¿QUÉ IMPORTANCIA TIENEN Y CUÁNTOS FLUIDOS TIENE UN COCHE?

Caja cambios, frenos, diferencial, refrigerante… hay muchos más aparte del aceite de motor.

Uno de los principales problemas que nos encontramos en @AutomociónMiraflores es el desconocimiento de propietarios de vehículos de los líquidos y mantenimientos que conllevan estos. Por ejemplo las reductoras de los todo terrenos llevan un aceite que debe de ser sustituido cada ciertos Kms. o tiempo para evitar avería internas que no son precisamente baratas. Aunque este elemento no se utilice, el ejemplo que ponemos siempre es el mismo, una bicicleta siempre trabaja la cadena. Un piñón y un plato, pues con la reductora es lo mismo, un piñón u otro están engranados y por lo tanto necesitan un engrase perfecto.

Los cambios automáticos necesitan un mantenimiento preventivo para evitar averías graves.

Recuerda  que el libro de mantenimiento o un buen profesional siempre te asesorarán de los mantenimientos a realizar a tu coche.

Si te preguntamos por algunos líquidos que tiene un coche, seguro que lo primero que se te viene a la cabeza es el aceite del motor. Es lógico: se trata de uno de los más reconocidos y de  vital importancia. De hecho, si circularas sin lubricante, provocarías averías irreversibles en el motor del automóvil.

Prácticamente todos los conductores, en algún momento, han tenido o tendrán que rellenar el depósito de aceite de su vehículo. Ya sea un coche, un camión o cualquier otro vehículo de combustión

Sin embargo, existen otros muchos fluidos que son importantes en el vehículo y apenas hablamos de ellos. Desde el más habitual de los que rellenamos a nivel de usuario como el de lavaparabrisas hasta caja de transferencia, reductora, diferencial etc.

Pero… ¿qué importancia tiene el líquido lavaparabrisas?

Si te haces esta pregunta, es porque nunca te has visto conduciendo de noche con el parabrisas sucio y miles de reflejos que te deslumbran. Efectivamente: el fluido lavaparabrisas afecta a la seguridad del vehículo, al igual que lo hace el líquido de frenos. De hecho, se encarga de que puedas ver sin problemas al mantener el parabrisas limpio.

El líquido lavaparabrisas es una mezcla de agua y alcohol, que se añade para evitar su congelación, junto a diversos productos químicos que ayudan a limpiar, arrastrar y disolver la suciedad en el agua del producto. Puedes comprobar su nivel fácilmente en el depósito que hay bajo el capó y, si hace falta, rellenarlo.

Otro fluido cuya importancia quizá desconozcas es el aceite del cambio de marchas, que baña los engranajes necesarios para que funcione correctamente. Normalmente, si se trata de un cambio manual nunca cambiaremos este lubricante, ni tendremos que añadir producto. En cuatro palabras: nos olvidamos de él.

¿Qué ocurre si el cambio manual presenta ruidos o no entran bien las marchas? Que entonces sí que nos acordamos de que este lubricante existe. Si además somos entendidos en el tema, hablamos de la subir o bajar la SAE o añadir un aditivo. Más aún si existe una avería que obliga a cambiarlo.

Algo similar ocurre con los diferenciales. ¿Sabías que también llevan aceite? Pues sí, lo llevan, y su uso suele extenderse durante toda la vida útil del vehículo. Por eso tampoco solemos acordarnos de él.

En cuanto a los coches con cambios automáticos, más cómodos y cada vez más populares, es necesario cambiar regularmente el aceite de la caja de cambios. Se suele hacer cada 60.000 km. Aunque estas cajas nos ayudan a ahorrar combustible respecto a las manuales, lo cierto es que tienen su mantenimiento, que se debe respetar. 

Otros fluidos interesantes

El sistema de dirección del vehículo también cuenta con su fluido, cuyas características dependerán del diseño de cada automóvil. Como a veces se producen fugas, habrá que ir añadiendo líquido en caso de ser necesario y no se debe cambiar a menos que haya una avería. En este último caso, siempre se debe eliminar el fluido y no volver a utilizarlo: si lo hicieras, podrías provocar averías a causa de la presencia de pequeños trozos de metales que causarían un desgaste rápido.

Si fuera necesario cambiar el líquido de la dirección, conviene que acudas a un taller, al igual que en el caso de los aceites de la caja de cambios o el diferencial.

En cuanto al refrigerante, es un fluido que se encarga de sacar calor del motor para que las piezas se puedan mover libremente. En este caso no se trata de un aceite, sino que es una mezcla de agua con glicoles y aditivos que protegen el sistema de refrigeración.

En el caso de los refrigerantes, es importante emplear productos con un punto de congelación muy bajo (-37ºC) y con una elevada concentración de glicol (50%). Esto se debe a que los aditivos que protegen el sistema de refrigeración (radiador, camisas, bomba…) van mezclados con el glicol y cuanto mayor sea la concentración de este componente, mayor será la protección que ofrecerá el producto.

Puedes comprobar el nivel del refrigerante, al igual que el del aceite del motor o el del líquido lavaparabrisas, ya que el depósito se encuentra también bajo el capó.

En lo referente al líquido de frenos, que mencionamos al principio, recuerda que es muy importante para la seguridad del vehículo. Conviene vigilar su nivel, ya que es el que nos ayuda a controlar la velocidad del vehículo y a detenerlo por completo si es necesario. Existen distintos tipos de líquidos de frenos, de los cuales algunos son incompatibles entre sí.

Por último, nos gustaría hablarte de las baterías: las que no están selladas requieren que realicemos un nivelado para que funcionen correctamente y no se produzcan averías.

 

En todos estos casos es muy importante que utilices productos que sigan todas las indicaciones y normas que establece el fabricante del vehículo para que no se produzcan averías. Recuerda: al igual que en el caso del aceite de motor, no vale cualquier producto. Elige bien y prolongarás su vida útil, además de aumentar tu seguridad.

 

Rejillas de Parrilla Activa (Active Grille)

 

A medida que avanza el tiempo y la tecnología, el diseño de los automóviles y la mejora de la eficiencia de los mismos van haciéndose cada vez más complicada. En este sentido, las marcas de automóviles se encuentran asfixiadas por las necesidades de los consumidores, la dura competencia, y las normativas y tasas anticontaminación. Por ello, se ven obligadas a invertir millones de dólares anualmente en reducir ligeramente el consumo de sus vehículos y sus emisiones contaminantes.

En este contexto de atención máxima sobre todos y cada uno de los detalles, donde cada gota de combustible cuenta, les presento hoy un artículo sobre las rejillas de parrilla activa (AGS o Active Grille Shutter), una solución puesta en práctica por multitud de marcas como BMW, Mercedes, Rolls Royce, Mazda, Honda o Ford, entre otras.

Diseño convencional de una parrilla

Aproximadamente el 20% del aire que llega a un vehículo pasa por el motor, refrigerando el mismo y colaborando a mantener su temperatura dentro de los límites correctos. Esta entrada de aire es por tanto necesaria para el motor, pero empeora la resistencia aerodinámica del coche, incrementando de forma irremediable el consumo de combustible y por tanto las emisiones de CO2.


Sin embargo, la realidad es que en el 95% de situaciones reales de conducción, el aire que le llega al motor está totalmente sobredimensionado. Esto es debido a que en todos los coches la parrilla se diseña para proteger al motor en las situaciones más desfavorables: subida de una pendiente inclinada en un día caluroso y con el acelerador a fondo, por ejemplo.

Es por ello que la necesidad de proteger al motor en estas situaciones límites hace que el diseño del mismo se realice sacrificando aerodinámica, y por tanto eficiencia y consumo del propio vehículo.

Como sabéis, la importancia de la resistencia aerodinámica a bajas velocidades es prácticamente irrisoria, pero toma una relevancia decisiva en el consumo cuando el automóvil alcanza altas velocidades.

Cómo funciona un sistema AGS o Active Grille Shut   

Se trata de un sistema capaz de controlar la cantidad de flujo de aire que llega al radiador y al motor, dependiendo de la temperatura del mismo y de sus necesidades de refrigeración. De esta forma es posible optimizar la aerodinámica del vehículo y mejorar su resistencia al avance.

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Rejillas totalmente cerradas, resistencia al avance mínima

Cuando la temperatura del motor es moderada o baja (habitualmente inferior a 90 grados centígrados) las rejillas se encuentran cerradas. De esta el vehículo mejora su aerodinámica y reduce sus emisiones de CO2 y su consumo.

Por su parte, si la temperatura del motor comienza a subir, las rejillas se abren para dejar pasar flujo de aire hacia el interior del motor, protegiéndolo del sobrecalentamiento. Gracias a la electrónica y al uso de motores eléctricos, se permite la apertura parcial de las rejillas, ofreciendo la posibilidad de buscar puntos óptimos de las variables aerodinámica-necesidad de refrigeración.

Rejillas totalmente abiertas, necesidad de refrigeración máxima

Beneficios de la tecnología AGS

– Con el uso de esta tecnología se consiguen reducciones del coeficiente aerodinámico de hasta el 9% en los momentos de cierre completo de las rejillas.

– La reducción de la resistencia al avance puede producir mejoras del consumo del 2% en un recorrido mixto ciudad-carretera, y mucho mayores en circulación únicamente en autopista a altas velocidades respecto al uso de rejillas tradicionales (se estiman mejoras aproximadas del 4-5%).

– La reducción del consumo va ligada sin duda a reducción de las emisiones de CO2: 2 g/km aproximadamente.

– Reducción del ruido generado por el coche, debido a la mejora de su coeficiente aerodinámico. Se estiman reducciones aproximadas de 1,2 dB en las situaciones más favorables.

– Se consigue un calentamiento más rápido del motor en las situaciones de arranque en frío, debido al mantenimiento de las rejillas cerradas hasta los instantes de necesidad de refrigeración. Esta situación contribuye sin duda a llegar más rápido a los puntos de funcionamiento óptimo del motor, y por tanto a reducir las llamadas “cold start emissions”.

Conoce tus derechos ante una disconformidad con la peritación

Recuerda que se puede elegir taller, discutir el peritaje y reclamar una indemnización justa.

Los conflictos entre talleres y aseguradoras son una constante diaria. Para que los talleres sean capaces de reaccionar ante una peritación con la que no estén de acuerdo y puedan hacer valer sus derechos, Cetraa ha iniciado una campaña recordatoria a sus asociados sobre los diferentes servicios que sus asociaciones ofrecen frente a las prácticas abusivas de las aseguradoras, como formación, información al usuario o servicio jurídico. Entérate de que hacer en caso de accidente de auto y como recibir una compensación en https://www.herrmanandherrman.com/espanol/accidentes-de-auto/ . Nuestros amigos del departamento legal se especializan en casos automotores con seguro inexistente… no pierdas esta oportunidad! Asimismo, recuerda los derechos de que disponen talleres y usuarios frente a las imposiciones de las compañías:

  • Derecho a la libre elección del taller.Hay que tener siempre presente que el cliente no culpable del siniestro puede escoger el taller reparador de su vehículo. El cliente culpable que esté asegurado con «daños propios» sí puede verse limitado, en función de lo que hubiera firmado en su póliza, a acudir a los talleres que designe su aseguradora. Este tipo de cláusulas en las pólizas son restrictivas y si no cumplen los requisitos legales pueden ser cláusulas abusivas.
  • Derecho a discutir el peritaje encargado por la aseguradora. El taller, que responde y garantiza la reparación realizada al vehículo, tiene los conocimientos técnicos y las herramientas -el presupuesto de reparación- para contrastar la peritación que encarga la aseguradora. Si el taller determina que la peritación o valoración es insuficiente -por ejemplo, cuando al cliente no culpable le ofrecen como indemnización el valor venal del vehículo en lugar del de mercado-, el cliente puede contratar un perito que contradiga la pericial encargada por la aseguradora; es lo que se conoce como «un perito de parte».
  • Derecho a reclamar una indemnización justa. Si el perjudicado por un siniestro sin culpa considera que la indemnización ofrecida por la aseguradora es insuficiente, tiene derecho a reclamar por escrito -aportando la pericial de parte y/o presupuesto del taller- y recibir una oferta motivada de indemnización por parte de la aseguradora del conductor responsable del siniestro en el plazo de 3 meses.

Si el perjudicado/asegurado por un siniestro con culpa considera que la indemnización ofrecida por su aseguradora es insuficiente, tiene derecho a que esta le pague el importe mínimo que considere en el plazo de 40 días, pero sin que se deba renunciar a reclamar el resto hasta alcanzar la indemnización que considera justa de acuerdo con lo pactado en la póliza.

Este derecho lo puede ejercitar el propio cliente o el taller mediante la cesión por parte del asegurado de su derecho de reclamación frente a la aseguradora. En este caso, el taller asume el coste de la reparación, el cual recuperará solo en caso de éxito de su demanda frente a la compañía.

Fuente Cetraa

¿Realmente tienen salida los coches diésel?

Desde que se destapó el escándalo de las emisiones de Volkswagen, se ha iniciado un camino que parece no tener retorno con el diesel en el punto de mira. Así, asistimos a un escenario que era impensable hace algunos años materializado en restricciones por parte de las administraciones y que ha traído consigo una especie de temor al gasóleo por parte del consumidor.

Así, se plantea un futuro con varios interrogantes y un presente en el que ya se está empezando a notar el efecto de la ‘demonización del gasóleo’. Mientras los fabricantes temen no poder dar salida a sus coches diesel, el conductor puede preguntarse si su bolsillo será capaz de asumir la subida de precio de este combustible o si podrá circular por la ciudad en la que vive con un automóvil que aún ni siquiera ha terminado de pagar…

Caída imparable del diesel en ventas

En 2017 los coches diesel perdieron, tras muchos años, el trono de los más vendidos en España. En sólo cinco años su cuota de mercado ha pasado del 68,9% (2012) al 48,3% (2017) y todo apunta a que esta tendencia no va a parar. De hecho, según datos de Anfac, en este mes de agosto, con cifras récord inusuales por la entrada en vigor de la homologación WLTP, se vendieron únicamente un 36,9% de turismos alimentados por gasóleo frente a los 57,1% de gasolina, mientras que el 5,9% restantes correspondieron a modelos híbridos y eléctricos.

Por otro lado, en el acumulado de 2018, desde enero a agosto, la tendencia ha sido mayormente a la baja, aunque precisamente en los meses de verano, junio, julio y agosto, han repuntado ligeramente, con cuotas del 35,2%, 36,0% y 36,9% respectivamente. Aunque, de nuevo, la necesidad de las marcas de dar salida al stock con homologación NEDC se presenta como la principal causa. No obstante, su porcentaje siempre ha sido menor este año respecto a los automóviles de gasolina.

Cifras aparte, lo que se intuye es que los consumidores españoles ya no quieren un coche de gasóleo. «El cliente entra a comprar con la clara predisposición de evitar el diesel, independientemente de que viva en una gran ciudad, donde en el futuro quizá tenga restricciones de tráfico, o en lugares pequeños, donde no las va a encontrar», expone Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, según publica El País.

¿De dónde viene el actual rechazo a los coches diesel?

Tras el Dieselgate, al gasóleo, y por tanto a los óxidos de nitrógeno, se les ha señalado como principales enemigos públicos de la salud. Por ello, las políticas medioambientales europeas, lo que incluye a España, han puesto el acento el diesel en lo que toca a restricciones.

El ejemplo en nuestro país lo encontramos primeramente en el etiquetado medioambiental de la DGT, más restrictivo con el diesel en comparación a la gasolina. Debido a que uno de los cometidos de estos distintivos es precisamente el de catalogar a los coches según sus emisiones contaminantes, los coches de gasóleo sufrirán mayores restricciones que los gasolina, lo que da entender que son más contaminantes cuando no siempre es así. Sirva de ejemplo Madrid y su nuevo protocolo anticontaminación, basado en el etiquetado de Tráfico, que tiene previsto entrar en vigor en noviembre.

Los vehículos calificados como de Tipo B en el etiquetado medioambiental incluyen los diesel Euro 4 y Euro 5 que, en el caso de los últimos, corresponde a modelos fabricados entre 2008 y 2012. En el caso de la gasolina, en este grupo se incluyen los Euro III, que datan de entre 1995 y 2005.

A ello se suma la intención del Gobierno de revisar el impuesto de hidrocarburos, que se saldará con la equiparación fiscal del diesel a la gasolinaLa medida se ha retrasado por ahora, al no encontrar consenso entre en los diferentes grupos parlamentarios, pero se plantea un incremento escalonado hasta una subida de 9,55 céntimos por litro.

Si a esto le añadimos los muchos propietarios de los modelos afectados por el Dieselgate, los cuales tuvieron que pasar por el taller para la pertinente actualización de software, perdiendo por el camino prestaciones y potencia en sus coches, lo lógico es que los conductores huyan del diesel.

 

Los coches diesel se acumulan en los concesionarios

Las marcas automovilísticas ven esta situación desde la total incertidumbre. «Se ha creado la leyenda de que no se va a poder circular con los coches de gasóleo. La gente se pregunta qué va a pasar dentro de cinco años con su coche, si no le van a dejar usarlo o no va a poder venderlo. Los mensajes negativos han hecho que los clientes hayan cogido miedo a comprar un diesel«, explica Leopoldo Satrústegui, director general de Hyundai España.

El directivo opina que la preferencia por la gasolina es una cuestión psicológica: independientemente de donde vivan o de qué uso le vayan a dar al coche, la elección no incluye por defecto al gasóleo. Una opinión que, como veíamos arriba, comparte la patronal de concesionarios, Faconauto.

Así, y tras años de bonanza en el que el diesel era la mejor opción, los fabricantes se encuentran con un preocupante stock de coches al que temen no poder dar salida. Es por ello que desde Faconauto se ha solicitado al Gobierno prudencia, refiriéndose a las categóricas declaraciones de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que apuntaba recientemente que «el diesel tiene los días contados» y que «había que buscarle una salida».

Para concesionarios y marcas, las palabras de Ribera han terminado por «agitar el sector». Y por mucho que se eche marcha atrás, el mal está hecho: «La ministra matizó sus palabras y aseguró que no discriminará el gasóleo, pero las palabras positivas no calan tan fácil. Hay que frenar la caída para evitar un impacto importante. España es uno de los países que más rápido se está quitando del diesel«, defiende Satrústegui.

La afirmación de Ribera también fue tachada por la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam), que solicitaba al Gobierno que encauzase la cruzada contra el diesel, defendiendo que «los diesel Euro 6 ya emiten menos que los gasolina». Por su parte, Anfac ha alertado que el veto al diesel amenazaría cerca de 40.000 empleos en España.

Pero, ¿son todos los diesel iguales?

En esta persecución a los coches de gasóleo, las marcas, así como las asociaciones de fabricantes y redes de comercialización, defiende que parece no haber distinción entre los diesel de última generación y los antiguos. Pero sus emisiones de NOx y de partículas en suspensión no dicen lo mismo.

Así, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) sostiene que los automóviles diesel actuales emiten una cantidad de óxidos de nitrógeno cien veces menor en comparación con un coche de hace diez años. La entidad asevera que los vehículos nuevos diesel emiten hasta un 84% menos de óxidos de nitrógeno (NOx) y un 90% menos de partículas en comparación con los automóviles de más de quince años de antigüedad, tal y como ha expresado en un reciente comunicado.

La propuesta por parte de marcas y concesionarios rema en una misma dirección y apunta a la renovación del parque automovilístico español: «Si lo que se pretende es conseguir que el aire de nuestras ciudades sea de mejor calidad, efectivamente los vehículos diesel deben tener los días contados… pero no los nuevos, que son eficientes y cumplen con los límites de emisiones establecidos desde la Unión Europea. Deben desaparecer los de más de diez años, responsables del 80% de esas emisiones», exponía recientemente el presidente de Faconauto.

Más allá de los intereses de la industria automovilística, bien es cierto que no es lo mismo un diesel Euro 6 que uno de hace quince años. Aunque por tradición, los motores de gasóleo, por su naturaleza, producen entre tres y diez veces más NOx que los gasolina, la diferencia con éstos se ha acortado en los últimos años en pos de obtener mayores rendimientos con la menor cantidad de combustible posible. El NOx se genera en los motores de alta compresión a elevadas temperaturas, lo que incluye por tanto a los diesel, pero también a algunos propulsores gasolina de inyección directa.

Debido a las presiones y las mezclas más pobres de combustible, los modernos motores de gasolina de inyección directa producen también elevadas cantidades de óxidos de nitrógeno, así como de partículas en suspensión. En lo que toca a éstas últimas, y aunque es un índice que parece que se está olvidado por el camino, también tienen una gran incidencia en la calidad del aire que respiramos.

Los motores diesel llevan varios años empleando filtros anti partículas y catalizadores NOx para reducir estas emisiones y cumplir la ley.

Por ley, todos los coches diesel catalogados como Euro 5 incorporan en su sistema de escape un filtro de partículas, es decir: todos los automóviles de gasóleo fabricados a partir de enero de 2011. Por su parte, el filtro de partículas (FAP) se hizo obligatorio en los gasolina a finales de 2017 con la nueva normativa Euro 6C (antes ningún fabricante dotaba sus gasolina de inyección directa con esta clase de filtros), que rápidamente adoptaron las marcas del Grupo Volkswagen. Hasta entonces, la emisión de estos agentes en suspensión ha sido hasta diez veces más elevada en los gasolina que en los diesel, algo que el etiquetado medioambiental de la DGT, centrado en las emisiones de CO₂, no ha tenido en cuenta en los diferentes distintivos.

Más gasolina, más CO₂

Además de un retroceso en ventas histórico para nuestro mercado, la demonización del diesel ha traído consigo insólitas situaciones. Como, por ejemplo, que la media de emisiones de CO₂ en los coches nuevos comercializados se incremente. La tendencia, según datos de Faconauto, llevaba siendo a la baja desde 2007, algo que cambió el año pasado, cuando se registró una media de 116 g/km en comparación a los 115 g/km de 2016.

Si bien la proliferación del segmento SUV y su amplio número de efectivos eran señalados por Faconauto como una de las causas de esta subida, también lo es la «persecución indiscriminada» que, según la patronal de concesionarios, está sufriendo el gasóleo.

El temor al diesel ha propiciado que la gasolina vuelva a estar de moda entre los consumidores, lo que no sólo genera dolores de cabeza a las marcas para dar salida a su cada vez mayor stock diesel, sino también que se incrementen las emisiones de este gas que tanto favorece el efecto invernadero.

Las marcas empiezan a decir adiós al diesel

El ocaso del diesel también ha propiciado que los fabricantes comiencen a eliminar de sus gamas las mecánicas de gasóleo. La primera en anunciarlo ha sido Toyota, cuyos nuevos modelos ya no cuentan con motores diesel, comenzando por la nueva generación del Auris, que ahora pasará a ser de nuevo.

Esta decisión ha encontrado su detonante final en la bajada en ventas de sus modelos de gasóleo en Europa, que representaron menos de un 10% del total. Nada que ver con sus híbridos, ya muy asentados en el mercado, y que integraron el 41% de sus modelos comercializados en el Viejo Continente en 2017.

Sin embargo, no deja de ser la crónica de una muerte anunciada: Toyota basa su estrategia en la hibridación, donde ha sido referencia por tradición, y su Japón natal nunca ha visto con buenos ojos el diesel. Por ello, la marca nipona no ha hecho sino replicar este camino en Europa ahora que los modelos de gasóleo no gozan de la popularidad de antaño.

También se ha sumado a esta tendencia Volvo que ya ha prescindido de los motores diesel en la nueva generación del Volvo S60, además de adelantar que las las próximas generaciones del Volvo S90 y del Volvo XC90 tampoco contarán con ellos. De igual manera, Porsche ha tomado la decisión de dejar atrás las variantes diesel de sus SUV, tanto en la última generación del Cayenne, como en la gama mecánica del Macan.

¿Qué representa el ocaso del diesel para los consumidores?

Si bien es evidente las marcas tienen un problema con sus modelos diesel, que temen que acaben cogiendo polvo sin llegar a matricularse, también cabe preguntarse qué van a hacer los muchos de conductores españoles que disponen en la actualidad de un automóvil de gasóleo. Y no son precisamente pocos: según los últimos datos recogidos por la DGT, 17,9 millones de coches diesel forman parte de nuestro parque automovilístico (4,32 millones más que los modelos gasolina registrados).

En primer lugar nos encontramos la subida impositiva del diesel, de casi 10 céntimos por litro y que supondrá 5 euros adicionales al bolsillo del consumidor cada vez que llene el depósito. Si bien se ha planificado que el incremento se hará de forma paulatina, subiendo entre dos y tres céntimos en un primer momento, no deja de ser un impacto para la economía del automovilista, que además realizó previamente una mayor inversión en un modelo diesel, cuyo precio es habitualmente más elevado en comparación a su equivalente de gasolina.

El Ejecutivo ha asegurado que se contemplarán excepciones en la subida del gravamen, lo que incluiría a trabajadores autónomos como agricultores o transportistas, aunque, una vez entre en vigor, conoceremos más detalladamente la sempiterna letra pequeña.

Por otro lado, los propietarios de coches diesel se encuentran de frente con las posibles restricciones en las principales capitales. En el caso de Madrid, de plantearse tal y como se ha planificado el nuevo protocolo de contaminación, los diferentes escenarios se activarán antes y tomarán en cuenta las mediciones de las estaciones en toda la ciudad. Por ello, encontramos más posibilidades que se active el Escenario 4, que restringe la prohibición de circular dentro de la almendra central (área delimitada por la circunvalación M-30) a los vehículos de etiqueta B (lo que incluye los diesel Euro 4 y Euro 5).

A ello se suma la dificultad que ya encuentran los automovilistas para vender sus automóviles diesel en el mercado de segunda mano. Si bien las búsquedas de coches diesel ya han bajado, pasando, según datos de AutoScout24, del 65% al 55% entre mayo de 2016 y mayo de 2018, también lo ha hecho su precio: hace unos años estaba en un ratio de 30-80 en comparación con la gasolina y ahora se ha equiparado.

En definitiva, en estos dos últimos años el ocaso del diésel está mostrando sus efectos en consumidores y en el sector automovilístico. En base a todo lo analizado, ¿realmente los coches diésel, al menos los de última generación, merecen estar en el punto de mira? Hay que tener en cuenta muchos factores y tal y como se han vendido los automóviles de gasóleo en los últimos cinco años, habría que pararse a reflexionar sobre ello, no en vano, el coche es la segunda mayor inversión que afrontan las familias.

Fuente MotorPasión       ()

¿Qué información nos aporta la nomenclatura de un neumático?

Los neumáticos suelen contener una serie de nomenclaturas y símbolos que proporcionan información sobre sus características: fabricante, índice de carga, fecha de fabricación… Lo cual es especialmente útil a la hora de adquirir un nuevo neumático o para garantizar su correcto mantenimiento.

Información del neumático:

Marca

En el neumático aparecerá indicado el nombre del fabricante.

Código del neumático

El código ISO métrico se compone de una serie de números y letras que aportan información precisa sobre las características del neumático.

 Ejemplo: P 205/55 R 16 102H

En el siguiente orden interpretaríamos el código del neumático:

  1. Una o varias letras que indican el tipo de vehículo al que se dirige el neumático

Letra “P”su presencia o la ausencia de cualquier letra significa que el neumático es para turismos.

Letras “LT”: neumático para camiones ligeros.

Letras “ST”neumáticos para tráiler especial.

Letra “T”uso temporal.

  1. Número de tres dígitos: anchura

Representa el ancho del neumático en milímetros. En el caso de los neumáticos estándar esta medida oscilará entre los 125 y los 335 milímetros.

  1. Número de dos dígitos: altura

Relación entre la altura y la anchura de la sección expresada como porcentaje. A menor porcentaje, más bajo será el neumático. Siguiendo el ejemplo, la altura sería el 55% del ancho total 205 mm.

  1. Estructura del neumático

B: cintas opuestas

D: diagonal

R: radial

Actualmente, la mayoría de los neumáticos presentan una estructura radial.

  1. Número de dos dígitos: diámetro

Diámetro del borde interior de la llanta expresado en pulgadas (una pulgada equivale a 25,4 mm). Se mide de borde a borde de la llanta en diagonal. Suele estar comprendido entre 10 y 23 pulgadas.

  1. Número de dos o tres dígitos: índice de carga

Este código da información sobre la carga máxima que puede ser soportada por el neumático con una presión determinada.

Índice de carga Carga (Kg) Índice de carga Carga (Kg) Índice de carga Carga (Kg)
65 290 80 450 95 690
66 300 81 462 96 710
67 307 82 475 97 730
68 315 83 487 98 750
69 325 84 500 99 775
70 335 85 515 100 800
71 345 86 530 101 825
72 355 87 545 102 850
73 365 88 560 103 875
74 375 89 580 104 900
75 387 90 600 105 925
76 400 91 615 106 950
77 412 92 630 107 975
78 425 93 650 108 1000
79 437 94 670 109 1030
  1. Una o dos letras o una letra y un número: índice de velocidad

Este código proporciona la velocidad máxima a la que puede circular el neumático.

Códigos de velocidad Velocidad máxima en km/h Códigos de velocidad Velocidad máxima en km/h
C 60 Q 160
D 65 R 170
E 70 S 180
F 80 T 190
G 90 U 200
J 100 H 210
K 110 VR >210
L 120 V 240
M 130 ZR >240
N 140 W 270
P 150 Y 300

Indicador de desgaste de la banda de rodadura (TWI)

Las letras “TWI” señalan la ubicación de los indicadores de desgaste de la banda de rodadura, que deberán ser controlados para garantizar que se respete la profundidad mínima legal (1,6 mm), aunque se recomienda sustituir los neumáticos antes de alcanzar ese límite.

Fecha de fabricación

Las cuatro últimas cifras de la marca DOT muestran la semana y el año de fabricación del neumático.

Otros datos

Indicadores de neumático de invierno: aparecerán marcados con las letras “M+S” y un logotipo con una montaña de tres picos que contiene un copo de nieve en su interior.

Indicadores de neumático reforzado: suelen estar marcados con los textos «Extra Load» (XL) o«Reforzado» (Reinf), aunque existen otros marcados posibles.

Fuente:GT Motive

Somos EuroTaller

Queridos clientes, amigos y seguidores, desde el uno de marzo de este año pertenecemos a la Red de Talleres más importante y mejor valorada de nuestro país. Pensamos que la integración en Eurotaller nos aportará todo lo necesario para poder día a día mejorar y dar mejor servicio a nuestros clientes. Siempre hemos dado prioridad a nuestra formación pero las nuevos avances en el sector de la automoción hacen que sea necesario estar adheridos a Eurotaller nos aporte todo lo necesario para intentar ser uno de los mejores Talleres Multimarca, puede sonar prepotente, pero no podemos perder el tren, hoy en día estar interconectados, el control remoto de las averías el Pass-Thru son una realidad. Pronto podremos realizar un seguimiento de la avería a distancia si es necesario. El siglo XXI ha llegado al automóvil a toda velocidad, cargado de novedades constantes y Automoción Miraflores está ahí para satisfacer las demandas de sus clientes.

A continuación comentamos algunos de los valores de Eurotaller

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Cómo poner las cadenas para la nieve

A continuación os explicamos cómo afrontar aquellas situaciones en las que la nieve nos sorprende y nos obliga a usar cadenas de nieve en nuestro coche, exponiéndonos con pasos sencillos, cómo hemos de colocarlas.

También nos recuerda que con ellas puestas no podemos superar los 50 km/h y que se han de retirar de forma inmediata cuando no hay nieve, de lo contrario, romperemos las cadenas y/o dañaremos los neumáticos.

Las cadenas de nieve nacieron hace 113 años con la finalidad de incrementar la tracción de las ruedas sobre firmes nevados o embarrados y dicho concepto no ha evolucionado con el paso de los años ya que, hoy día, seguimos usando aquéllos mismos dispositivos, junto con otros más evolucionados y cómodos de instalar como cadenas de tela y cadenas mixtas.

La colocación de las cadenas de nieve es una situación que suele producir cierto estrés al parecernos un proceso complejo que, sin embargo, no lo es tanto.

¿En qué ruedas se colocan las cadenas de nieve?

Las cadenas de nieve han de ser colocadas en las ruedas motrices de nuestro vehículo (si no sabemos cuáles son, debemos consultar el manual, allí vendrá debidamente explicado).

  • Si el coche es de tracción delantera, deberás colocarlas en las ruedas delanteras
  • Si el coche es de propulsión trasera, deberás colocarlas en las ruedas traseras
  • Si el coche dispone de tracción integral, debemos tener en cuenta que existe una amplia variedad de sistemas de tracción, por lo que lo más recomendable es consultar el manual del vehículo –donde aparece debidamente explicado– o bien ponerte en contacto con tu concesionario para que te asesoren sobre cómo proceder.

¿Cómo se colocan las cadenas de tela?

Las cadenas o fundas de tela son las más sencillas y rápidas de colocar.

Para instalar estas cadenas/fundas, tan sólo necesitas 8 minutos si sigues estos consejos:

Desenrolla las fundas de nailon, para comprobar que las montas en el sentido correcto.

  1. Coloca la funda, hazlo como si estuvieras vistiendo al neumático, para ello comenzarás por la parte superior, acoplando debidamente el tejido a la banda de rodadura y flancos del neumático, después estirarás la misma por toda la superficie de la rueda.
  2. Suelta freno, cuando hayamos completado el punto 3, soltaremos freno de mano para que avance unos centímetros, de esta manera la funda será pisada por la rueda y podrás completar el montaje de la funda de nailon, tirando de ella hasta cubrir la totalidad del neumático.
  3. Colocación concéntrica de la rueda, aunque pueda parecer que la funda no está concéntrica a la rueda, lo único que debemos hacer es iniciar la marcha para que ella sola se reajuste.

IMPORTANTE:

  • Estas cadenas/fundas de nieve deben quitarse en el preciso instante que no haya nieve, de lo contrario, en apenas 500 m de circulación sin nieve, estas se habrán roto.
  • Después de cada uso, deben ser lavadas siguiendo las indicaciones del fabricante.

¿Cómo se ponen las cadenas de nieve clásicas?

Las cadenas de nieve clásicas son las que más tiempo necesitan para ser colocadas
Para instalar estas cadenas, necesitamos alrededor de 20 minutos siguiendo estos consejos:

Su bajo precio, es de lo más atractivo, estas son las cadenas que nacieron hace 113 años y que todavía seguimos usando. El montaje resulta más complicado y engorroso respecto a las cadenas más modernas.

  1. Estirarlas sobre el suelo, de esta manera nos aseguramos que la cadena no está enrollada en cualquiera de sus tramos.
  2. Estirar el cable de acero. Esta es la parte más incómoda ya que has de estirar el cable de acero detrás de la rueda y enganchar dicho mecanismo; no podrás evitar ensuciarte las manos.
  3. Seguir estirando la cadena sobre la banda de rodadura del neumático. Una vez realizado, debes desplazar el vehículo unos centímetros para que la rueda ‘pise’ sobre los eslabones y termina de cubrir la rueda con la cadena.
  4. Enlaza los enganches con los tensores. Aunque no lo parezca, resulta intuitivo saber que va con qué, ya que, una vez que la cadena esté colocada correctamente, sólo habrá una forma de que encajen todos a la vez.
  5. Este es el aspecto de la rueda con la cadena montada, estas cadenas al contar con tensores automáticos se ajustarán a la rueda en cuanto se inicie la marcha, aunque conviene recorrer unos 25 m y bajarse del vehículo para volver a tensar, si fuera necesario, antes de continuar con la marcha.

IMPORTANTE:

  • Estas cadenas de nieve tienen el inconveniente de arañar las llantas con facilidad.

Cadenas de nieve mixtas

Las cadenas de nieve mixtas precisan de poco tiempo para ser colocadas
Para instalar estas cadenas, necesitamos alrededor de 12 minutos siguiendo estos consejos

Estas cadenas combinan la facilidad del montaje de las cadenas/fundas de nailon con la eficacia de las cadenas de nieve clásica (con eslabones).

  1. Estirar las cadenas sobre el suelo, de esta manera comprobaremos que no se ha formado nudos. Estas cadenas tienen eslabones para la banda de rodadura, la parte que viste los neumáticos son de nailon y la parte que cubre la llanta es de material textil.
  2. Coloca el aro de nailon por detrás de la rueda, una vez realizado se deberá ir extendiendo el resto de la cadena por toda la banda de rodadura del neumático.
  3. Desliza el coche unos centímetros, de esta manera la cadena se situará sobre los eslabones y permitirá que puedas terminar de estirar la cadena sobre la rueda.
  4. Si la parte textil no queda totalmente centrada, debemos circular unos metros para que se ajuste sola, una vez comprobada su debida colocación, iniciaremos la marcha.

RECUERDA:

  • Debemos retirar las cadenas cuando no haya nieve en la carretera, de lo contrario, los eslabones de estas cadenas que son especialmente agresivos con la goma del neumático, terminarán por dañarlos.

 

Los puntos obligatorios a revisar antes de afrontar un viaje en invierno

 

Los consejos de invierno para el coche se repiten año tras año, pero justamente cada año el mal tiempo del invierno saca de la carretera a muchos conductores y sus respectivos coches. Para evitar que esta época del año te pase factura, conviene recordar estos puntos de revisión que protegerán tu coche en invierno.

  1. Revisa la batería (y cámbiala si es necesario)     Con los cambios bruscos de temperatura, especialmente con el frío, la vida de la batería puede verse afectada. Más aún, con los consumidores eléctricos que montan los vehículos actuales, que prácticamente no dejan de demandar energía en ningún momento.

    Por eso es importante revisar el estado de la batería en los talleres disponemos de máquinas que no diagnostican el estado de la misma. Una batería debe de ser comprobada con herramientas especificas, puede estar bien de voltaje pero tener poco capacidad de almacenamiento, como ocurre con los móviles, por lo que dispondremos de poca potencia de arranque, además la densidad de la misma se merma mucho con temperaturas bajas.

     

     

  2. Comprueba los niveles de líquidos del coche: refrigerante, aceite, lavaparabrisas y frenos

 

Realiza estas mediciones con el motor frío y suelo llano

El líquido refrigerante tiene que estar entre las marcas de máximo y mínimo, igual que ocurre con el nivel del líquido de frenos. Si te toca rellenar líquido refrigerante, espera a que el motor esté frío. Si alguno de los dos niveles se ve demasiado bajo, no te conformes con rellenar el líquido, puesto que en principio esos niveles deberían mantenerse mínimamente estables. Además, en el caso de los frenos es recomendable sustituir el líquido y evitar así mezclas.

Para medir el nivel de aceite, extrae la varilla, límpiala con un trapo e insertala de nuevo en su orificio. Al extraerla de nuevo verás por dónde está llegando el aceite, entre las marcas de máximo y mínimo de la varilla. Si debes añadir aceite, abre el tapón y echa aceite lubricante del mismo tipo que lleva tu motor, según marque el manual de instrucciones.

En cuanto al líquido lavaparabrisas, no hay nivel que medir. Simplemente echa líquido en el depósito hasta que llegue al cuello, antes del tapón. Es más recomendable usar un lavaparabrisas comercial, basado en etilenglicol, aunque sea de marca blanca, que una simple mezcla de agua y detergente, ya que el etilenglicol es un dio que, como hace el alcohol, se evapora fácilmente al rociar el parabrisas. De esta manera no se compromete tanto la visibilidad durante la conducción como lo hace una simple base acuosa.

  1. Examina los limpiaparabrisas

Unas escobillas de limpiaparabrisas que no limpian el cristal, que hacen un ruido exagerado en mojado o que dejan cerco por donde pasan son unas escobillas que están pidiendo la jubilación a gritos. Si además presentan rotura en el filo de goma, olvídate. Cámbialas inmediatamente. Y, cuando tengas las escobillas nuevas montadas, evita usar el limpiaparabrisas en seco o cuando el cristal esté cubierto de hielo. Te durarán mucho más.

  1. Inspecciona los neumáticos

Revisar los neumáticos en invierno es vital para garantizar la adherencia del vehículo al asfalto y para evitar, en lo posible, pérdidas de control debido a un mal estado de las cubiertas. Controla en frío la presión de inflado, verifica que la profundidad del dibujo o escultura de la banda de rodadura no sea inferior a 3 milímetros (un valor de seguridad muy superior a los mínimos 1,6 milímetros exigibles por ley) y supervisa que la goma no presenta cortes o deformaciones.

Si en cualquier época del año esta es una actividad cotidiana, en invierno cobra mayor importancia, debido a las mayores exigencias a que se ven sometidos los neumáticos en la carretera.

  1. Considera comprar un juego de neumáticos de invierno o unas cadenas para la nieve

Los neumáticos de invierno no sólo son un aliado contra la nieve o el hielo, sino que incluso bajo el sol demuestran un mejor comportamiento frente a los neumáticos de verano, cuando las temperaturas son inferiores a 7 ºC.

Si no es el caso en tu zona porque las temperaturas no son tan bajas por lo general, pero igualmente vives en un lugar donde existe riesgo de nevadas aunque sea de forma esporádica considera comprar unas cadenas y aprende a montarlas de forma anticipada, sobre suelo seco y en buenas condiciones de tiempo, siguiendo las indicaciones del fabricante. En el peor de los casos, se pasarán el invierno metidas en el maletero, pero siempre a punto por si te hacen falta.

  1. Revisa el sistema de alumbrado

En cuanto a las luces del coche en invierno, vale lo dicho sobre los neumáticos. Son importantes durante todo el año, pero en invierno son cruciales ya que tenemos menos horas de luz natural, así que asegúrate de que funcionan todas.

No dudes en cambiar dos bombillas de un mismo tipo, por ejemplo las correspondientes a la luz de cruce, cuando se funda la primera. Al fin y al cabo, la misma antigüedad tiene la lámpara de la derecha que la lámpara de la izquierda. Y si tu coche es de esos que odiamos los mecánicos porque para cambiar una bombilla hay que desmontar medio coche, razón de más para que aproveches la visita a tu taller de confianza. También aprovecha el viaje al taller si por cualquier causa sospechas que los haces de luz no están correctamente alineados, y así evitarás deslumbrar a los demás, ver a menor distancia de lo que corresponde… o ambas a la vez.

  1. Comprueba el sistema de frenado

Observa la zona del depósito del líquido de frenos, así como los conductos que salen de él. Si el material está reseco, esto puede ser indicativo de que es necesario cambiarlos. Si ves líquido por debajo o en la zona de las ruedas, es posible que tu coche esté perdiendo líquido de frenos.

Tanto las pastillas como los discos de los frenos sufren desgaste con el uso. Analiza ese desgaste con la ayuda de una linterna, prestando atención a la superficie de los discos, y aprovecha para verificar que no existen desperfectos o suciedad excesiva en ellos. En caso de duda, o si notas frenadas irregulares o tactos extraños al presionar el pedal, acude al taller para que realicen una revisión completa del sistema.

  1. Revisa el botiquín

Un botiquín para coche debe contener:

  • gasas esterilizadas,
  • vendas elásticas,
  • guantes de vinilo,
  • alcohol o agua oxigenada,
  • tijeras,
  • pinzas,
  • imperdibles,
  • esparadrapo,
  • algodón y apósitos, conocidos popularmente como tiritas.

En invierno conviene llevar a bordo del coche:

Siempre debes de llevar un cargador de teléfono móvil y el depósito de combustible lo mas lleno posible.

  • rascador de hielo para el parabrisas,
  • manta térmica, útil para auxiliar heridos y por si realizas operaciones en condiciones adversas tales como montar cadenas sobre la nieve,
  • guantes de goma, por si tienes que montar cadenas o quitar nieve,
  • linterna, y pilas de repuesto o bien una linterna de dinamo.
  • agua y algún alimento energético (barritas de cereales o frutos secos).
  1. Prepara el coche para pasar la noche en la calle

Pasar el invierno en la calle es algo que no le sienta bien a nadie. Pero como no todo el mundo tiene a su disposición un lugar a cubierto donde guardar su vehículo, conviene preparar el coche para pasar la noche en la calle.

Lo que sí se recomienda es lavar el coche con mayor frecuencia en invierno, sobre todo si ha nevado y en tu municipio se ha utilizado sal para el asfalto. Por otra parte, si en tu zona hiela intenta que las escobillas no queden en contacto con el parabrisas durante la noche, por ejemplo colocando una sábana que cubra el cristal y los retrovisores, dejando por encima los limpiaparabrisas.

Evita circular con el coche  sin tener visibilidad suficiente.

Arrancar el coche en invierno un poco antes de lo normal es un remedio que quizá no sea muy ecológico, pero nos puede ayudar a mejorar la seguridad. Antes de emprender la marcha, pon en marcha el motor para que se vaya calentando y así conseguir que funcione la calefacción o el climatizador, que utilizarás para desempañar los cristales del coche.

Por otra parte, si se ha helado el parabrisas y la capa de hielo es gruesa, mientras esperas a que la calefacción haga su efecto con el desempañado de cristales puedes rociar el parabrisas por su cara exterior con simple alcohol etílico (alcohol de botiquín) y de esta manera el hielo se descongelará con mayor facilidad.

  1. Todo a punto antes de salir con frío y mal tiempo

Es importante que con mal tiempo te plantees los desplazamientos de un modo más preventivo que de costumbre. Así, se recomienda llevar el depósito de carburante lleno siempre que sea posible, ropa de abrigo preparada e incluso el cargador del móvil a punto por si surgiera cualquier imprevisto.

Presta atención a la información de carreteras que en España suministran organismos como DGT, RACC y otros a través de la radio, y planifica tus viajes dejando un mayor margen de tiempo por si sucede cualquier contingencia.

Una vez en ruta, permanece atento a la carretera y no te agobies con la hora de llegada. Mantén la tranquilidad en todo momento. Si el tiempo empeora, evita pasar puertos de montaña de noche, no improvises rutas que no conoces y no te adentres por carreteras menos transitadas, en previsión de cualquier problema que pueda surgir.

Y piensa, que lo importante es llegar.

He puesto el combustible equivocado al repostar

Casi 100.000 conductores se equivocan cada año al llenar el depósito del coche, según el Race, pudiendo provocar averías mecánicas muy serias en el sistema de alimentación, bombas y filtros del vehículo, en el caso de no parar a tiempo.

A continuación os indicamos como actuar en el caso de poner diesel en lugar de gasolina y viceversa,

En el primero de los casos los usuarios pueden notar ruidos raros al arrancar el coche, tirones, expulsión de humo blanco o paro del motor. Todas estas señales son síntomas claros de que es urgente acudir a un taller mecánico para solventar el problema.

Los profesionales del taller, deberán vaciar el depósito y limpiar conductos, tubos y piezas por donde haya circulado el gasoil con productos específicos y maquinaria especializada. Además, tendrán que cambiar el filtro de combustible y las bujías.

En el caso de que los daños hayan sido mayores, pueden haberse visto afectados los inyectores, la bomba inyectora, la bomba de combustible, el catalizador o algún otro elemento del motor.

Si el conductor se da cuenta antes de arrancar el motor que se ha equivocado de combustible, debe avisar a la propia estación de servicio, ya que, en ocasiones, suelen tener un extractor que vacía el depósito para después poder repostar con el combustible apropiado.

Pero si no tienen esta herramienta, el usuario deberá llamar a su seguro para que una grúa lo lleve hasta un taller donde extraer el combustible.

En los casos en los que se pone gasolina en lugar de diesel, los problemas pueden ser muy graves, ya que el gasoil tiene una función de engrase que la gasolina no tiene, aunque el arranque será menos brusco y hasta que no se oigan ruidos extraños y una parada en seco el usuario no se dará cuenta de lo que ocurre. En esta ocasión, los sistemas que más sufren son el filtro o la bomba de inyección, que deberán ser inmediatamente sustituidos.

El propietario del vehículo nunca debe extraer el mismo el combustible, ya que es necesaria una protección adecuada y un mantener  unas pautas por seguridad y del entorno además de no dañar componentes delicados.

Recordar que es de suma importancia poner atención a la hora de repostar, sobre todo cuando un conductor puede llevar varios tipos de vehículos distintos, incluso motos,

Si alguna vez prestas o te prestan un coche o alquilas, debes de informarte del combustible que lleva el vehículo.

Recuerda siempre hay que vaciar y limpiar los conductos y sustituir el filtro de combustible, aunque el motor nos se haya puesto en marcha, muchos coches disponen de una bomba eléctrica que funciona con solo dar el contacto.

 

 

La seguridad activa

Son los sistemas que velan por nuestra seguridad, y cada día son más, y mucho más sofisticados. Los sistemas de seguridad activa del coche son aquéllos que trabajan para reducir el riesgo de sufrir un accidente. Los frenos puede ser el más evidente de todos los sistemas de seguridad activa, y siendo sistemáticos listaríamos decenas de sistemas (con sus respectivos y múltiples nombres y denominaciones).

Vamos a centrar en los diez sistemas de seguridad activa más conocidos o habituales en los coches. Obviaremos los sistemas de serie en el coche como los frenos, la dirección o los amortiguadores y nos centraremos en los elementos que han sido diseñados para mejorar la seguridad activa.

Los neumáticos

¿No decíamos que nos centraríamos en los sistemas específicos, y no en los que se equipan como parte integral del coche? Pues precisamente por ello: los neumáticos son el principal sistema de seguridad activa porque forman el único punto de contacto entre el coche y el asfalto. Y además, evolucionan constantemente para ofrecer la mayor adherencia, la menor distancia de frenado y la mejor estabilidad en curva.

Son el sistema de seguridad activa más importante, canónico diríamos, y curiosamente es al que se le dedica menos atención. Conviene mantenerlos en el mejor estado posible, con una presión de inflado correcta, porque solo así trabajará al 100% de su capacidad.

Antibloqueo de frenos

El antibloqueo de frenos es más conocido como ABS, y su principal función es evitar que los neumáticos patinen durante una frenada fuerte. Sucede que, sin ABS, una frenada fuerte puede implicar que el coeficiente de rozamiento entre el neumático y el asfalto (o la superficie que sea) sea inferior a la adherencia máxima.

Esto quiere decir que en ocasiones ejercemos tanta fuerza sobre el sistema, que directamente el freno bloquea la rueda y el neumático deja de rodar, deslizándose sobre la calzada. Para evitarlo, el ABS detecta qué rueda está sufriendo deslizamiento y libera presión del sistema de frenos. De este modo, los neumáticos siempre están en contacto con la calzada y la eficacia de la frenada es infinitamente mejor, salvo en alguna ocasión excepcional.

Asistencia a la frenada de emergencia

El sistema de asistencia a la frenada de emergencia, o BAS, es bastante sencillo de entender. En colaboración con el ABS, el sistema detecta cuando estamos efectuando una frenada de emergencia (por la velocidad en la que soltamos el acelerador para pisar a fondo el freno, por ejemplo), y hace los cálculos necesarios para ejercer la mayor potencia de frenado posible en cada momento. Un conductor que presencie cómo en el coche de delante suyo «entra» el BAS, verá cómo los pilotos de freno se encienden intermitentemente. Ver video de caso real.

Dirección asistida

La dirección asistida es uno de esos sistemas de seguridad activa «de incógnito». Puede parecer que es un sistema que proporciona mayor comodidad al conductor, pues para maniobrar a menudo no es necesario ser el primo de Hércules, pero lo cierto es que los avances en la dirección asistida sirven, aparte de para mejorar la comodidad al volante, para proporcionar mayor seguridad y un guiado preciso a alta velocidad.

Los sistemas principales de dirección asistida son el hidráulico, el electrohidráulico y el eléctrico, aunque este último es el más extendido hoy en día.

Control de tracción

El control de tracción, o TCS, es un sistema de seguridad activa que trabaja para que los neumáticos de las ruedas motrices se mantengan en contacto con la calzada sin patinar. Esto puede ser, por ejemplo, arrancando en una pendiente deslizante o en cualquier situación en la que necesitemos tracción, pero el firme deslice. No hay que confundirlo con el control de estabilidad.

El TCS comparte sensores con el ABS, pues necesita saber el estado de cada rueda: si empieza a patinar o no. Además, es un sistema que funciona con cada rueda de forma independiente, y por decirlo de una forma sencilla, si una rueda empieza a deslizar, simplemente la frenará de alguna manera para neutralizar ese patinazo.

Control de estabilidad

El control de estabilidad trata de mantener al coche en la trayectoria correcta, actuando sobre el conjunto de las cuatro ruedas (motrices o no). Gracias a tres tipos de sensores (ángulo de dirección, velocidad de giro de cada rueda y ángulo de giro y aceleración transversal), la unidad de control del ESP comprueba los datos unas 25 veces por segundo.

 

El ESP actúa comparando la trayectoria elegida (ángulo de dirección) con la real (ángulo de giro y dirección transversal), y contrastando las dos con los datos de velocidad de giro de cada rueda. Eso da una visión muy clara de si el conductor tiene el control del coche o no, pues normalmente tanto el ángulo de dirección como el ángulo de giro deben coincidir, y las ruedas no deben de deslizar. La función del ESP es corregir cualquier irregularidad para conseguir adaptar el ángulo de giro real al deseado.

Suspensión activa

La suspensión activa se encarga de gestionar y controlar de forma independiente la amortiguación en cada una de las ruedas. El objetivo: maximizar el contacto del neumático con la calzada en cada momento, mejorando la estabilidad y la adherencia del coche, independientemente del piso. Si nos fijamos bien, la importancia de que los neumáticos estén en contacto con el suelo y no patinen es crucial, y para ello se diseñan varios de los sistemas de seguridad más conocidos.

El sistema funciona a partir de los datos recogidos por varios conjuntos de sensores (en ruedas y amortiguadores, sensores giroscópicos) y controla los amortiguadores (con sistemas neumáticos o hidráulicos en su interior), cuya función es variar la dureza del amortiguador.

Aunque hay personas que verán este sistema de seguridad como algo intrusivo con su conducción, lo cierto es que al avisador de cambio involuntario de carril es un gran avance. El sistema avisa al conductor cuando éste, de forma inadvertida, se sale de la trayectoria del carril por el que circula e invade un carril adyacente. En algunos sistemas se puede llegar a notar un movimiento en el volante que indica que nos hemos pasado de la raya (y nunca mejor dicho). Este sistema salva vidas porque previene al conductor de invadir el carril contrario en una carretera secundaria, por ejemplo, y el sistema acústico de aviso es suficiente como para poner alerta al más despistado de los conductores.

Detección y aviso de circulación en sentido contrario

En línea con el sistema anterior, el aviso de circulación en sentido contrario es bastante intuitivo. Simplemente el sistema detecta que estamos circulando por un carril de sentido prohibido. ¿Cómo lo hace? Puede ser de muchas formas, como consultando información del GPS. Sistema práctico para despistados, y que puede salvar muchas vidas en el caso de que se de algún despiste en la incorporación a alguna autovía (que, realmente, existen incorporaciones que pueden llevar a error).

Detección de ángulo muerto

Interesante sistema de seguridad el que representa la detección del ángulo muerto. Es un problema grande cuando viajamos por autovía o autopista y, ante una maniobra como por ejemplo el adelantamiento, tenemos una zona de visión hacia atrás completamente ciega. En casos muy particulares puede ser que, cuando decidimos cambiar de carril y comprobamos que «no hay nada por detrás», haya justo un vehículo cualquiera adelantándonos. En ese caso, si no disponemos de sistema de detección de ángulo muerto lo más probable es que colisionemos.