Son muchos los conductores que ven los viajes en carretera como algo pesado y difícilmente disfrutable, sobre todo cuando por necesidad se trata de un mero trámite para llegar a nuestro destino. Por eso pensamos que hay muchas maneras de disfrutar un viaje por carretera. Es más, creemos que el viaje puede ser un evento en sí mismo, siempre y cuando aprovechemos cada momento y sepamos sacar lo bueno de la carretera.
Habitualmente los reportajes sobre viajes en coche proponen consejos de seguridad para que no te vayas de vacaciones sin comprobar el coche, los neumáticos, las presiones… Por supuesto, la seguridad es lo primero, pero obviando eso, nosotros preferimos darte en esta ocasión una serie de consejos sobre cómo disfrutar del viaje y qué maneras hay de convertirlo en una experiencia placentera.
No siempre tiene uno la opción de decidir cómo va a hacer su viaje, cuánto tiempo va a tomarse para ello o qué ruta va a seguir, pero si queremos disfrutar de un viaje (en vacaciones, por ejemplo), lo lógico es prestarle algo de atención al propio recorrido, para no hacer de él un acontecimiento largo, tedioso y poco deseado. Si es posible, tómate las cosas con calma y trata el viaje por carretera como otro día más de tus vacaciones, en lugar de «el día del transporte».
Planea la ruta. Descubre lugares
Seguro que de camino a tu lugar de destino hay lugares muy interesantes por descubrir, aunque sea de pasada. Paradas de este tipo, para conocer un mirador, un castillo o un pueblo con encanto, son las que hacen que el viaje merezca la pena y, sobre todo, que sea una experiencia que genere gratos recuerdos. «¿Te acuerdas de aquel día que paramos en Sigüenza? ¡Qué sitio más bonito!»
Puedes elegir siempre la ruta más rápida (tanto el GPS como Google Maps te la proponen), pero creemos que es mejor marcarte tú una ruta, sin prisa. Hay cientos de pueblos y lugares por descubrir. En España, por ejemplo, hay parajes de ensueño, y no los conocemos. Nos vamos al extranjero sin conocer lo que tenemos en casa. Por eso, nunca está de más proponerse el día como una aventura y no como el pesado viaje de siempre.
A poder ser, evita las zonas en las que son habituales los problemas de tráfico. A nadie le gusta verse en un atasco, perdiendo el tiempo, y siempre suele haber una ruta alternativa. Quizá más larga, pero seguro que más entretenida que estar parado junto al resto de conductores. Evita la conducción bumper to bumper, que es como llaman los anglosajones a la circulación lenta, de «paragolpes con paragolpes».
Prepara tu música preferida
Fundamental para disfrutar de un recorrido en coche es elegir la música adecuada para el momento. La radio está muy bien, pero si haces muchos kilómetros y, según por dónde, es probable que pierdas la señal o directamente no seas capaz de sintonizar tu emisora preferida, porque no llega a donde estás. Así pues, una nutrida selección de música (hoy en día con los MP3 es más fácil que nunca) es siempre un requisito importante para viajar.
Plantéate también qué estilo de música es más agradable para un viaje por carretera. Puede que seas un enamorado de la música electrónica, con más bombos por minuto que vueltas da tu lavadora centrifugando, pero es posible que para conducir no sea el estilo más adecuado. Ni lo más animado del mundo, ni lo más lento, no sea que te duermas. Encuentra algo ideal para viajar y ten en cuenta también los gustos de los que viajan contigo.
Sal de la autovía. Busca algo de diversión
Conducir en autovía o autopista no supone diversión alguna, salvo que estemos en un tramo sin límite de la Autobahn alemana, donde poder dar rienda suelta al pie derecho y poner todos nuestros sentidos en la carretera. En España, la mejor idea es evitar las vías principales y buscar carreteras secundarias que resulten más divertidas, con curvas, puertos de montaña y que ofrezcan, en general, un mayor nivel de entretenimiento.
¿Quién te dice que rumbo a tu destino no hay un tramo de montaña digno de una etapa de rally, en el que disfrutar del coche durante el camino? Puede que lo sepas de antemano, que te lo encuentres de sopetón o que te hayas documentado antes de empezar el viaje. Sea como fuere, el desenlace es el mismo: evitamos la aburrida red primaria de carreteras, descubrimos nuevos lugares y, sobre todo, damos una alegría al cuerpo y, si la zona merece la pena, a nuestra vista.
Prescinde de automatismos
Raro es el modelo que no ofrece ya, aunque sea de manera opcional, un control de crucero, que permite quitar los pies de la pedalera y que el coche mantenga una velocidad constante. Los avances están muy bien, y hay controles de crucero incluso adaptativos (ACC), que varían la velocidad de tu vehículo en función de la del coche que nos precede, pero… ¿es lo ideal si lo que buscamos es disfrutar del viaje y de la propia conducción?
Llevar nosotros el mando del vehículo nos permite poner la atención en la carretera y, por tanto, reducir las posibilidades de aburrirnos como ostras. Cuantas menos preocupaciones tengamos, más tiempo nos dará a cansarnos del viaje. Mejor estar atento a la conducción y olvidarnos de automatismos, sobre todo cuando nos hemos propuesto disfrutar de una experiencia placentera. ¡Toma el mando y aprende a entretenerte!
Come, bebe y reposa
Por muy buena que sea nuestra intención, siempre vamos a necesitar una paradita para beber o picar algo, o incluso comer. Parar de vez en cuando es una buena idea, aunque no fumemos ni necesitemos ir al baño cada hora. Si has salido de la autovía, podrás respirar un poco de aire fresco, estirar rápidamente las piernas, hacer una foto desde el mirador con el que te has topado o coger un poco de energía para continuar.
También recomendamos evitar los sitios de comidas a pie de carretera o en las áreas de servicio, porque seguro que encuentras algo mucho mejor y más barato a la vuelta de la esquina. Existen muchas aplicaciones (Yelp, Tripadvisor, etc…) que encuentran restaurantes o bares en tus proximidades, y permiten incluso ver la puntuación que le han dado otros usuarios, el menú o los precios. Preocúpate un poco más y saldrás ganando.
Disfruta del momento. Sáltate el plan
Y para terminar, te diremos que puedes hacer caso a algunos de los consejos, a todos o a ninguno, porque al fin y al cabo, se trata de disfrutar y cada uno lo hace a su manera. Plantea un plan pero tampoco tengas problema en saltártelo a la torera si realmente te apetece hacer otra cosa. Se trata de disfrutar del viaje, de llevarse una experiencia placentera y, por supuesto, de tomar tus propias decisiones y aprovechar el tiempo de la mejor manera posible.