Hibrido si, Hibrido no

El coche híbrido es una de las grandes evoluciones de la industria del automóvil y una tendencia cada vez más al alza en el mercado de venta de vehículos. Muchos hablan de estos vehículos como los coches del futuro, sin embargo, ya pueden considerarse como toda una realidad.

Los vehículos híbridos se distinguen por combinar en su movimiento un motor y una batería (de ahí su denominación de híbridos), suponiendo un ahorro de costes en combustible y mantenimiento, así como menores emisiones Co2. No obstante, el usuario sigue albergando dudas con respecto a ellos. ¿Debo repostar un coche híbrido?, ¿Que autonomía tiene su batería eléctrica? ¿Es más caro comprar un híbrido que un coche con motor de combustión tradicional? Intentaremos resolver alguno de tus interrogantes en este post.

Los motores de un coche híbrido

La principal cualidad de un vehículo híbrido está en su motor. Una combinación de combustión interna con motores eléctricos capaces de trabajar en serie o en paralelo. Según sea la unión de sus motores y su manera de funcionar es posible establecer una clasificación de coches híbridos.

  • Híbridos en serie. En ellos el motor eléctrico impulsa es quien impulsa al vehículo, mientras que el motor de combustión, ya sea gasolina o diésel, tiene por finalidad mover un generador que cree electricidad para cargar la batería y que esta sea remitida al motor eléctrico.
  • Híbridos en paralelo. En este tipo de híbridos, los dos motores, tanto de combustión como eléctricos cuentan con conexión con las ruedas y pueden trabajar juntos o por separado. Aunque es el motor de combustión quien suministra la energía principal para el movimiento. El motor eléctrico permanece a la espera de aportar potencia extra al motor de combustión. Los híbridos en paralelo son los más comunes del mercado y son especialmente importantes por sus bajas emisiones y consumos.
  • Híbridos combinados. Utilizan los dos modelos anteriores, mezclando las ventajas de en serie y en paralelo. El motor eléctrico será quien funcione a velocidades bajas mientras la batería sea suficiente. A mayor velocidad, el motor de combustión entrará en juego, trabajando en conjunción con el eléctrico.
  • Híbridos enchufables. Como su nombre indica se trata de un híbrido cuyas baterías (de mayor capacidad y duración) pueden recargarse enchufándolas en una toma de energía externa. Esto permite una mayor autonomía del motor eléctrico y con ello, un menor consumo de combustible. Sin embargo, se trata del tipo de híbrido menos extendido del mercado, entre otras razones por la escasez de tomas de recarga, sus altos precios de producción y un mayor precio en el mercado.

Las baterías de los coches híbridos

Las baterías de los coches híbridos son uno de los elementos clave en su crecimiento en el mercado del automóvil. También uno de los componentes de los híbridos que más preguntas generan entre los usuarios.

¿Cómo se carga la batería de un coche híbrido?

Como ya hemos comentado, existen diferentes tipos de vehículos híbridos. Por ejemplo, si hablamos de un híbrido enchufable, su batería podrá recargarse conectándose a la red eléctrica. No obstante, un híbrido no enchufable recargará su batería de manera automática al ejecutar las siguientes acciones:

  • Las frenadas. La batería de un vehículo híbrido se recarga de modo natural cuando frenamos el coche (frenado regenerativo). También aprovechando una deceleración o incluso, al bajar cuestas.
  • Recarga en carretera. Por ejemplo, en la gama híbrida de Toyota al circular por carretera el vehículo es capaz de detectar si la carga de batería es baja, utilizando la parte inactiva del motor de combustión para mover el coche y a la vez realizar la recargar
  • .

¿De qué material están hechas las baterías?

El material más usado en la actualidad en las baterías de coches híbridos son los iones de litio, las conocidas como baterías Li-Ion, muy usadas en smartphones, portátiles, libros electrónicos, etc. El funcionamiento de este modelo de baterías consiste en la presencia de la sal de litio que ejerce de electrolito para generar una reacción electroquímica necesaria para el funcionamiento del vehículo.

Las baterías de polímero de litio y de fosfato de hierro. O las baterías de litio-ferrofosfato, conocidas como litio LiFePO4 también son utilizadas hoy día para la fabricación de baterías de vehículos híbridos, habiendo desbancado al níquel y al hidruro metálico como principales materiales empleados en las baterías de híbridos.

¿Dónde van colocadas las baterías en un vehículo híbrido?

El lugar donde van colocadas las baterías dentro de un vehículo híbrido depende del fabricante y del modelo de vehículo en concreto. En los híbridos más primigenios las baterías estaban instaladas dentro del maletero, algo que restaba espacio útil a una parte tan necesaria del vehículo como la de almacenaje. Poco a poco, las marcas de automóviles fueron reubicando las baterías hasta instalarlas bajo la tapa del maletero o un espacio estratégico entre los asientos traseros y el maletero, con una conexión dirigida hacia la parte delantera para poder alimentar al motor eléctrico

¿Qué vida útil tiene una batería de híbrido?

Este aspecto es uno de los que más cuestiones genera entre los usuarios. ¿Cuánto durará la batería de un nuevo vehículo híbrido? ¿Dejará de ofrecer un rendimiento óptimo con el paso del tiempo?

Las marcas de automóviles aseguraron desde el nacimiento de los híbridos que sus baterías (no reciclables, aunque la industria de la automoción trabaja para ello) estaban diseñadas para tener tanta vida útil como la del vehículo, pero está demostrado que esto no siempre es así y que no están exentas de sufrir averías. Las garantías de los componentes, incluyendo baterías, de un coche híbrido suelen estar establecidas alrededor de los 5 años y los 100.000 o 150.000 kilómetros. Se estima que una batería puede llegar a tener una vida del doble de este kilometraje sin sufrir ningún problema.

El conductor de un vehículo híbrido puede, a través de una conducción eficiente, mejorar y prolongar el uso de la batería.

No obstante, los fabricantes de híbridos no han dejado de trabajar en este sentido, desarrollando baterías de larga duración.

Precio de un coche híbrido

¿Es un vehículo híbrido más caro o más barato que uno convencional? La respuesta es clara. Comprar un turismo híbrido es todavía más caro que un turismo tradicional. Modelos como el Toyota Prius, uno de los primeros híbridos del mercado, o el Hyundai IONIQ marcan la media de precios de un vehículo de estas características, rondando los 20.000 o 30.000 según sean sus prestaciones añadidas.

Sin embargo, las marcas de fabricantes trabajan por abaratar el precio final de los híbridos para hacerlos más competitivos en el mercado y contribuir así a una notable mejora en su coste para el usuario junto con las importantes ventajas fiscales que muchas ciudades están ofreciendo ante la compra de vehículos ecológicos.

Fuente: Fiact

¿QUÉ IMPORTANCIA TIENEN Y CUÁNTOS FLUIDOS TIENE UN COCHE?

Caja cambios, frenos, diferencial, refrigerante… hay muchos más aparte del aceite de motor.

Uno de los principales problemas que nos encontramos en @AutomociónMiraflores es el desconocimiento de propietarios de vehículos de los líquidos y mantenimientos que conllevan estos. Por ejemplo las reductoras de los todo terrenos llevan un aceite que debe de ser sustituido cada ciertos Kms. o tiempo para evitar avería internas que no son precisamente baratas. Aunque este elemento no se utilice, el ejemplo que ponemos siempre es el mismo, una bicicleta siempre trabaja la cadena. Un piñón y un plato, pues con la reductora es lo mismo, un piñón u otro están engranados y por lo tanto necesitan un engrase perfecto.

Los cambios automáticos necesitan un mantenimiento preventivo para evitar averías graves.

Recuerda  que el libro de mantenimiento o un buen profesional siempre te asesorarán de los mantenimientos a realizar a tu coche.

Si te preguntamos por algunos líquidos que tiene un coche, seguro que lo primero que se te viene a la cabeza es el aceite del motor. Es lógico: se trata de uno de los más reconocidos y de  vital importancia. De hecho, si circularas sin lubricante, provocarías averías irreversibles en el motor del automóvil.

Prácticamente todos los conductores, en algún momento, han tenido o tendrán que rellenar el depósito de aceite de su vehículo. Ya sea un coche, un camión o cualquier otro vehículo de combustión

Sin embargo, existen otros muchos fluidos que son importantes en el vehículo y apenas hablamos de ellos. Desde el más habitual de los que rellenamos a nivel de usuario como el de lavaparabrisas hasta caja de transferencia, reductora, diferencial etc.

Pero… ¿qué importancia tiene el líquido lavaparabrisas?

Si te haces esta pregunta, es porque nunca te has visto conduciendo de noche con el parabrisas sucio y miles de reflejos que te deslumbran. Efectivamente: el fluido lavaparabrisas afecta a la seguridad del vehículo, al igual que lo hace el líquido de frenos. De hecho, se encarga de que puedas ver sin problemas al mantener el parabrisas limpio.

El líquido lavaparabrisas es una mezcla de agua y alcohol, que se añade para evitar su congelación, junto a diversos productos químicos que ayudan a limpiar, arrastrar y disolver la suciedad en el agua del producto. Puedes comprobar su nivel fácilmente en el depósito que hay bajo el capó y, si hace falta, rellenarlo.

Otro fluido cuya importancia quizá desconozcas es el aceite del cambio de marchas, que baña los engranajes necesarios para que funcione correctamente. Normalmente, si se trata de un cambio manual nunca cambiaremos este lubricante, ni tendremos que añadir producto. En cuatro palabras: nos olvidamos de él.

¿Qué ocurre si el cambio manual presenta ruidos o no entran bien las marchas? Que entonces sí que nos acordamos de que este lubricante existe. Si además somos entendidos en el tema, hablamos de la subir o bajar la SAE o añadir un aditivo. Más aún si existe una avería que obliga a cambiarlo.

Algo similar ocurre con los diferenciales. ¿Sabías que también llevan aceite? Pues sí, lo llevan, y su uso suele extenderse durante toda la vida útil del vehículo. Por eso tampoco solemos acordarnos de él.

En cuanto a los coches con cambios automáticos, más cómodos y cada vez más populares, es necesario cambiar regularmente el aceite de la caja de cambios. Se suele hacer cada 60.000 km. Aunque estas cajas nos ayudan a ahorrar combustible respecto a las manuales, lo cierto es que tienen su mantenimiento, que se debe respetar. 

Otros fluidos interesantes

El sistema de dirección del vehículo también cuenta con su fluido, cuyas características dependerán del diseño de cada automóvil. Como a veces se producen fugas, habrá que ir añadiendo líquido en caso de ser necesario y no se debe cambiar a menos que haya una avería. En este último caso, siempre se debe eliminar el fluido y no volver a utilizarlo: si lo hicieras, podrías provocar averías a causa de la presencia de pequeños trozos de metales que causarían un desgaste rápido.

Si fuera necesario cambiar el líquido de la dirección, conviene que acudas a un taller, al igual que en el caso de los aceites de la caja de cambios o el diferencial.

En cuanto al refrigerante, es un fluido que se encarga de sacar calor del motor para que las piezas se puedan mover libremente. En este caso no se trata de un aceite, sino que es una mezcla de agua con glicoles y aditivos que protegen el sistema de refrigeración.

En el caso de los refrigerantes, es importante emplear productos con un punto de congelación muy bajo (-37ºC) y con una elevada concentración de glicol (50%). Esto se debe a que los aditivos que protegen el sistema de refrigeración (radiador, camisas, bomba…) van mezclados con el glicol y cuanto mayor sea la concentración de este componente, mayor será la protección que ofrecerá el producto.

Puedes comprobar el nivel del refrigerante, al igual que el del aceite del motor o el del líquido lavaparabrisas, ya que el depósito se encuentra también bajo el capó.

En lo referente al líquido de frenos, que mencionamos al principio, recuerda que es muy importante para la seguridad del vehículo. Conviene vigilar su nivel, ya que es el que nos ayuda a controlar la velocidad del vehículo y a detenerlo por completo si es necesario. Existen distintos tipos de líquidos de frenos, de los cuales algunos son incompatibles entre sí.

Por último, nos gustaría hablarte de las baterías: las que no están selladas requieren que realicemos un nivelado para que funcionen correctamente y no se produzcan averías.

 

En todos estos casos es muy importante que utilices productos que sigan todas las indicaciones y normas que establece el fabricante del vehículo para que no se produzcan averías. Recuerda: al igual que en el caso del aceite de motor, no vale cualquier producto. Elige bien y prolongarás su vida útil, además de aumentar tu seguridad.

 

Rejillas de Parrilla Activa (Active Grille)

 

A medida que avanza el tiempo y la tecnología, el diseño de los automóviles y la mejora de la eficiencia de los mismos van haciéndose cada vez más complicada. En este sentido, las marcas de automóviles se encuentran asfixiadas por las necesidades de los consumidores, la dura competencia, y las normativas y tasas anticontaminación. Por ello, se ven obligadas a invertir millones de dólares anualmente en reducir ligeramente el consumo de sus vehículos y sus emisiones contaminantes.

En este contexto de atención máxima sobre todos y cada uno de los detalles, donde cada gota de combustible cuenta, les presento hoy un artículo sobre las rejillas de parrilla activa (AGS o Active Grille Shutter), una solución puesta en práctica por multitud de marcas como BMW, Mercedes, Rolls Royce, Mazda, Honda o Ford, entre otras.

Diseño convencional de una parrilla

Aproximadamente el 20% del aire que llega a un vehículo pasa por el motor, refrigerando el mismo y colaborando a mantener su temperatura dentro de los límites correctos. Esta entrada de aire es por tanto necesaria para el motor, pero empeora la resistencia aerodinámica del coche, incrementando de forma irremediable el consumo de combustible y por tanto las emisiones de CO2.


Sin embargo, la realidad es que en el 95% de situaciones reales de conducción, el aire que le llega al motor está totalmente sobredimensionado. Esto es debido a que en todos los coches la parrilla se diseña para proteger al motor en las situaciones más desfavorables: subida de una pendiente inclinada en un día caluroso y con el acelerador a fondo, por ejemplo.

Es por ello que la necesidad de proteger al motor en estas situaciones límites hace que el diseño del mismo se realice sacrificando aerodinámica, y por tanto eficiencia y consumo del propio vehículo.

Como sabéis, la importancia de la resistencia aerodinámica a bajas velocidades es prácticamente irrisoria, pero toma una relevancia decisiva en el consumo cuando el automóvil alcanza altas velocidades.

Cómo funciona un sistema AGS o Active Grille Shut   

Se trata de un sistema capaz de controlar la cantidad de flujo de aire que llega al radiador y al motor, dependiendo de la temperatura del mismo y de sus necesidades de refrigeración. De esta forma es posible optimizar la aerodinámica del vehículo y mejorar su resistencia al avance.

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Rejillas totalmente cerradas, resistencia al avance mínima

Cuando la temperatura del motor es moderada o baja (habitualmente inferior a 90 grados centígrados) las rejillas se encuentran cerradas. De esta el vehículo mejora su aerodinámica y reduce sus emisiones de CO2 y su consumo.

Por su parte, si la temperatura del motor comienza a subir, las rejillas se abren para dejar pasar flujo de aire hacia el interior del motor, protegiéndolo del sobrecalentamiento. Gracias a la electrónica y al uso de motores eléctricos, se permite la apertura parcial de las rejillas, ofreciendo la posibilidad de buscar puntos óptimos de las variables aerodinámica-necesidad de refrigeración.

Rejillas totalmente abiertas, necesidad de refrigeración máxima

Beneficios de la tecnología AGS

– Con el uso de esta tecnología se consiguen reducciones del coeficiente aerodinámico de hasta el 9% en los momentos de cierre completo de las rejillas.

– La reducción de la resistencia al avance puede producir mejoras del consumo del 2% en un recorrido mixto ciudad-carretera, y mucho mayores en circulación únicamente en autopista a altas velocidades respecto al uso de rejillas tradicionales (se estiman mejoras aproximadas del 4-5%).

– La reducción del consumo va ligada sin duda a reducción de las emisiones de CO2: 2 g/km aproximadamente.

– Reducción del ruido generado por el coche, debido a la mejora de su coeficiente aerodinámico. Se estiman reducciones aproximadas de 1,2 dB en las situaciones más favorables.

– Se consigue un calentamiento más rápido del motor en las situaciones de arranque en frío, debido al mantenimiento de las rejillas cerradas hasta los instantes de necesidad de refrigeración. Esta situación contribuye sin duda a llegar más rápido a los puntos de funcionamiento óptimo del motor, y por tanto a reducir las llamadas “cold start emissions”.

¿Realmente tienen salida los coches diésel?

Desde que se destapó el escándalo de las emisiones de Volkswagen, se ha iniciado un camino que parece no tener retorno con el diesel en el punto de mira. Así, asistimos a un escenario que era impensable hace algunos años materializado en restricciones por parte de las administraciones y que ha traído consigo una especie de temor al gasóleo por parte del consumidor.

Así, se plantea un futuro con varios interrogantes y un presente en el que ya se está empezando a notar el efecto de la ‘demonización del gasóleo’. Mientras los fabricantes temen no poder dar salida a sus coches diesel, el conductor puede preguntarse si su bolsillo será capaz de asumir la subida de precio de este combustible o si podrá circular por la ciudad en la que vive con un automóvil que aún ni siquiera ha terminado de pagar…

Caída imparable del diesel en ventas

En 2017 los coches diesel perdieron, tras muchos años, el trono de los más vendidos en España. En sólo cinco años su cuota de mercado ha pasado del 68,9% (2012) al 48,3% (2017) y todo apunta a que esta tendencia no va a parar. De hecho, según datos de Anfac, en este mes de agosto, con cifras récord inusuales por la entrada en vigor de la homologación WLTP, se vendieron únicamente un 36,9% de turismos alimentados por gasóleo frente a los 57,1% de gasolina, mientras que el 5,9% restantes correspondieron a modelos híbridos y eléctricos.

Por otro lado, en el acumulado de 2018, desde enero a agosto, la tendencia ha sido mayormente a la baja, aunque precisamente en los meses de verano, junio, julio y agosto, han repuntado ligeramente, con cuotas del 35,2%, 36,0% y 36,9% respectivamente. Aunque, de nuevo, la necesidad de las marcas de dar salida al stock con homologación NEDC se presenta como la principal causa. No obstante, su porcentaje siempre ha sido menor este año respecto a los automóviles de gasolina.

Cifras aparte, lo que se intuye es que los consumidores españoles ya no quieren un coche de gasóleo. «El cliente entra a comprar con la clara predisposición de evitar el diesel, independientemente de que viva en una gran ciudad, donde en el futuro quizá tenga restricciones de tráfico, o en lugares pequeños, donde no las va a encontrar», expone Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, según publica El País.

¿De dónde viene el actual rechazo a los coches diesel?

Tras el Dieselgate, al gasóleo, y por tanto a los óxidos de nitrógeno, se les ha señalado como principales enemigos públicos de la salud. Por ello, las políticas medioambientales europeas, lo que incluye a España, han puesto el acento el diesel en lo que toca a restricciones.

El ejemplo en nuestro país lo encontramos primeramente en el etiquetado medioambiental de la DGT, más restrictivo con el diesel en comparación a la gasolina. Debido a que uno de los cometidos de estos distintivos es precisamente el de catalogar a los coches según sus emisiones contaminantes, los coches de gasóleo sufrirán mayores restricciones que los gasolina, lo que da entender que son más contaminantes cuando no siempre es así. Sirva de ejemplo Madrid y su nuevo protocolo anticontaminación, basado en el etiquetado de Tráfico, que tiene previsto entrar en vigor en noviembre.

Los vehículos calificados como de Tipo B en el etiquetado medioambiental incluyen los diesel Euro 4 y Euro 5 que, en el caso de los últimos, corresponde a modelos fabricados entre 2008 y 2012. En el caso de la gasolina, en este grupo se incluyen los Euro III, que datan de entre 1995 y 2005.

A ello se suma la intención del Gobierno de revisar el impuesto de hidrocarburos, que se saldará con la equiparación fiscal del diesel a la gasolinaLa medida se ha retrasado por ahora, al no encontrar consenso entre en los diferentes grupos parlamentarios, pero se plantea un incremento escalonado hasta una subida de 9,55 céntimos por litro.

Si a esto le añadimos los muchos propietarios de los modelos afectados por el Dieselgate, los cuales tuvieron que pasar por el taller para la pertinente actualización de software, perdiendo por el camino prestaciones y potencia en sus coches, lo lógico es que los conductores huyan del diesel.

 

Los coches diesel se acumulan en los concesionarios

Las marcas automovilísticas ven esta situación desde la total incertidumbre. «Se ha creado la leyenda de que no se va a poder circular con los coches de gasóleo. La gente se pregunta qué va a pasar dentro de cinco años con su coche, si no le van a dejar usarlo o no va a poder venderlo. Los mensajes negativos han hecho que los clientes hayan cogido miedo a comprar un diesel«, explica Leopoldo Satrústegui, director general de Hyundai España.

El directivo opina que la preferencia por la gasolina es una cuestión psicológica: independientemente de donde vivan o de qué uso le vayan a dar al coche, la elección no incluye por defecto al gasóleo. Una opinión que, como veíamos arriba, comparte la patronal de concesionarios, Faconauto.

Así, y tras años de bonanza en el que el diesel era la mejor opción, los fabricantes se encuentran con un preocupante stock de coches al que temen no poder dar salida. Es por ello que desde Faconauto se ha solicitado al Gobierno prudencia, refiriéndose a las categóricas declaraciones de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que apuntaba recientemente que «el diesel tiene los días contados» y que «había que buscarle una salida».

Para concesionarios y marcas, las palabras de Ribera han terminado por «agitar el sector». Y por mucho que se eche marcha atrás, el mal está hecho: «La ministra matizó sus palabras y aseguró que no discriminará el gasóleo, pero las palabras positivas no calan tan fácil. Hay que frenar la caída para evitar un impacto importante. España es uno de los países que más rápido se está quitando del diesel«, defiende Satrústegui.

La afirmación de Ribera también fue tachada por la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam), que solicitaba al Gobierno que encauzase la cruzada contra el diesel, defendiendo que «los diesel Euro 6 ya emiten menos que los gasolina». Por su parte, Anfac ha alertado que el veto al diesel amenazaría cerca de 40.000 empleos en España.

Pero, ¿son todos los diesel iguales?

En esta persecución a los coches de gasóleo, las marcas, así como las asociaciones de fabricantes y redes de comercialización, defiende que parece no haber distinción entre los diesel de última generación y los antiguos. Pero sus emisiones de NOx y de partículas en suspensión no dicen lo mismo.

Así, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) sostiene que los automóviles diesel actuales emiten una cantidad de óxidos de nitrógeno cien veces menor en comparación con un coche de hace diez años. La entidad asevera que los vehículos nuevos diesel emiten hasta un 84% menos de óxidos de nitrógeno (NOx) y un 90% menos de partículas en comparación con los automóviles de más de quince años de antigüedad, tal y como ha expresado en un reciente comunicado.

La propuesta por parte de marcas y concesionarios rema en una misma dirección y apunta a la renovación del parque automovilístico español: «Si lo que se pretende es conseguir que el aire de nuestras ciudades sea de mejor calidad, efectivamente los vehículos diesel deben tener los días contados… pero no los nuevos, que son eficientes y cumplen con los límites de emisiones establecidos desde la Unión Europea. Deben desaparecer los de más de diez años, responsables del 80% de esas emisiones», exponía recientemente el presidente de Faconauto.

Más allá de los intereses de la industria automovilística, bien es cierto que no es lo mismo un diesel Euro 6 que uno de hace quince años. Aunque por tradición, los motores de gasóleo, por su naturaleza, producen entre tres y diez veces más NOx que los gasolina, la diferencia con éstos se ha acortado en los últimos años en pos de obtener mayores rendimientos con la menor cantidad de combustible posible. El NOx se genera en los motores de alta compresión a elevadas temperaturas, lo que incluye por tanto a los diesel, pero también a algunos propulsores gasolina de inyección directa.

Debido a las presiones y las mezclas más pobres de combustible, los modernos motores de gasolina de inyección directa producen también elevadas cantidades de óxidos de nitrógeno, así como de partículas en suspensión. En lo que toca a éstas últimas, y aunque es un índice que parece que se está olvidado por el camino, también tienen una gran incidencia en la calidad del aire que respiramos.

Los motores diesel llevan varios años empleando filtros anti partículas y catalizadores NOx para reducir estas emisiones y cumplir la ley.

Por ley, todos los coches diesel catalogados como Euro 5 incorporan en su sistema de escape un filtro de partículas, es decir: todos los automóviles de gasóleo fabricados a partir de enero de 2011. Por su parte, el filtro de partículas (FAP) se hizo obligatorio en los gasolina a finales de 2017 con la nueva normativa Euro 6C (antes ningún fabricante dotaba sus gasolina de inyección directa con esta clase de filtros), que rápidamente adoptaron las marcas del Grupo Volkswagen. Hasta entonces, la emisión de estos agentes en suspensión ha sido hasta diez veces más elevada en los gasolina que en los diesel, algo que el etiquetado medioambiental de la DGT, centrado en las emisiones de CO₂, no ha tenido en cuenta en los diferentes distintivos.

Más gasolina, más CO₂

Además de un retroceso en ventas histórico para nuestro mercado, la demonización del diesel ha traído consigo insólitas situaciones. Como, por ejemplo, que la media de emisiones de CO₂ en los coches nuevos comercializados se incremente. La tendencia, según datos de Faconauto, llevaba siendo a la baja desde 2007, algo que cambió el año pasado, cuando se registró una media de 116 g/km en comparación a los 115 g/km de 2016.

Si bien la proliferación del segmento SUV y su amplio número de efectivos eran señalados por Faconauto como una de las causas de esta subida, también lo es la «persecución indiscriminada» que, según la patronal de concesionarios, está sufriendo el gasóleo.

El temor al diesel ha propiciado que la gasolina vuelva a estar de moda entre los consumidores, lo que no sólo genera dolores de cabeza a las marcas para dar salida a su cada vez mayor stock diesel, sino también que se incrementen las emisiones de este gas que tanto favorece el efecto invernadero.

Las marcas empiezan a decir adiós al diesel

El ocaso del diesel también ha propiciado que los fabricantes comiencen a eliminar de sus gamas las mecánicas de gasóleo. La primera en anunciarlo ha sido Toyota, cuyos nuevos modelos ya no cuentan con motores diesel, comenzando por la nueva generación del Auris, que ahora pasará a ser de nuevo.

Esta decisión ha encontrado su detonante final en la bajada en ventas de sus modelos de gasóleo en Europa, que representaron menos de un 10% del total. Nada que ver con sus híbridos, ya muy asentados en el mercado, y que integraron el 41% de sus modelos comercializados en el Viejo Continente en 2017.

Sin embargo, no deja de ser la crónica de una muerte anunciada: Toyota basa su estrategia en la hibridación, donde ha sido referencia por tradición, y su Japón natal nunca ha visto con buenos ojos el diesel. Por ello, la marca nipona no ha hecho sino replicar este camino en Europa ahora que los modelos de gasóleo no gozan de la popularidad de antaño.

También se ha sumado a esta tendencia Volvo que ya ha prescindido de los motores diesel en la nueva generación del Volvo S60, además de adelantar que las las próximas generaciones del Volvo S90 y del Volvo XC90 tampoco contarán con ellos. De igual manera, Porsche ha tomado la decisión de dejar atrás las variantes diesel de sus SUV, tanto en la última generación del Cayenne, como en la gama mecánica del Macan.

¿Qué representa el ocaso del diesel para los consumidores?

Si bien es evidente las marcas tienen un problema con sus modelos diesel, que temen que acaben cogiendo polvo sin llegar a matricularse, también cabe preguntarse qué van a hacer los muchos de conductores españoles que disponen en la actualidad de un automóvil de gasóleo. Y no son precisamente pocos: según los últimos datos recogidos por la DGT, 17,9 millones de coches diesel forman parte de nuestro parque automovilístico (4,32 millones más que los modelos gasolina registrados).

En primer lugar nos encontramos la subida impositiva del diesel, de casi 10 céntimos por litro y que supondrá 5 euros adicionales al bolsillo del consumidor cada vez que llene el depósito. Si bien se ha planificado que el incremento se hará de forma paulatina, subiendo entre dos y tres céntimos en un primer momento, no deja de ser un impacto para la economía del automovilista, que además realizó previamente una mayor inversión en un modelo diesel, cuyo precio es habitualmente más elevado en comparación a su equivalente de gasolina.

El Ejecutivo ha asegurado que se contemplarán excepciones en la subida del gravamen, lo que incluiría a trabajadores autónomos como agricultores o transportistas, aunque, una vez entre en vigor, conoceremos más detalladamente la sempiterna letra pequeña.

Por otro lado, los propietarios de coches diesel se encuentran de frente con las posibles restricciones en las principales capitales. En el caso de Madrid, de plantearse tal y como se ha planificado el nuevo protocolo de contaminación, los diferentes escenarios se activarán antes y tomarán en cuenta las mediciones de las estaciones en toda la ciudad. Por ello, encontramos más posibilidades que se active el Escenario 4, que restringe la prohibición de circular dentro de la almendra central (área delimitada por la circunvalación M-30) a los vehículos de etiqueta B (lo que incluye los diesel Euro 4 y Euro 5).

A ello se suma la dificultad que ya encuentran los automovilistas para vender sus automóviles diesel en el mercado de segunda mano. Si bien las búsquedas de coches diesel ya han bajado, pasando, según datos de AutoScout24, del 65% al 55% entre mayo de 2016 y mayo de 2018, también lo ha hecho su precio: hace unos años estaba en un ratio de 30-80 en comparación con la gasolina y ahora se ha equiparado.

En definitiva, en estos dos últimos años el ocaso del diésel está mostrando sus efectos en consumidores y en el sector automovilístico. En base a todo lo analizado, ¿realmente los coches diésel, al menos los de última generación, merecen estar en el punto de mira? Hay que tener en cuenta muchos factores y tal y como se han vendido los automóviles de gasóleo en los últimos cinco años, habría que pararse a reflexionar sobre ello, no en vano, el coche es la segunda mayor inversión que afrontan las familias.

Fuente MotorPasión       ()

Recirculación del aire en el climatizador del coche: cuándo usarlo y para que sirve

Este sistema habitualmente asociado a los sistemas de aire acondicionados y climatizador de nuestros coches, la recirculación del aire o reciclaje del aire está presente en realidad en todos los coches, tengan o no aire acondicionado. Es uno de esos botones desconocidos que están en el salpicadero y que apenas usamos. Sin embargo, su presencia en absolutamente todos los coches se debe tanto a razones de confort como de seguridad. Te explicamos cómo funciona, por qué y cuándo es útil hacer uso de él.

Tradicionalmente, el aire que sirve para la ventilación del habitáculo del coche es aspirado por una boca de ventilación situada debajo del parabrisas (más o menos visible), pero en los diseños actuales suele estar más escondida. Una vez el aire aspirado, el aire atraviesa el bloque de condicionamiento que lo dirige y modula en función de las preferencias seleccionadas de temperatura y orientación por los pasajeros (hacia el parabrisas, de frente o a los pies).

El botón de reciclaje del aire sirve para seleccionar de donde queremos que el coche tome el aire. Por defecto, es aire del exterior, pero si pulsamos ese botón el coche se volverá prácticamente hermético (nunca lo es completamente) y se volverá a utilizar el aire del habitáculo. Éste volverá a circular por el sistema para que pase por los filtros del sistema, como el filtro antipolen. Por eso hablamos de recirculación del aire o reciclaje del aire.

Cuándo utilizar el reciclaje del aire

Asegurarse de un aire fresco y saludable en el coche es una cuestión tanto de seguridad como de confort. La función principal del reciclaje del aire es la de evitar que entre aire sucio. Por ejemplo, en un atasco dentro de un túnel, pasamos cerca de una refinería o si pasamos por una zona cargada de polvo en el aire (cantera a proximidad con viento, zona de costa con viento, etc) el botón de reciclaje del aire es nuestro amigo.

No dudes en pulsarlo para evitar que entre polvo (los filtros a veces no pueden con todo) y/o malos olores. Obviamente, no es instantáneo, tendrá que reciclar el aire para eliminar los malos olores, pero es bastante rápido. En caso de disponer de un coche con aire acondicionado o climatizador, el reciclaje del aire puede ser útil para enfriar (o calentar) más rápidamente el aire del habitáculo.

En el caso de querer bajar la temperatura del habitáculo en verano, por ejemplo, el climatizador usará con cada ciclo un aire cada vez más frío, pues tomará el aire del habitáculo que acaba de enfriar y no aire caliente del exterior. Así, el sistema alcanzará la temperatura deseada con mayor brevedad. Eso sí, no deberíamos dejarlo puesto más de 10 minutos.

No deberíamos usar la recirculación del aire más de 15 minutos

Una vez hemos dejado atrás la zona o el suceso que hizo necesario el uso de la recirculación del aire es recomendable desconectarla y que el coche renueve así el aire del habitáculo. Algunos coches disponen de un temporizador de unos 15 minutos en general que desconecta automáticamente el reciclaje del aire.

Y es que no es aconsejable abusar del sistema de reciclaje del aire. Por una parte puede crear condensación en las lunas del coche, especialmente en invierno, y por otra parte, es un aire que puede provocar somnolencia, reduciendo la concentración y los reflejos del conductor.

En cualquier caso, es importante que los filtros del sistema de ventilación o climatización del coche se hayan cambiado siguiendo las recomendaciones del fabricante (intervalos de tiempo, modelo, etc). De lo contrario, a la larga pueden convertirse en un nido de bacterias que respiraremos alegremente cada vez que usemos el reciclaje del aire. Por último, es aconsejable no fumar si usamos el reciclaje del aire en un coche con climatizador. El humo del tabaco se deposita en el evaporador del sistema y es causa a la larga de malos olores.

 

Viajar seguro en Semana Santa

Se acercan las vacaciones de Semana Santa y con ellas el aumento de los desplazamientos, horas de conducción, retenciones de tráfico… y por tanto, una mayor exposición a factores de desgaste o avería.

Antes de disponerse a comenzar la operación salida es muy recomendable acudir al taller para garantizar nuestra seguridad y evitar posibles averías que puedan ensombrecer nuestras merecidas vacaciones. A continuación te contamos los puntos clave a revisar en el vehículo.

Neumáticos, frenos y amortiguadores

El funcionamiento de este grupo de elementos es fundamental para garantizar la seguridad en la conducción.

Neumáticos: se debe revisar su estado general, así como el equilibrado. Es necesario comprobar el nivel de desgaste (la profundidad mínima legal de los surcos es 1.6 mm), la apariencia del neumático (que no presente cortes, defectos, abolladuras, perforaciones o signos de desgaste inusual).  También es importante verificar que la presión sea la adecuada pues ésta afectará no solo al agarre de las ruedas, sino también a su vida útil y al consumo del vehículo.

Frenos: es fundamental comprobar el nivel del líquido de frenos y descartar la presencia de desgaste de discos y pastillas de frenos.

Amortiguadores y suspensión: unos amortiguadores en mal estado repercuten en la estabilidad del vehículo, aumentando el riesgo de perder el control del coche. El estado de los amortiguadores también puede contribuir al aumento de la distancia de frenado, así como a una mayor oscilación del alumbrado o a la respuesta de otros elementos del vehículo.

Luces

Es necesario comprobar que el reglaje de las luces sea el adecuado y que funcionen correctamente. Además, hay que tener en cuenta que el envejecimiento de las lámparas y ópticas impactará en la calidad de la iluminación.

Batería

Aunque, actualmente, existen baterías que no requieren mantenimiento, en aquellas que sí lo necesitan es necesario revisar el nivel de líquido. Por otra parte se deberá realizar una comprobación visual para observar el estado de los bornes (éstos deben estar limpios y no presentar anomalías como óxido), así como verificar que no salga líquido de la batería.

Niveles

Los siguientes líquidos son indispensables para garantizar el funcionamiento adecuado del motor y evitar que sufra daños o un desgaste excesivo de sus piezas.

Aceite: es importante revisar, con el motor en frío, que la cantidad sea la adecuada. Cuando hay retenciones y tráfico lento tiende a aumentar el consumo del aceite.

Anticongelante: verificar el nivel y descartar posibles fugas.

Aire acondicionado

Se debe examinar el filtro del habitáculo y el correcto funcionamiento del sistema, pues un fallo en este elemento afectará a la regulación de la temperatura en el interior del vehículo, comprometiendo no solo el confort, sino también la seguridad (conducir a altas temperaturas puede provocar somnolencia y pérdida de atención). Además, el aire acondicionado ayuda a evitar la condensación del cristal.

Otros elementos

Escobillas y líquido limpiaparabrisas, filtros, correas auxiliares, transmisiones, bujías… Una revisión completa del vehículo nos hará viajar más seguro y con mayores garantías.

Además del estado del vehículo, es necesario asegurarse que éste cuenta con los elementos obligatorios y otros que podrían ser de gran utilidad en caso de una eventual incidencia: la rueda de repuesto (también gato y llaves para poder reemplazarla), los dos triángulos de emergencia, chaleco reflectante…

Recuerda debes de cuidar tu coche.

 

Los puntos obligatorios a revisar antes de afrontar un viaje en invierno

 

Los consejos de invierno para el coche se repiten año tras año, pero justamente cada año el mal tiempo del invierno saca de la carretera a muchos conductores y sus respectivos coches. Para evitar que esta época del año te pase factura, conviene recordar estos puntos de revisión que protegerán tu coche en invierno.

  1. Revisa la batería (y cámbiala si es necesario)     Con los cambios bruscos de temperatura, especialmente con el frío, la vida de la batería puede verse afectada. Más aún, con los consumidores eléctricos que montan los vehículos actuales, que prácticamente no dejan de demandar energía en ningún momento.

    Por eso es importante revisar el estado de la batería en los talleres disponemos de máquinas que no diagnostican el estado de la misma. Una batería debe de ser comprobada con herramientas especificas, puede estar bien de voltaje pero tener poco capacidad de almacenamiento, como ocurre con los móviles, por lo que dispondremos de poca potencia de arranque, además la densidad de la misma se merma mucho con temperaturas bajas.

     

     

  2. Comprueba los niveles de líquidos del coche: refrigerante, aceite, lavaparabrisas y frenos

 

Realiza estas mediciones con el motor frío y suelo llano

El líquido refrigerante tiene que estar entre las marcas de máximo y mínimo, igual que ocurre con el nivel del líquido de frenos. Si te toca rellenar líquido refrigerante, espera a que el motor esté frío. Si alguno de los dos niveles se ve demasiado bajo, no te conformes con rellenar el líquido, puesto que en principio esos niveles deberían mantenerse mínimamente estables. Además, en el caso de los frenos es recomendable sustituir el líquido y evitar así mezclas.

Para medir el nivel de aceite, extrae la varilla, límpiala con un trapo e insertala de nuevo en su orificio. Al extraerla de nuevo verás por dónde está llegando el aceite, entre las marcas de máximo y mínimo de la varilla. Si debes añadir aceite, abre el tapón y echa aceite lubricante del mismo tipo que lleva tu motor, según marque el manual de instrucciones.

En cuanto al líquido lavaparabrisas, no hay nivel que medir. Simplemente echa líquido en el depósito hasta que llegue al cuello, antes del tapón. Es más recomendable usar un lavaparabrisas comercial, basado en etilenglicol, aunque sea de marca blanca, que una simple mezcla de agua y detergente, ya que el etilenglicol es un dio que, como hace el alcohol, se evapora fácilmente al rociar el parabrisas. De esta manera no se compromete tanto la visibilidad durante la conducción como lo hace una simple base acuosa.

  1. Examina los limpiaparabrisas

Unas escobillas de limpiaparabrisas que no limpian el cristal, que hacen un ruido exagerado en mojado o que dejan cerco por donde pasan son unas escobillas que están pidiendo la jubilación a gritos. Si además presentan rotura en el filo de goma, olvídate. Cámbialas inmediatamente. Y, cuando tengas las escobillas nuevas montadas, evita usar el limpiaparabrisas en seco o cuando el cristal esté cubierto de hielo. Te durarán mucho más.

  1. Inspecciona los neumáticos

Revisar los neumáticos en invierno es vital para garantizar la adherencia del vehículo al asfalto y para evitar, en lo posible, pérdidas de control debido a un mal estado de las cubiertas. Controla en frío la presión de inflado, verifica que la profundidad del dibujo o escultura de la banda de rodadura no sea inferior a 3 milímetros (un valor de seguridad muy superior a los mínimos 1,6 milímetros exigibles por ley) y supervisa que la goma no presenta cortes o deformaciones.

Si en cualquier época del año esta es una actividad cotidiana, en invierno cobra mayor importancia, debido a las mayores exigencias a que se ven sometidos los neumáticos en la carretera.

  1. Considera comprar un juego de neumáticos de invierno o unas cadenas para la nieve

Los neumáticos de invierno no sólo son un aliado contra la nieve o el hielo, sino que incluso bajo el sol demuestran un mejor comportamiento frente a los neumáticos de verano, cuando las temperaturas son inferiores a 7 ºC.

Si no es el caso en tu zona porque las temperaturas no son tan bajas por lo general, pero igualmente vives en un lugar donde existe riesgo de nevadas aunque sea de forma esporádica considera comprar unas cadenas y aprende a montarlas de forma anticipada, sobre suelo seco y en buenas condiciones de tiempo, siguiendo las indicaciones del fabricante. En el peor de los casos, se pasarán el invierno metidas en el maletero, pero siempre a punto por si te hacen falta.

  1. Revisa el sistema de alumbrado

En cuanto a las luces del coche en invierno, vale lo dicho sobre los neumáticos. Son importantes durante todo el año, pero en invierno son cruciales ya que tenemos menos horas de luz natural, así que asegúrate de que funcionan todas.

No dudes en cambiar dos bombillas de un mismo tipo, por ejemplo las correspondientes a la luz de cruce, cuando se funda la primera. Al fin y al cabo, la misma antigüedad tiene la lámpara de la derecha que la lámpara de la izquierda. Y si tu coche es de esos que odiamos los mecánicos porque para cambiar una bombilla hay que desmontar medio coche, razón de más para que aproveches la visita a tu taller de confianza. También aprovecha el viaje al taller si por cualquier causa sospechas que los haces de luz no están correctamente alineados, y así evitarás deslumbrar a los demás, ver a menor distancia de lo que corresponde… o ambas a la vez.

  1. Comprueba el sistema de frenado

Observa la zona del depósito del líquido de frenos, así como los conductos que salen de él. Si el material está reseco, esto puede ser indicativo de que es necesario cambiarlos. Si ves líquido por debajo o en la zona de las ruedas, es posible que tu coche esté perdiendo líquido de frenos.

Tanto las pastillas como los discos de los frenos sufren desgaste con el uso. Analiza ese desgaste con la ayuda de una linterna, prestando atención a la superficie de los discos, y aprovecha para verificar que no existen desperfectos o suciedad excesiva en ellos. En caso de duda, o si notas frenadas irregulares o tactos extraños al presionar el pedal, acude al taller para que realicen una revisión completa del sistema.

  1. Revisa el botiquín

Un botiquín para coche debe contener:

  • gasas esterilizadas,
  • vendas elásticas,
  • guantes de vinilo,
  • alcohol o agua oxigenada,
  • tijeras,
  • pinzas,
  • imperdibles,
  • esparadrapo,
  • algodón y apósitos, conocidos popularmente como tiritas.

En invierno conviene llevar a bordo del coche:

Siempre debes de llevar un cargador de teléfono móvil y el depósito de combustible lo mas lleno posible.

  • rascador de hielo para el parabrisas,
  • manta térmica, útil para auxiliar heridos y por si realizas operaciones en condiciones adversas tales como montar cadenas sobre la nieve,
  • guantes de goma, por si tienes que montar cadenas o quitar nieve,
  • linterna, y pilas de repuesto o bien una linterna de dinamo.
  • agua y algún alimento energético (barritas de cereales o frutos secos).
  1. Prepara el coche para pasar la noche en la calle

Pasar el invierno en la calle es algo que no le sienta bien a nadie. Pero como no todo el mundo tiene a su disposición un lugar a cubierto donde guardar su vehículo, conviene preparar el coche para pasar la noche en la calle.

Lo que sí se recomienda es lavar el coche con mayor frecuencia en invierno, sobre todo si ha nevado y en tu municipio se ha utilizado sal para el asfalto. Por otra parte, si en tu zona hiela intenta que las escobillas no queden en contacto con el parabrisas durante la noche, por ejemplo colocando una sábana que cubra el cristal y los retrovisores, dejando por encima los limpiaparabrisas.

Evita circular con el coche  sin tener visibilidad suficiente.

Arrancar el coche en invierno un poco antes de lo normal es un remedio que quizá no sea muy ecológico, pero nos puede ayudar a mejorar la seguridad. Antes de emprender la marcha, pon en marcha el motor para que se vaya calentando y así conseguir que funcione la calefacción o el climatizador, que utilizarás para desempañar los cristales del coche.

Por otra parte, si se ha helado el parabrisas y la capa de hielo es gruesa, mientras esperas a que la calefacción haga su efecto con el desempañado de cristales puedes rociar el parabrisas por su cara exterior con simple alcohol etílico (alcohol de botiquín) y de esta manera el hielo se descongelará con mayor facilidad.

  1. Todo a punto antes de salir con frío y mal tiempo

Es importante que con mal tiempo te plantees los desplazamientos de un modo más preventivo que de costumbre. Así, se recomienda llevar el depósito de carburante lleno siempre que sea posible, ropa de abrigo preparada e incluso el cargador del móvil a punto por si surgiera cualquier imprevisto.

Presta atención a la información de carreteras que en España suministran organismos como DGT, RACC y otros a través de la radio, y planifica tus viajes dejando un mayor margen de tiempo por si sucede cualquier contingencia.

Una vez en ruta, permanece atento a la carretera y no te agobies con la hora de llegada. Mantén la tranquilidad en todo momento. Si el tiempo empeora, evita pasar puertos de montaña de noche, no improvises rutas que no conoces y no te adentres por carreteras menos transitadas, en previsión de cualquier problema que pueda surgir.

Y piensa, que lo importante es llegar.

“Ninguna aseguradora puede obligarte a reparar el coche en un taller concreto”

Cuando por daños propios de todo riesgo o terceros tenemos que dar parte de un siniestro a la compañía aseguradora, cada día es más común que las estas  nos intenten convencer de que llevemos el coche a reparar a un taller en concreto que ellos nos indican. Para recordar  y aclarar que en la mayoría de los casos somos libres de elegir taller a continuación podéis leer este artículo avalado por uno de los principales fabricantes de pinturas.

La red de talleres especialistas en chapa y pintura Certified First, promovida por el fabricante de pinturas PPG (a través de sus marcas Nexa Autocolor, Max Meyer y PPG), explica en su blog que “en España hay libre elección de taller”.

Se refieren a las posibles derivaciones de vehículos por parte de las compañías aseguradoras a algunos talleres en concreto, fundamentalmente los que están dentro de su red de concertados.

¿Tiene el usuario derecho a elegir taller? “Puedes. Y debes. Porque, aparte de temas burocráticos y económicos con el seguro, es la calidad de la reparación de chapa o el trabajo de pintar el coche lo que deberías valorar por encima de todo”, responden tajantes.

Así, “los automovilistas”, dicen, “podemos elegir libremente el taller en el que queremos que se repare nuestro coche, ya sea por un problema mecánico o por un problema de chapa y pintura. ¿Las razones? Las nuestras: razones prácticas como que el taller está cerca de casa o del trabajo, razones de confianza etc”.

“En general, ninguna aseguradora puede obligarte a reparar el coche en un taller concreto o de su red de talleres concertados”, puntualizan.

Aun así, explican también que existe la posibilidad de que las compañías añadan en la póliza a los usuarios una cláusula en la que queda reflejado que las reparaciones deben realizarse en ciertos talleres concertados a los que la compañía redirige los vehículos que asegura para ser reparados, así como estas compañias tambien tienen que tratar correctamente a sus empleados ya que si no abogados de ayuda al trabajador Atlanta podrían levantar denuncias por esto. Por eso, señalan que “para ahorrarse disgustos en el futuro, es uno de los puntos que conviene muy mucho revisar antes de contratar una póliza de seguros”.

“Recuerda que la elección es tuya. Y que tú y tu coche os merecéis una reparación de máxima calidad y de máxima confianza. Cuidado con buscar el taller de chapa y pintura más barato: ahorrarte unos euros puede suponer que la reparación y la pintura de tu coche no queden a la altura de tus exigencias”, concluyen.

 

 

Cajas de cambio automáticas

Desde luego no una novedad, pero cada día hay más.

Aunque con años de retraso respecto a otras zonas, los conductores de nuestro país  poco a poco descubren las ventajas de los cambios automáticos y apuestan por ellos. Pero, ¿cuál elegir? ¿Sufren más averías? ¿Son más interesantes que las cajas manuales? Respondemos a estas cuestiones.

El cambio automático moderno como tal tiene su principal desarrollo tras la Segunda Guerra Mundial al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos. Allí, una red viaria con cien veces más rectas que curvas, unos coches grandes y cómodos y un bajo precio del combustible fueron factores clave para el triunfo de este tipo de transmisión, los principales sistemas están diseñados por este país. Especialmente famosas fueron la Hydramatic, Powerglide, Turbodrive o Dynaflow, aunque casi todas basadas en el modelo originario de Borg-Warner.

En el viejo continente, sin embargo, la orografía, las carreteras y los modelos de coches usados durante la mayor parte del siglo XX invitaban a prescindir de automatismos que “nos venían grandes” a favor de cajas de cambios manuales convencionales, más ligeras, rápidas y fáciles de adaptar a nuestras circunstancias. Mientras éstos prácticamente copaban el mercado y poco a poco iban ganando relaciones (4, 5, 6 y hasta 9 marchas en la actualidad) los otros, los llamados “DRNP” por algunos (por las siglas que aparecían en sus mandos) quedaban reservados para modelos de lujo y representación.

Cambio automático o manual: cuestión de gustos.

La mayoría de fabricantes se han puesto las pilas sobre estos sistemas y han empezado a ofertar automatismos para prácticamente toda su gama, y si en un principio la respuesta del mercado fue tímida, en los últimos años se le ha perdido el miedo, y en países tan reticentes como en nuestro no falta demasiado para que la balanza en ventas de unos y otros se iguale.

Hay que decir que de momento, a la hora de la tasación y valoración, si bien contar con un cambio automático sólo incrementa un 2% de media el precio del coche, el hecho de no disponer de él en determinados segmentos (berlinas medias grandes y todo terrenos) significa una pérdida de hasta el 10% de su valor.

¿Qué cajas de cambio automáticas existen?

Ahora bien, más allá de “lo que nos apetezca” tener… ¿conviene optar por un coche con transmisión automática de segunda mano?

Bueno, primero conviene analizar las opciones con las que nos vamos a encontrar en el mercado. En una retrospectiva de quince años hasta ahora, lo que nos ofrecerán, sin entrar en tecnicismos y atendiendo a la generalidad, será básicamente esto:

  • Cajas automáticas por convertidor de par. (Tiptronic, Steptronic…) Las más habituales. Son relativamente simples, duras y fiables. En función de la edad del coche las encontraremos de 5, 6 y 7 velocidades (las más modernas y que sustituyen el convertidor de par para el arranque por un embrague más sencillo).
  • CMP o ETG(PSA, Renault…). Esto es una Caja Manual Pilotada. Para entendernos, es como una caja convencional manual pero con un mecanismo encargado de embragar, desembragar y accionar el cambio por nosotros. Su funcionamiento resulta de inicio “raro”, pero es cuestión de costumbre.
  • CVT o Cambio Variable Automático(Toyota, Lexus… aunque el primero que la adaptó fue Volvo). En realidad no es una caja de cambios en sí. Son dos poleas unidas por una correa en V que varía su extensión y recorrido según las necesidades de aceleración. Lo más parecido a un variados de un Scooter. Las relaciones de marcha pueden ser infinitas, por ello el escalonamiento se realiza de manera artificial.
  • Doble Embrague(DSG, DPK…). Es la más moderna y compleja. Es una caja de cambios partida en dos. Por un lado las marchas pares y por otro las impares, girando todas ellas en dos embragues diferentes. Son muy rápidas y suaves y las que mejor se adaptan a todo tipo de conducción.

Dicho esto… ¿Cuál elegir? Tal vez por agrado de uso y versatilidad, la de doble embrague sería la opción más apropiada, sin embargo, personalmente con una buena caja por convertidor de par me doy por más que satisfecho.

¿Son fiables las cajas de cambio automáticas?

De cara a la fiabilidad y según datos del TUV alemán y del AAA británico, todas están muy igualadas en su conjunto, siendo las del convertidor de par las que más averías reportan dada su mayor difusión. Sin embargo, las averías más graves están en las CVT y Doble Embrague, siendo necesaria en un gran porcentaje de casos la sustitución completa de la unidad. Parece que la mejor parada es la CMP, pero claro, no es automática al uso, lo que sí implica que sufre el mismo desgaste que una caja manual convencional.

Kit de mantenimiento

Cuidar la transmisión automática es importante.

Por cierto, a menos que el daño haya sido realmente catastrófico, no os creáis eso que seguramente os dirán en más de un concesionario de que “las cajas de cambio automáticas no se reparan, se cambian”, porque no es verdad. Otra cosa es que al final, salga más cara una caja reparada que una nueva…

Las averías más frecuentes, en todas, vienen provocadas por un mantenimiento descuidado y un mal uso continuado. Lo primero hace referencia al incorrecto nivel de lubricación de la caja, esto es, su nivel de aceite (que en mis tiempos mozos llamaban “valvulina”). Aquí se viene abajo el mito de que “una caja de cambios no precisa de mantenimiento”. Sí lo precisa, poco, pero lo tiene.

Lo segundo habla de lo mismo por lo que se rompen todas las cajas sean automáticas o no: apurar marchas sin haber alcanzado la temperatura óptima, hacer patinar el embrague en demasía, manejar el mando sin cuidado del seguro, conducir dando patadas al acelerador más que pisándolo suavemente…

Caja cambio pilotada

Cómo comprobar el estado de una caja de cambios automática

¿Y cómo detectamos que el coche usado que nos quieren vender tiene la caja de cambios «tocada»? Hay tres indicadores sencillos a los que hay que atender. El primero es el ruido. Si suena como a tornillos sueltos en aceleración… cuidado, esa caja puede estar empezando a devorarse a sí misma y tal vez haya esquirlas de metal en su mecanismo. Esto se ve fácil al cambiarle el aceite y ver si arroja trocitos de metralla.

El segundo indicador es el resbalamiento a la hora de cambiar de marcha. Que al subir o bajar de una relación a otra el motor se revolucione primero para luego bajar subrepticiamente una vez que engancha la marcha… Todo parece indicar que ese “pseudoembrague” no atraviesa por su mejor momento…

Por último lugar, la entrada brusca de las relaciones en marcha (en maniobras de aparcamiento muchas cajas automáticas no son todo lo sutiles que nos gustaría). Esto básicamente se debe a un fallo en la unidad electrónica de gestión de la caja y por regla general, tiene fácil solución.

Añado un cuarto factor y es el de comprobar que tiene todas las revisiones pasadas y no se ha escatimado en cuidados con ella.

En definitiva, el cambio automático es un accesorio moderno y atractivo, fiable y duradero como cualquier otro, y que incluso en su uso aporta un cierto halo de lujo, pero sobre todo de comodidad. Y el hecho de poder contar con él desde utilitarios a modelos de supe lujo le suma interés. Si te apetece, piérdele el miedo y escoge uno para descubrir sus bondades y defectos.

También os digo que la mayoría de los que optan por un cambio automático, nunca vuelven al cambio manual.  Será por algo.

Fuente: Autocasión

Cómo viajar con caravana

Recuerda que vas a pasar unos días de vacaciones, prepara bien todo y recuerda que no hay prisa.

Autocaravanas, camper, remolque, caravanas, carros tienda, tiendas de campaña… hay muchas opciones para los que desean disfrutar de sus vacaciones con total libertad y no depender de alquileres, hoteles o de ubicaciones urbanas. El camping te ofrece esa libertad que puedes entender a tu manera y aprovechar de muy diferentes formas, tienes para elegir.

Dependiendo del estilo de tus vacaciones te decantarás por una u otra opción. No referimos a  las caravanas, esos remolques que hacen las veces de vivienda  de vacaciones. Esto es lo qué debemos tener en cuenta a la hora de remolcar una.

Antes de salir de viaje…

Antes de salir debemos revisar no sólo el vehículo tractor (el coche o furgoneta que llevemos), también el remolque. El control de luces te puede ahorrar retrasos a la hora de salir de viaje, aunque debería ser algo rutinario y que se hiciese cada vez que enganchemos la caravana, ya que los contactos de la toma de corriente pueden fallar y, en muchos casos, se puede haber colado agua por algún piloto.Alko

Debemos revisar el estado de los neumáticos y su presión, el estado del enganche y todos los sistemas de seguridad así como el correcto cierre de la puerta, arcón delantero y laterales de la caravana. Estos remolques suelen estar mucho tiempo parados y nunca se sabe lo que les ha podido suceder.

Todo está en orden, llega el momento de preparar el equipaje y cargar la caravana. Es importante repartir el peso correctamente, cuanto más cerca del eje mejor y siempre manteniendo un equilibrio entre ambos lados y entre la parte delantera y trasera. En realidad debe recaer un poco más sobre la delantera, pero no mucho, para hacernos una idea es tan fácil como comprobar si podemos bascularla cogiendo la punta de la lanza con una mano (Aquí tienes una  explicación de la importancia del reparto de pesos).caravana 4

Recogemos las patas de la caravana, la enganchamos al coche, conectamos las luces (las comprobamos), el cable de seguridad, el estabilizador (si tenemos y si no está integrado en el propio enganche) ponemos los retrovisores suplementarios si queremos o si los necesitamos, pero aunque no estemos obligados a llevarlos porque con nuestro coche se vea lo mínimo marcado por ley (60 metros por detrás y 20 metros de anchura de la vía) sí son recomendables, quitamos el freno de estacionamiento de la caravana y nos ponemos en marcha.

Importantísimo no olvidarse puesto o a medio poner el freno de mano de la caravana, no sería el primer caso en el que salen ardiendo los frenos con el consiguiente peligro que conlleva. También es importante no olvidarse de lo que llevamos detrás enganchado, puede sonar a risa, pero a veces pasa y, nada más salir, te puedes llevar puesto un coche, señal de tráfico o valla al cerrarte demasiado en un giro.DSC_2833

Las maniobras son un punto delicado, pero con el paso de los kilómetros todo se aprende. Lo más importante es no tener prisa, no ponerse nervioso y pensar antes de actuar. Lo mismo se puede aplicar a la conducción en general, nada de prisas, es mejor ir lentos pero seguros. Los adelantamientos en carreteras de doble sentido serán muy, muy escasos y, en más de una ocasión, tocará quedarse detrás de un camión en autovía porque no nos ha dado tiempo a salir al carril izquierdo.

Velocidades máximas permitidas

Hay que diferenciar entre caravanas hasta 750 kilos y por encima de ese peso cuando hablamos de autovías y autopistas. Las primeras pueden ir a 90 km/h y las segundas a 80 km/h. En carreteras convencionales con un arcén de más de metro y medio la velocidad máxima permitida es de 80 km/h, si el arcén es menor la velocidad baja a 70 km/h y en población la máxima es de 50 km/h. (límites para España)

Puede parecer poco, pero la verdad es que la caravana tiene su peligro y por encima de 90 la cosa se complica y puede tener un desenlace fatal. De hecho hay circunstancias en las que toca reducir la velocidad aún más aunque el suelo esté completamente seco. El viento es un gran enemigo invisible y hay que estar atento a los cortes de viento para que el remolque no comience con un movimiento lateral que puede acabar fatal.caravana 3

Un coche potente nos ayuda a mantener una conducción más relajada y también a solucionar posibles situaciones de peligro, como los bandazos laterales, pero también puede provocar otras por culpa del exceso de velocidad (a veces inconscientemente).

Rodando con caravana

Para viajar con caravana hay que cambiar el chip y olvidarse de llegar con hora, el viaje durará lo que tenga que durar. Piensa que las prisas no sólo pueden acabar en accidente, también pueden acabar con la mecánica de tu coche. Los calentamientos son frecuentes por forzar el motor en largas subidas y los frenos pueden flaquear si bajamos rápido… Es decir, no se puede correr ni subiendo ni bajando.

La antelación es la clave, debemos realizar todos los movimientos con tiempo y suavidad, evitar las maniobras bruscas y/o apuradas, trazar con tiralíneas, intentar mantener un ritmo constante (el consumo se dispara y si conduces cambiando de ritmo, todavía más), aprovechar el final de las bajadas para ‘coger carrerilla’ y subir parte de la siguiente pendiente con facilidad, mantener una distancia de seguridad mucho mayor y mantener una atención constante.

Atención al sueño, que es otro gran enemigo. Es importante parar cada cierto tiempo para descansar, pero no conviene parar excesivas veces si no es necesario porque el viaje se puede volver eterno y el cansancio aumenta.

Conducir con caravana es apto para todos los públicos, no requiere unas dotes o habilidades especiales, pero sí tener las cosas claras. Lo de maniobrar es otro cantar, aquí los más habilidosos cuentan con ventaja, ya que dar marcha atrás con remolque no es fácil y menos cuando éste te quita gran parte de la visión.camper

Si eres de los que les gusta jugar puedes coger práctica y aparcar en sitios que, en principio, parecían imposibles. Si no es tu caso es tan fácil como desenganchar y mover la caravana a empujón. Es más, ahora existen movedores eléctricos (pequeños motores eléctricos en las ruedas) que te permiten aparcar la caravana con un mando a distancia y sin ningún esfuerzo ante la mirada atónita de los paisanos que tengas al lado.

Fuente: Motorpasión