcione de manera eficaz y reduzca al mínimo los costos de mantenimiento.
    El efecto que las bacterias del diésel contaminado producen en un motor y su rendimiento es terrible y devastador.

    Como tratar en caso de contaminación

En casos extremos deberemos de vaciar deposito y conductos y realizar la limpieza de los mismos, pero en caso de primeros síntomas realizar un tratamiento de choque con productos específicos , Es recomendable realizar tratamientos preventivos para evitar la proliferación de bacterias, hongos y levaduras.

Hidrogeno «Cero Emisiones»

La Unión Europea ha fijado unos ambiciosos objetivos para reducir las emisiones contaminantes y de efecto invernadero y cumplir con el acuerdo climático de París. Los objetivos fundamentales para el año 2030 son reducir al menos en un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero (en relación con los niveles de 1990), conseguir una cuota de al menos 27% de energías renovables y al menos 27% de mejora de la eficiencia energética.

Y para lograrlos es fundamental disminuir la dependencia de los combustibles fósiles a favor de energías obtenidas de fuentes renovables. Y aquí es donde el hidrógeno está llamado a jugar un papel muy importante. Se calcula que si se utilizasen de manera efectiva los sistemas de hidrógeno, se podrían evitar solamente en España más de 15 millones de toneladas anuales de emisiones nocivas, además de la creación de 227.000 puestos de trabajo antes del año 2030. Pesa ello, el hidrógeno, uno de los elementos más abundantes del universo, sigue siendo un gran desconocido.

Es un gas incoloro e inodoro, prácticamente inexistente en su forma molecular. Sin embargo, como compuesto, lo hay en cantidades prácticamente incalculables. Entre los compuestos del hidrógeno el más frecuente, de lejos, es el agua. Y el agua, junto al viento, son precisamente los dos elementos con los que se puede lograr el que para muchos el que se postula como el combustible del futuro.

Según Miguel Peña, secretario de la Asociación Española del Hidrógeno (AeH2), «el hidrógeno es clave en la transición energética, ya que es una forma muy eficiente de acumular energía y mucho más versátil que la electricidad».

Según explica, actualmente las platas termo solares y eólicas son capaces de producir excedentes de electricidad que no se pueden aprovechar, mientras que el hidrógeno «la podemos almacenar durante meses, y cuando haga falta electricidad volver a generarla mediante una pila de combustible».

 

Aunque el hidrógeno puede producirse mediante el proceso de reformado del gas natural, nafta, fuel pesado o carbón, para producir hidrógeno podemos recurrir a una fuente de energía renovable, como puede ser la solar o eólica, y agua. Mediante un proceso de electrólisis la molécula de agua se divide en oxígeno e hidrógeno. Y este último ya se puede almacenar. Para recuperar la electricidad el proceso es el inverso, ya que el hidrógeno, combinado con el oxígeno del aire, libera la energía química almacenada en el enlace H-H, generando solamente vapor de agua como producto de la combustión.

aeH2

La industria química de producción de amoníaco, metanol y refinado de petróleo consume aproximadamente el 66% de la producción anual de H2, estimada en 35 millones de toneladas métricas (MTm). El resto de la producción se consume en otros procesos industriales. El hidrógeno se considera como un combustible ideal, dado que no emite gases de efecto invernadero durante la combustión. La utilización del hidrógeno en las celdas de combustible, particularmente en el sector del transporte, permitirá en el futuro diversificar el suministro energético, aprovechar los recursos domésticos y reducir la dependencia de la importación de petróleo.

Respecto al transporte, además de camiones con tanques a presión, en la actualidad las líneas de gas natural son muy efectivas, y a través de ellas se puede distribuir el hidrógeno de forma segura y sin necesidad de grandes modificaciones. Según Miguel Peña, se prevé que en el año 2030 el hidrógeno y su industria genere más de 200.000 puestos de trabajo, contribuya a la reducción de unos 15 millones de toneladas de CO2, y estén en circulación un total de 140.000 vehículos de pila de combustible

A la hora de repostar, el sistema es similar al que utilizan los coches de gasolina, GLP o GNC. Mediante una manguera rellenamos el depósito de hidrógeno, con un precio (en Alemania) de unos 10 € por kilo. En la práctica esto quiere decir que si un coche diésel gasta una media de 0,15 €/km, en el caso del coche de hidrógeno este coste es similar, de unos 0,20 €/km. La única pega en España es que tan solo existen seis puntos de recarga en todo el territorio peninsular.

Más información de producción Hidrógeno » Producción a partir de Gas Natural»

Fuente ABC Motor

Hibrido si, Hibrido no

El coche híbrido es una de las grandes evoluciones de la industria del automóvil y una tendencia cada vez más al alza en el mercado de venta de vehículos. Muchos hablan de estos vehículos como los coches del futuro, sin embargo, ya pueden considerarse como toda una realidad.

Los vehículos híbridos se distinguen por combinar en su movimiento un motor y una batería (de ahí su denominación de híbridos), suponiendo un ahorro de costes en combustible y mantenimiento, así como menores emisiones Co2. No obstante, el usuario sigue albergando dudas con respecto a ellos. ¿Debo repostar un coche híbrido?, ¿Que autonomía tiene su batería eléctrica? ¿Es más caro comprar un híbrido que un coche con motor de combustión tradicional? Intentaremos resolver alguno de tus interrogantes en este post.

Los motores de un coche híbrido

La principal cualidad de un vehículo híbrido está en su motor. Una combinación de combustión interna con motores eléctricos capaces de trabajar en serie o en paralelo. Según sea la unión de sus motores y su manera de funcionar es posible establecer una clasificación de coches híbridos.

  • Híbridos en serie. En ellos el motor eléctrico impulsa es quien impulsa al vehículo, mientras que el motor de combustión, ya sea gasolina o diésel, tiene por finalidad mover un generador que cree electricidad para cargar la batería y que esta sea remitida al motor eléctrico.
  • Híbridos en paralelo. En este tipo de híbridos, los dos motores, tanto de combustión como eléctricos cuentan con conexión con las ruedas y pueden trabajar juntos o por separado. Aunque es el motor de combustión quien suministra la energía principal para el movimiento. El motor eléctrico permanece a la espera de aportar potencia extra al motor de combustión. Los híbridos en paralelo son los más comunes del mercado y son especialmente importantes por sus bajas emisiones y consumos.
  • Híbridos combinados. Utilizan los dos modelos anteriores, mezclando las ventajas de en serie y en paralelo. El motor eléctrico será quien funcione a velocidades bajas mientras la batería sea suficiente. A mayor velocidad, el motor de combustión entrará en juego, trabajando en conjunción con el eléctrico.
  • Híbridos enchufables. Como su nombre indica se trata de un híbrido cuyas baterías (de mayor capacidad y duración) pueden recargarse enchufándolas en una toma de energía externa. Esto permite una mayor autonomía del motor eléctrico y con ello, un menor consumo de combustible. Sin embargo, se trata del tipo de híbrido menos extendido del mercado, entre otras razones por la escasez de tomas de recarga, sus altos precios de producción y un mayor precio en el mercado.

Las baterías de los coches híbridos

Las baterías de los coches híbridos son uno de los elementos clave en su crecimiento en el mercado del automóvil. También uno de los componentes de los híbridos que más preguntas generan entre los usuarios.

¿Cómo se carga la batería de un coche híbrido?

Como ya hemos comentado, existen diferentes tipos de vehículos híbridos. Por ejemplo, si hablamos de un híbrido enchufable, su batería podrá recargarse conectándose a la red eléctrica. No obstante, un híbrido no enchufable recargará su batería de manera automática al ejecutar las siguientes acciones:

  • Las frenadas. La batería de un vehículo híbrido se recarga de modo natural cuando frenamos el coche (frenado regenerativo). También aprovechando una deceleración o incluso, al bajar cuestas.
  • Recarga en carretera. Por ejemplo, en la gama híbrida de Toyota al circular por carretera el vehículo es capaz de detectar si la carga de batería es baja, utilizando la parte inactiva del motor de combustión para mover el coche y a la vez realizar la recargar
  • .

¿De qué material están hechas las baterías?

El material más usado en la actualidad en las baterías de coches híbridos son los iones de litio, las conocidas como baterías Li-Ion, muy usadas en smartphones, portátiles, libros electrónicos, etc. El funcionamiento de este modelo de baterías consiste en la presencia de la sal de litio que ejerce de electrolito para generar una reacción electroquímica necesaria para el funcionamiento del vehículo.

Las baterías de polímero de litio y de fosfato de hierro. O las baterías de litio-ferrofosfato, conocidas como litio LiFePO4 también son utilizadas hoy día para la fabricación de baterías de vehículos híbridos, habiendo desbancado al níquel y al hidruro metálico como principales materiales empleados en las baterías de híbridos.

¿Dónde van colocadas las baterías en un vehículo híbrido?

El lugar donde van colocadas las baterías dentro de un vehículo híbrido depende del fabricante y del modelo de vehículo en concreto. En los híbridos más primigenios las baterías estaban instaladas dentro del maletero, algo que restaba espacio útil a una parte tan necesaria del vehículo como la de almacenaje. Poco a poco, las marcas de automóviles fueron reubicando las baterías hasta instalarlas bajo la tapa del maletero o un espacio estratégico entre los asientos traseros y el maletero, con una conexión dirigida hacia la parte delantera para poder alimentar al motor eléctrico

¿Qué vida útil tiene una batería de híbrido?

Este aspecto es uno de los que más cuestiones genera entre los usuarios. ¿Cuánto durará la batería de un nuevo vehículo híbrido? ¿Dejará de ofrecer un rendimiento óptimo con el paso del tiempo?

Las marcas de automóviles aseguraron desde el nacimiento de los híbridos que sus baterías (no reciclables, aunque la industria de la automoción trabaja para ello) estaban diseñadas para tener tanta vida útil como la del vehículo, pero está demostrado que esto no siempre es así y que no están exentas de sufrir averías. Las garantías de los componentes, incluyendo baterías, de un coche híbrido suelen estar establecidas alrededor de los 5 años y los 100.000 o 150.000 kilómetros. Se estima que una batería puede llegar a tener una vida del doble de este kilometraje sin sufrir ningún problema.

El conductor de un vehículo híbrido puede, a través de una conducción eficiente, mejorar y prolongar el uso de la batería.

No obstante, los fabricantes de híbridos no han dejado de trabajar en este sentido, desarrollando baterías de larga duración.

Precio de un coche híbrido

¿Es un vehículo híbrido más caro o más barato que uno convencional? La respuesta es clara. Comprar un turismo híbrido es todavía más caro que un turismo tradicional. Modelos como el Toyota Prius, uno de los primeros híbridos del mercado, o el Hyundai IONIQ marcan la media de precios de un vehículo de estas características, rondando los 20.000 o 30.000 según sean sus prestaciones añadidas.

Sin embargo, las marcas de fabricantes trabajan por abaratar el precio final de los híbridos para hacerlos más competitivos en el mercado y contribuir así a una notable mejora en su coste para el usuario junto con las importantes ventajas fiscales que muchas ciudades están ofreciendo ante la compra de vehículos ecológicos.

Fuente: Fiact

¿QUÉ IMPORTANCIA TIENEN Y CUÁNTOS FLUIDOS TIENE UN COCHE?

Caja cambios, frenos, diferencial, refrigerante… hay muchos más aparte del aceite de motor.

Uno de los principales problemas que nos encontramos en @AutomociónMiraflores es el desconocimiento de propietarios de vehículos de los líquidos y mantenimientos que conllevan estos. Por ejemplo las reductoras de los todo terrenos llevan un aceite que debe de ser sustituido cada ciertos Kms. o tiempo para evitar avería internas que no son precisamente baratas. Aunque este elemento no se utilice, el ejemplo que ponemos siempre es el mismo, una bicicleta siempre trabaja la cadena. Un piñón y un plato, pues con la reductora es lo mismo, un piñón u otro están engranados y por lo tanto necesitan un engrase perfecto.

Los cambios automáticos necesitan un mantenimiento preventivo para evitar averías graves.

Recuerda  que el libro de mantenimiento o un buen profesional siempre te asesorarán de los mantenimientos a realizar a tu coche.

Si te preguntamos por algunos líquidos que tiene un coche, seguro que lo primero que se te viene a la cabeza es el aceite del motor. Es lógico: se trata de uno de los más reconocidos y de  vital importancia. De hecho, si circularas sin lubricante, provocarías averías irreversibles en el motor del automóvil.

Prácticamente todos los conductores, en algún momento, han tenido o tendrán que rellenar el depósito de aceite de su vehículo. Ya sea un coche, un camión o cualquier otro vehículo de combustión

Sin embargo, existen otros muchos fluidos que son importantes en el vehículo y apenas hablamos de ellos. Desde el más habitual de los que rellenamos a nivel de usuario como el de lavaparabrisas hasta caja de transferencia, reductora, diferencial etc.

Pero… ¿qué importancia tiene el líquido lavaparabrisas?

Si te haces esta pregunta, es porque nunca te has visto conduciendo de noche con el parabrisas sucio y miles de reflejos que te deslumbran. Efectivamente: el fluido lavaparabrisas afecta a la seguridad del vehículo, al igual que lo hace el líquido de frenos. De hecho, se encarga de que puedas ver sin problemas al mantener el parabrisas limpio.

El líquido lavaparabrisas es una mezcla de agua y alcohol, que se añade para evitar su congelación, junto a diversos productos químicos que ayudan a limpiar, arrastrar y disolver la suciedad en el agua del producto. Puedes comprobar su nivel fácilmente en el depósito que hay bajo el capó y, si hace falta, rellenarlo.

Otro fluido cuya importancia quizá desconozcas es el aceite del cambio de marchas, que baña los engranajes necesarios para que funcione correctamente. Normalmente, si se trata de un cambio manual nunca cambiaremos este lubricante, ni tendremos que añadir producto. En cuatro palabras: nos olvidamos de él.

¿Qué ocurre si el cambio manual presenta ruidos o no entran bien las marchas? Que entonces sí que nos acordamos de que este lubricante existe. Si además somos entendidos en el tema, hablamos de la subir o bajar la SAE o añadir un aditivo. Más aún si existe una avería que obliga a cambiarlo.

Algo similar ocurre con los diferenciales. ¿Sabías que también llevan aceite? Pues sí, lo llevan, y su uso suele extenderse durante toda la vida útil del vehículo. Por eso tampoco solemos acordarnos de él.

En cuanto a los coches con cambios automáticos, más cómodos y cada vez más populares, es necesario cambiar regularmente el aceite de la caja de cambios. Se suele hacer cada 60.000 km. Aunque estas cajas nos ayudan a ahorrar combustible respecto a las manuales, lo cierto es que tienen su mantenimiento, que se debe respetar. 

Otros fluidos interesantes

El sistema de dirección del vehículo también cuenta con su fluido, cuyas características dependerán del diseño de cada automóvil. Como a veces se producen fugas, habrá que ir añadiendo líquido en caso de ser necesario y no se debe cambiar a menos que haya una avería. En este último caso, siempre se debe eliminar el fluido y no volver a utilizarlo: si lo hicieras, podrías provocar averías a causa de la presencia de pequeños trozos de metales que causarían un desgaste rápido.

Si fuera necesario cambiar el líquido de la dirección, conviene que acudas a un taller, al igual que en el caso de los aceites de la caja de cambios o el diferencial.

En cuanto al refrigerante, es un fluido que se encarga de sacar calor del motor para que las piezas se puedan mover libremente. En este caso no se trata de un aceite, sino que es una mezcla de agua con glicoles y aditivos que protegen el sistema de refrigeración.

En el caso de los refrigerantes, es importante emplear productos con un punto de congelación muy bajo (-37ºC) y con una elevada concentración de glicol (50%). Esto se debe a que los aditivos que protegen el sistema de refrigeración (radiador, camisas, bomba…) van mezclados con el glicol y cuanto mayor sea la concentración de este componente, mayor será la protección que ofrecerá el producto.

Puedes comprobar el nivel del refrigerante, al igual que el del aceite del motor o el del líquido lavaparabrisas, ya que el depósito se encuentra también bajo el capó.

En lo referente al líquido de frenos, que mencionamos al principio, recuerda que es muy importante para la seguridad del vehículo. Conviene vigilar su nivel, ya que es el que nos ayuda a controlar la velocidad del vehículo y a detenerlo por completo si es necesario. Existen distintos tipos de líquidos de frenos, de los cuales algunos son incompatibles entre sí.

Por último, nos gustaría hablarte de las baterías: las que no están selladas requieren que realicemos un nivelado para que funcionen correctamente y no se produzcan averías.

 

En todos estos casos es muy importante que utilices productos que sigan todas las indicaciones y normas que establece el fabricante del vehículo para que no se produzcan averías. Recuerda: al igual que en el caso del aceite de motor, no vale cualquier producto. Elige bien y prolongarás su vida útil, además de aumentar tu seguridad.

 

Rejillas de Parrilla Activa (Active Grille)

 

A medida que avanza el tiempo y la tecnología, el diseño de los automóviles y la mejora de la eficiencia de los mismos van haciéndose cada vez más complicada. En este sentido, las marcas de automóviles se encuentran asfixiadas por las necesidades de los consumidores, la dura competencia, y las normativas y tasas anticontaminación. Por ello, se ven obligadas a invertir millones de dólares anualmente en reducir ligeramente el consumo de sus vehículos y sus emisiones contaminantes.

En este contexto de atención máxima sobre todos y cada uno de los detalles, donde cada gota de combustible cuenta, les presento hoy un artículo sobre las rejillas de parrilla activa (AGS o Active Grille Shutter), una solución puesta en práctica por multitud de marcas como BMW, Mercedes, Rolls Royce, Mazda, Honda o Ford, entre otras.

Diseño convencional de una parrilla

Aproximadamente el 20% del aire que llega a un vehículo pasa por el motor, refrigerando el mismo y colaborando a mantener su temperatura dentro de los límites correctos. Esta entrada de aire es por tanto necesaria para el motor, pero empeora la resistencia aerodinámica del coche, incrementando de forma irremediable el consumo de combustible y por tanto las emisiones de CO2.


Sin embargo, la realidad es que en el 95% de situaciones reales de conducción, el aire que le llega al motor está totalmente sobredimensionado. Esto es debido a que en todos los coches la parrilla se diseña para proteger al motor en las situaciones más desfavorables: subida de una pendiente inclinada en un día caluroso y con el acelerador a fondo, por ejemplo.

Es por ello que la necesidad de proteger al motor en estas situaciones límites hace que el diseño del mismo se realice sacrificando aerodinámica, y por tanto eficiencia y consumo del propio vehículo.

Como sabéis, la importancia de la resistencia aerodinámica a bajas velocidades es prácticamente irrisoria, pero toma una relevancia decisiva en el consumo cuando el automóvil alcanza altas velocidades.

Cómo funciona un sistema AGS o Active Grille Shut   

Se trata de un sistema capaz de controlar la cantidad de flujo de aire que llega al radiador y al motor, dependiendo de la temperatura del mismo y de sus necesidades de refrigeración. De esta forma es posible optimizar la aerodinámica del vehículo y mejorar su resistencia al avance.

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Rejillas totalmente cerradas, resistencia al avance mínima

Cuando la temperatura del motor es moderada o baja (habitualmente inferior a 90 grados centígrados) las rejillas se encuentran cerradas. De esta el vehículo mejora su aerodinámica y reduce sus emisiones de CO2 y su consumo.

Por su parte, si la temperatura del motor comienza a subir, las rejillas se abren para dejar pasar flujo de aire hacia el interior del motor, protegiéndolo del sobrecalentamiento. Gracias a la electrónica y al uso de motores eléctricos, se permite la apertura parcial de las rejillas, ofreciendo la posibilidad de buscar puntos óptimos de las variables aerodinámica-necesidad de refrigeración.

Rejillas totalmente abiertas, necesidad de refrigeración máxima

Beneficios de la tecnología AGS

– Con el uso de esta tecnología se consiguen reducciones del coeficiente aerodinámico de hasta el 9% en los momentos de cierre completo de las rejillas.

– La reducción de la resistencia al avance puede producir mejoras del consumo del 2% en un recorrido mixto ciudad-carretera, y mucho mayores en circulación únicamente en autopista a altas velocidades respecto al uso de rejillas tradicionales (se estiman mejoras aproximadas del 4-5%).

– La reducción del consumo va ligada sin duda a reducción de las emisiones de CO2: 2 g/km aproximadamente.

– Reducción del ruido generado por el coche, debido a la mejora de su coeficiente aerodinámico. Se estiman reducciones aproximadas de 1,2 dB en las situaciones más favorables.

– Se consigue un calentamiento más rápido del motor en las situaciones de arranque en frío, debido al mantenimiento de las rejillas cerradas hasta los instantes de necesidad de refrigeración. Esta situación contribuye sin duda a llegar más rápido a los puntos de funcionamiento óptimo del motor, y por tanto a reducir las llamadas “cold start emissions”.

Conoce tus derechos ante una disconformidad con la peritación

Recuerda que se puede elegir taller, discutir el peritaje y reclamar una indemnización justa.

Los conflictos entre talleres y aseguradoras son una constante diaria. Para que los talleres sean capaces de reaccionar ante una peritación con la que no estén de acuerdo y puedan hacer valer sus derechos, Cetraa ha iniciado una campaña recordatoria a sus asociados sobre los diferentes servicios que sus asociaciones ofrecen frente a las prácticas abusivas de las aseguradoras, como formación, información al usuario o servicio jurídico. Entérate de que hacer en caso de accidente de auto y como recibir una compensación en https://www.herrmanandherrman.com/espanol/accidentes-de-auto/ . Nuestros amigos del departamento legal se especializan en casos automotores con seguro inexistente… no pierdas esta oportunidad! Asimismo, recuerda los derechos de que disponen talleres y usuarios frente a las imposiciones de las compañías:

  • Derecho a la libre elección del taller.Hay que tener siempre presente que el cliente no culpable del siniestro puede escoger el taller reparador de su vehículo. El cliente culpable que esté asegurado con «daños propios» sí puede verse limitado, en función de lo que hubiera firmado en su póliza, a acudir a los talleres que designe su aseguradora. Este tipo de cláusulas en las pólizas son restrictivas y si no cumplen los requisitos legales pueden ser cláusulas abusivas.
  • Derecho a discutir el peritaje encargado por la aseguradora. El taller, que responde y garantiza la reparación realizada al vehículo, tiene los conocimientos técnicos y las herramientas -el presupuesto de reparación- para contrastar la peritación que encarga la aseguradora. Si el taller determina que la peritación o valoración es insuficiente -por ejemplo, cuando al cliente no culpable le ofrecen como indemnización el valor venal del vehículo en lugar del de mercado-, el cliente puede contratar un perito que contradiga la pericial encargada por la aseguradora; es lo que se conoce como «un perito de parte».
  • Derecho a reclamar una indemnización justa. Si el perjudicado por un siniestro sin culpa considera que la indemnización ofrecida por la aseguradora es insuficiente, tiene derecho a reclamar por escrito -aportando la pericial de parte y/o presupuesto del taller- y recibir una oferta motivada de indemnización por parte de la aseguradora del conductor responsable del siniestro en el plazo de 3 meses.

Si el perjudicado/asegurado por un siniestro con culpa considera que la indemnización ofrecida por su aseguradora es insuficiente, tiene derecho a que esta le pague el importe mínimo que considere en el plazo de 40 días, pero sin que se deba renunciar a reclamar el resto hasta alcanzar la indemnización que considera justa de acuerdo con lo pactado en la póliza.

Este derecho lo puede ejercitar el propio cliente o el taller mediante la cesión por parte del asegurado de su derecho de reclamación frente a la aseguradora. En este caso, el taller asume el coste de la reparación, el cual recuperará solo en caso de éxito de su demanda frente a la compañía.

Fuente Cetraa

¿Realmente tienen salida los coches diésel?

Desde que se destapó el escándalo de las emisiones de Volkswagen, se ha iniciado un camino que parece no tener retorno con el diesel en el punto de mira. Así, asistimos a un escenario que era impensable hace algunos años materializado en restricciones por parte de las administraciones y que ha traído consigo una especie de temor al gasóleo por parte del consumidor.

Así, se plantea un futuro con varios interrogantes y un presente en el que ya se está empezando a notar el efecto de la ‘demonización del gasóleo’. Mientras los fabricantes temen no poder dar salida a sus coches diesel, el conductor puede preguntarse si su bolsillo será capaz de asumir la subida de precio de este combustible o si podrá circular por la ciudad en la que vive con un automóvil que aún ni siquiera ha terminado de pagar…

Caída imparable del diesel en ventas

En 2017 los coches diesel perdieron, tras muchos años, el trono de los más vendidos en España. En sólo cinco años su cuota de mercado ha pasado del 68,9% (2012) al 48,3% (2017) y todo apunta a que esta tendencia no va a parar. De hecho, según datos de Anfac, en este mes de agosto, con cifras récord inusuales por la entrada en vigor de la homologación WLTP, se vendieron únicamente un 36,9% de turismos alimentados por gasóleo frente a los 57,1% de gasolina, mientras que el 5,9% restantes correspondieron a modelos híbridos y eléctricos.

Por otro lado, en el acumulado de 2018, desde enero a agosto, la tendencia ha sido mayormente a la baja, aunque precisamente en los meses de verano, junio, julio y agosto, han repuntado ligeramente, con cuotas del 35,2%, 36,0% y 36,9% respectivamente. Aunque, de nuevo, la necesidad de las marcas de dar salida al stock con homologación NEDC se presenta como la principal causa. No obstante, su porcentaje siempre ha sido menor este año respecto a los automóviles de gasolina.

Cifras aparte, lo que se intuye es que los consumidores españoles ya no quieren un coche de gasóleo. «El cliente entra a comprar con la clara predisposición de evitar el diesel, independientemente de que viva en una gran ciudad, donde en el futuro quizá tenga restricciones de tráfico, o en lugares pequeños, donde no las va a encontrar», expone Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, según publica El País.

¿De dónde viene el actual rechazo a los coches diesel?

Tras el Dieselgate, al gasóleo, y por tanto a los óxidos de nitrógeno, se les ha señalado como principales enemigos públicos de la salud. Por ello, las políticas medioambientales europeas, lo que incluye a España, han puesto el acento el diesel en lo que toca a restricciones.

El ejemplo en nuestro país lo encontramos primeramente en el etiquetado medioambiental de la DGT, más restrictivo con el diesel en comparación a la gasolina. Debido a que uno de los cometidos de estos distintivos es precisamente el de catalogar a los coches según sus emisiones contaminantes, los coches de gasóleo sufrirán mayores restricciones que los gasolina, lo que da entender que son más contaminantes cuando no siempre es así. Sirva de ejemplo Madrid y su nuevo protocolo anticontaminación, basado en el etiquetado de Tráfico, que tiene previsto entrar en vigor en noviembre.

Los vehículos calificados como de Tipo B en el etiquetado medioambiental incluyen los diesel Euro 4 y Euro 5 que, en el caso de los últimos, corresponde a modelos fabricados entre 2008 y 2012. En el caso de la gasolina, en este grupo se incluyen los Euro III, que datan de entre 1995 y 2005.

A ello se suma la intención del Gobierno de revisar el impuesto de hidrocarburos, que se saldará con la equiparación fiscal del diesel a la gasolinaLa medida se ha retrasado por ahora, al no encontrar consenso entre en los diferentes grupos parlamentarios, pero se plantea un incremento escalonado hasta una subida de 9,55 céntimos por litro.

Si a esto le añadimos los muchos propietarios de los modelos afectados por el Dieselgate, los cuales tuvieron que pasar por el taller para la pertinente actualización de software, perdiendo por el camino prestaciones y potencia en sus coches, lo lógico es que los conductores huyan del diesel.

 

Los coches diesel se acumulan en los concesionarios

Las marcas automovilísticas ven esta situación desde la total incertidumbre. «Se ha creado la leyenda de que no se va a poder circular con los coches de gasóleo. La gente se pregunta qué va a pasar dentro de cinco años con su coche, si no le van a dejar usarlo o no va a poder venderlo. Los mensajes negativos han hecho que los clientes hayan cogido miedo a comprar un diesel«, explica Leopoldo Satrústegui, director general de Hyundai España.

El directivo opina que la preferencia por la gasolina es una cuestión psicológica: independientemente de donde vivan o de qué uso le vayan a dar al coche, la elección no incluye por defecto al gasóleo. Una opinión que, como veíamos arriba, comparte la patronal de concesionarios, Faconauto.

Así, y tras años de bonanza en el que el diesel era la mejor opción, los fabricantes se encuentran con un preocupante stock de coches al que temen no poder dar salida. Es por ello que desde Faconauto se ha solicitado al Gobierno prudencia, refiriéndose a las categóricas declaraciones de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que apuntaba recientemente que «el diesel tiene los días contados» y que «había que buscarle una salida».

Para concesionarios y marcas, las palabras de Ribera han terminado por «agitar el sector». Y por mucho que se eche marcha atrás, el mal está hecho: «La ministra matizó sus palabras y aseguró que no discriminará el gasóleo, pero las palabras positivas no calan tan fácil. Hay que frenar la caída para evitar un impacto importante. España es uno de los países que más rápido se está quitando del diesel«, defiende Satrústegui.

La afirmación de Ribera también fue tachada por la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam), que solicitaba al Gobierno que encauzase la cruzada contra el diesel, defendiendo que «los diesel Euro 6 ya emiten menos que los gasolina». Por su parte, Anfac ha alertado que el veto al diesel amenazaría cerca de 40.000 empleos en España.

Pero, ¿son todos los diesel iguales?

En esta persecución a los coches de gasóleo, las marcas, así como las asociaciones de fabricantes y redes de comercialización, defiende que parece no haber distinción entre los diesel de última generación y los antiguos. Pero sus emisiones de NOx y de partículas en suspensión no dicen lo mismo.

Así, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) sostiene que los automóviles diesel actuales emiten una cantidad de óxidos de nitrógeno cien veces menor en comparación con un coche de hace diez años. La entidad asevera que los vehículos nuevos diesel emiten hasta un 84% menos de óxidos de nitrógeno (NOx) y un 90% menos de partículas en comparación con los automóviles de más de quince años de antigüedad, tal y como ha expresado en un reciente comunicado.

La propuesta por parte de marcas y concesionarios rema en una misma dirección y apunta a la renovación del parque automovilístico español: «Si lo que se pretende es conseguir que el aire de nuestras ciudades sea de mejor calidad, efectivamente los vehículos diesel deben tener los días contados… pero no los nuevos, que son eficientes y cumplen con los límites de emisiones establecidos desde la Unión Europea. Deben desaparecer los de más de diez años, responsables del 80% de esas emisiones», exponía recientemente el presidente de Faconauto.

Más allá de los intereses de la industria automovilística, bien es cierto que no es lo mismo un diesel Euro 6 que uno de hace quince años. Aunque por tradición, los motores de gasóleo, por su naturaleza, producen entre tres y diez veces más NOx que los gasolina, la diferencia con éstos se ha acortado en los últimos años en pos de obtener mayores rendimientos con la menor cantidad de combustible posible. El NOx se genera en los motores de alta compresión a elevadas temperaturas, lo que incluye por tanto a los diesel, pero también a algunos propulsores gasolina de inyección directa.

Debido a las presiones y las mezclas más pobres de combustible, los modernos motores de gasolina de inyección directa producen también elevadas cantidades de óxidos de nitrógeno, así como de partículas en suspensión. En lo que toca a éstas últimas, y aunque es un índice que parece que se está olvidado por el camino, también tienen una gran incidencia en la calidad del aire que respiramos.

Los motores diesel llevan varios años empleando filtros anti partículas y catalizadores NOx para reducir estas emisiones y cumplir la ley.

Por ley, todos los coches diesel catalogados como Euro 5 incorporan en su sistema de escape un filtro de partículas, es decir: todos los automóviles de gasóleo fabricados a partir de enero de 2011. Por su parte, el filtro de partículas (FAP) se hizo obligatorio en los gasolina a finales de 2017 con la nueva normativa Euro 6C (antes ningún fabricante dotaba sus gasolina de inyección directa con esta clase de filtros), que rápidamente adoptaron las marcas del Grupo Volkswagen. Hasta entonces, la emisión de estos agentes en suspensión ha sido hasta diez veces más elevada en los gasolina que en los diesel, algo que el etiquetado medioambiental de la DGT, centrado en las emisiones de CO₂, no ha tenido en cuenta en los diferentes distintivos.

Más gasolina, más CO₂

Además de un retroceso en ventas histórico para nuestro mercado, la demonización del diesel ha traído consigo insólitas situaciones. Como, por ejemplo, que la media de emisiones de CO₂ en los coches nuevos comercializados se incremente. La tendencia, según datos de Faconauto, llevaba siendo a la baja desde 2007, algo que cambió el año pasado, cuando se registró una media de 116 g/km en comparación a los 115 g/km de 2016.

Si bien la proliferación del segmento SUV y su amplio número de efectivos eran señalados por Faconauto como una de las causas de esta subida, también lo es la «persecución indiscriminada» que, según la patronal de concesionarios, está sufriendo el gasóleo.

El temor al diesel ha propiciado que la gasolina vuelva a estar de moda entre los consumidores, lo que no sólo genera dolores de cabeza a las marcas para dar salida a su cada vez mayor stock diesel, sino también que se incrementen las emisiones de este gas que tanto favorece el efecto invernadero.

Las marcas empiezan a decir adiós al diesel

El ocaso del diesel también ha propiciado que los fabricantes comiencen a eliminar de sus gamas las mecánicas de gasóleo. La primera en anunciarlo ha sido Toyota, cuyos nuevos modelos ya no cuentan con motores diesel, comenzando por la nueva generación del Auris, que ahora pasará a ser de nuevo.

Esta decisión ha encontrado su detonante final en la bajada en ventas de sus modelos de gasóleo en Europa, que representaron menos de un 10% del total. Nada que ver con sus híbridos, ya muy asentados en el mercado, y que integraron el 41% de sus modelos comercializados en el Viejo Continente en 2017.

Sin embargo, no deja de ser la crónica de una muerte anunciada: Toyota basa su estrategia en la hibridación, donde ha sido referencia por tradición, y su Japón natal nunca ha visto con buenos ojos el diesel. Por ello, la marca nipona no ha hecho sino replicar este camino en Europa ahora que los modelos de gasóleo no gozan de la popularidad de antaño.

También se ha sumado a esta tendencia Volvo que ya ha prescindido de los motores diesel en la nueva generación del Volvo S60, además de adelantar que las las próximas generaciones del Volvo S90 y del Volvo XC90 tampoco contarán con ellos. De igual manera, Porsche ha tomado la decisión de dejar atrás las variantes diesel de sus SUV, tanto en la última generación del Cayenne, como en la gama mecánica del Macan.

¿Qué representa el ocaso del diesel para los consumidores?

Si bien es evidente las marcas tienen un problema con sus modelos diesel, que temen que acaben cogiendo polvo sin llegar a matricularse, también cabe preguntarse qué van a hacer los muchos de conductores españoles que disponen en la actualidad de un automóvil de gasóleo. Y no son precisamente pocos: según los últimos datos recogidos por la DGT, 17,9 millones de coches diesel forman parte de nuestro parque automovilístico (4,32 millones más que los modelos gasolina registrados).

En primer lugar nos encontramos la subida impositiva del diesel, de casi 10 céntimos por litro y que supondrá 5 euros adicionales al bolsillo del consumidor cada vez que llene el depósito. Si bien se ha planificado que el incremento se hará de forma paulatina, subiendo entre dos y tres céntimos en un primer momento, no deja de ser un impacto para la economía del automovilista, que además realizó previamente una mayor inversión en un modelo diesel, cuyo precio es habitualmente más elevado en comparación a su equivalente de gasolina.

El Ejecutivo ha asegurado que se contemplarán excepciones en la subida del gravamen, lo que incluiría a trabajadores autónomos como agricultores o transportistas, aunque, una vez entre en vigor, conoceremos más detalladamente la sempiterna letra pequeña.

Por otro lado, los propietarios de coches diesel se encuentran de frente con las posibles restricciones en las principales capitales. En el caso de Madrid, de plantearse tal y como se ha planificado el nuevo protocolo de contaminación, los diferentes escenarios se activarán antes y tomarán en cuenta las mediciones de las estaciones en toda la ciudad. Por ello, encontramos más posibilidades que se active el Escenario 4, que restringe la prohibición de circular dentro de la almendra central (área delimitada por la circunvalación M-30) a los vehículos de etiqueta B (lo que incluye los diesel Euro 4 y Euro 5).

A ello se suma la dificultad que ya encuentran los automovilistas para vender sus automóviles diesel en el mercado de segunda mano. Si bien las búsquedas de coches diesel ya han bajado, pasando, según datos de AutoScout24, del 65% al 55% entre mayo de 2016 y mayo de 2018, también lo ha hecho su precio: hace unos años estaba en un ratio de 30-80 en comparación con la gasolina y ahora se ha equiparado.

En definitiva, en estos dos últimos años el ocaso del diésel está mostrando sus efectos en consumidores y en el sector automovilístico. En base a todo lo analizado, ¿realmente los coches diésel, al menos los de última generación, merecen estar en el punto de mira? Hay que tener en cuenta muchos factores y tal y como se han vendido los automóviles de gasóleo en los últimos cinco años, habría que pararse a reflexionar sobre ello, no en vano, el coche es la segunda mayor inversión que afrontan las familias.

Fuente MotorPasión       ()