A priori puede parecer muy complicado arrastrar el remolque o caravana con el coche, pero lo cierto es que es una tarea que solo precisa de algo de práctica y tomar unas precauciones básicas.
Algo de precaución
En realidad, el arrastrar un remolque con el coche es bastante sencillo, teniendo la precaución de abrirnos bien en las curvas y tomándole las medidas, mediante la práctica, al conjunto articulado que forman el remolque y el automóvil.
El problema real puede venir cuando sea necesario maniobrar marcha atrás, primero por un problema de visión, ya sea por su ángulo como por que veamos los contornos a través del retrovisor, de modo que se transforme la banda derecha en la izquierda y viceversa. Este cambio obliga a acostumbrase a las reacciones del remolque, siendo preferible practicar en espacios abiertos antes de hacerlo en lugares estrechos.
El procedimiento antes de ponernos en marcha, obliga previamente a comprobar que los retrovisores se encuentren convenientemente dirigidos para tener un total control visual de los contornos del remolque, sobre todo si éste es más ancho que el propio coche.
El circular hacia delante no representa mayor problema que comprobar que la anchura del carril por donde pasamos es suficiente para las medidas máximas del conjunto coche-remolque.
Otro aspecto a tener muy en cuenta es el tener cuidado a la hora de tomar una curva, pues nos obligará a abrirnos hacia la parte exterior de la misma más de lo habitual antes de girar, pues el remolque tiende a “cortar camino”, cerrando su giro excesivamente.
La mayor dificultad, la marcha atrás
Sin duda, el gran problema vendrá cuando debamos circular marcha atrás, puesto que las maniobras adquieren una mayor complicación, al resultar muy diferentes las reacciones de ambos elementos.
De modo simplificado, debemos tener en cuenta que marcha atrás, si la parte trasera del coche se mueve hacia su derecha, el remolque se dirigirá hacia su izquierda y viceversa.
Con esta norma básica, si necesitamos que el remolque se dirija hacia la derecha, giraremos el volante hacia la izquierda y viceversa, dando más o menos vueltas si queremos que el ángulo de giro del remolque sea mayor o menor.
Resulta muy importante tener en cuenta que el giro no puede ser excesivamente cerrado para evitar que el brazo central del remolque quede aplastado contra el coche, forzando el anclaje del gancho y pudiendo dañar la carrocería.
Mi consejo es no sobrepasar de 35º si es posible, de esta manera corregiremos de forma rápida y sin brusquedad.
Seguramente, las primeras veces que realicemos estas maniobras nos parecerán muy complicadas, Debemos recordar que a esta tarea casi siempre nos acompaña un corrillo de personas rodeando al coche y que, en realidad, solo nos despistan con sus consejos contradictorios.
En este caso la solución es tan sencilla como poner la marcha adelante, poner recto el conjunto coche-remolque y volver a encararnos en la dirección adecuada.
La conclusión final es que para moverse marcha atrás con el remolque sin problemas, lo mejor es realizar las maniobras con mucha calma y todo lo despacio que sea necesario pero, sobre todo, practicar todo lo posible para acostumbrarnos a las medidas y reacciones de nuestro remolque.
Uno de los consejos más importantes es un día festivo irse a una explanada asfaltada de polígono o centro comercial, limpia de obstáculos y practicar y practicar.
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