Se acercan las vacaciones de Semana Santa y con ellas el aumento de los desplazamientos, horas de conducción, retenciones de tráfico… y por tanto, una mayor exposición a factores de desgaste o avería.

Antes de disponerse a comenzar la operación salida es muy recomendable acudir al taller para garantizar nuestra seguridad y evitar posibles averías que puedan ensombrecer nuestras merecidas vacaciones. A continuación te contamos los puntos clave a revisar en el vehículo.

Neumáticos, frenos y amortiguadores

El funcionamiento de este grupo de elementos es fundamental para garantizar la seguridad en la conducción.

Neumáticos: se debe revisar su estado general, así como el equilibrado. Es necesario comprobar el nivel de desgaste (la profundidad mínima legal de los surcos es 1.6 mm), la apariencia del neumático (que no presente cortes, defectos, abolladuras, perforaciones o signos de desgaste inusual).  También es importante verificar que la presión sea la adecuada pues ésta afectará no solo al agarre de las ruedas, sino también a su vida útil y al consumo del vehículo.

Frenos: es fundamental comprobar el nivel del líquido de frenos y descartar la presencia de desgaste de discos y pastillas de frenos.

Amortiguadores y suspensión: unos amortiguadores en mal estado repercuten en la estabilidad del vehículo, aumentando el riesgo de perder el control del coche. El estado de los amortiguadores también puede contribuir al aumento de la distancia de frenado, así como a una mayor oscilación del alumbrado o a la respuesta de otros elementos del vehículo.

Luces

Es necesario comprobar que el reglaje de las luces sea el adecuado y que funcionen correctamente. Además, hay que tener en cuenta que el envejecimiento de las lámparas y ópticas impactará en la calidad de la iluminación.

Batería

Aunque, actualmente, existen baterías que no requieren mantenimiento, en aquellas que sí lo necesitan es necesario revisar el nivel de líquido. Por otra parte se deberá realizar una comprobación visual para observar el estado de los bornes (éstos deben estar limpios y no presentar anomalías como óxido), así como verificar que no salga líquido de la batería.

Niveles

Los siguientes líquidos son indispensables para garantizar el funcionamiento adecuado del motor y evitar que sufra daños o un desgaste excesivo de sus piezas.

Aceite: es importante revisar, con el motor en frío, que la cantidad sea la adecuada. Cuando hay retenciones y tráfico lento tiende a aumentar el consumo del aceite.

Anticongelante: verificar el nivel y descartar posibles fugas.

Aire acondicionado

Se debe examinar el filtro del habitáculo y el correcto funcionamiento del sistema, pues un fallo en este elemento afectará a la regulación de la temperatura en el interior del vehículo, comprometiendo no solo el confort, sino también la seguridad (conducir a altas temperaturas puede provocar somnolencia y pérdida de atención). Además, el aire acondicionado ayuda a evitar la condensación del cristal.

Otros elementos

Escobillas y líquido limpiaparabrisas, filtros, correas auxiliares, transmisiones, bujías… Una revisión completa del vehículo nos hará viajar más seguro y con mayores garantías.

Además del estado del vehículo, es necesario asegurarse que éste cuenta con los elementos obligatorios y otros que podrían ser de gran utilidad en caso de una eventual incidencia: la rueda de repuesto (también gato y llaves para poder reemplazarla), los dos triángulos de emergencia, chaleco reflectante…

Recuerda debes de cuidar tu coche.

 


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